Parte 12

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no esperaba verse con el, ni mucho menos con sus odiosos amigos.

ese día estaba encaminándose hacia las canchas de Quiddich, pensando en como seria la próxima vez que volviera a casa, hasta que se tropezó con unos pelirrojos que corrían riéndose hacia el campo.

-tengan mas cuidado idiotas!-

ninguno de los dos escucho la voz de draco, así que este solamente resoplo para seguir su camino al entrenamiento. sin embargo al llegar, se encontró con una situación que le recordaba a un viejo deja-bu del año pasado.

los del equipo de Gryffindor se encaraban hacia los de Slytherin, los dos con miradas de odio. se notaba que había una pelea, asi que Draco se posiciono delante de todo para poder escuchar de que hablaban.

-este es nuestro horario!-

-claro que no!, Snape nos dijo que el campo era nuestro en estas horas. lárguense-
Los de griffindor casi que hachaban humo por los oídos. A Drafo esa situación le pareció de lo más graciosa, así que decidió hablar
-oh vamos! Tanto necesitan él tiempo extra de práctica? Se ve que las cosas no van bien en su equipo, no es así?-
Los del equipo verde se rieron a carcajadas mientras le daban palmadas en la espalda a Draco. Se sintió bien de poder haber dicho algo que beneficiaría a su equipo, pero como no, un tal potter tuve que intervenir.
-cállate Malfoy! Que Snape los favorezca no significa que son los dueños de esta pista-

Draco gruñó con desagrado al escuchar su voz
- yo que tú cerraría la boca Potter, no tienes idea en lo que te metes-

harry río irónicamente
-o que? Tu padre va a llamar a "Voldemort" para que nos saque de aquí?-

Todo se quedó en puro silencio y Draco podía escuchar como sus dientes rechinaban del enojo. Como podía venir un chico que no conocía nada de su vida y hablas del innombrable como si no fuera nada?
Draco no lo aguantaba, no aguantaba más a a esa pequeña rata que se escabullía en los pasillos del Castillo como si fuera el dueño de este. Este no era su mundo, era el de Draco.
El chico rubio caminó con pasos decididos hacia Potter. Todos los del equipo rojo retrocedieron rápidamente, excepto harry. El chico se quedó quieto, quieto como una estatua y silencioso como un gato.
Draco miro todo su rostro: sus ojos verdes Esmeralda, sus pestañas largas y hasta el borde del marco de sus anteojos.
Era tan diferente a todas las personas con las que Draco se había encontrado y a la vez una de las más insoportable. Quería dejar de mirarlo tanto, quería dejar de pensar en el.
Tomo la snitch dorada que tenía en la mano y le dio vueltas, puliéndola.
Luego, se sentro en el chico
-tendrías que tener más cuidado, no todos son tan piadosos como yo-
Agarro con fuerza la snitch mientras apuntaba con la varita la nariz de harry.
-desmaius!-
Harry voló por los aires hacia atrás y al caer, no se levantó.
-que hiciste?!-
Grito uno de los de griffindor mientras el equipo iba a socorrer a harry.
Draco se guardó la varita en la túnica y se volteó para ver a sus compañeros de equipo.
-vámonos, no hay nada que ver aquí-
Los de slytherin siguieron a Draco en silencio antes de llegar a la cancha, donde las malas vibras del equipo rojo no podían alcanzarlos.

La próxima semana, todo están muy diferente a cómo había empezado el año. Todos seguían a Draco por las escaleras y le preguntaban porque Harry lo había agredido. A Draco no le molestaba actuar.

Por otro lado, veía a Potter deambular pesadamente por los pasillos con sus dos amigos y observaba cómo le mandaba miradas de odio...o tal vez no era odio. Pero no podía ser otra cosa, lo había hechizado, tendría que estar molesto.
Tendría

En todo caso, el recibía la atención que merecía y Harry no. Así debía ser las cosas, o al menos así debían ser en la mente de Draco.

que la realidad nos separeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora