Tuvimos que tomar el metro para llegar a su casa. Fue un viaje largo en incómodo no teníamos nada que decir. Al principio tuvimos que ir de pie porque había mucha gente y ningún lugar donde sentarse, después la gente se fue bajando a medida que llegaban a sus paradas y Sadie y yo pudimos sentarnos. Uno al lado del otro. Por fin llegamos a la parada y caminamos 3 cuadras más. Me compadecī un poco de ella, tenia que hacer mucho sólo para ir al colegio.
- No tienes porque compadecerte. –dijo ella.
La mire con una cara confundida, como si no supiera de que esta hablando.
- Tus expresiones son fáciles de leer. Ahora mismo tienes esa cara de “pobrecilla, tiene que hacer esto todas las mañanas y yo ya estoy que me arranco los pies con una motocierra de tanto caminar” –dijo con una sonrisa viéndome.
- No estoy cansado. Solo estaba pensando. Yo me quejaba todos los días de mi ruta para ir al colegio pero tu tienes que caminar mucho más que yo.
- Cuál es tu rutina? –preguntó curiosa.
- Sólo tengo que agarrar el metro a una cuadra de mi casa y me bajo en la parada que esta justo al frente del colegio.
Se encogió de hombros e hizo un gesto con la mano como si no le importara.
- Me gusta tomar caminos largos y caminar. Me da tiempo para pensar.
- Puedo preguntar, en qué?
- En todo. –dijo nada mas.
Caminamos como unos cinco minutos más y se paró en mitad de la acera.
- Tenemos que agarrar un taxi para pasar el puente, o quieres seguir caminando?
- Sigamos caminando, no tengo dinero para un taxi.
- Bien, como quieras.
Caminamos por el puente hasta llegar a Brooklyn donde giramos a la derecha, habia un caminito que llevaba al lago para tomar el Ferri. Pero Sadie solo siguió derecho del camino y se paró justo en la orilla del río donde yo solo veía un pequeño departamento de neumáticos o algo así. Me quede asombrado.
- Disculpa... donde esta tu casa? –tuve que preguntar, volteando mi cara hacia ella, que solo veía hacia arriba como si allí hubiera algo increíble.
- Oh! Si, cierto. Cierra los ojos. –dijo.
- Por qué?
- Solo hazlo –dijo en un tono impaciente.
Cerre mis ojos como ella me dijo y oí como decia algo que no entendí, seguido por un chasquido de dedos.
- Ya puedo abrir los ojos?
- Si. Espero que haya funcionado –dijo lo ultimo tan bajito que supongo que penso que solo ella lo oiría. <<Funcionado qué?>> pensé.
Abrí los ojos y frente a mi, donde estaba el departamento de neumáticos, había una mansión enorme como de 5 pisos con ventanas de aceros y dibujos extraños en éstas. Quede sin palabras.
- De dónde salió eso? –pregunté viendo al frente sin poder creerlo.
- De que hablas siempre ha estado ahí. –dijo y caminó hacia la entrada. Abrió la puerta con otra palabra extraña y entró, yo detrás de ella.
La entrada principal, que parecía ser una sala de estar estaba decorada con instrumentos musicales y... otras cosas.
- Son armas egipcias –dijo Sadie.
En una pared habia una chimenea enorme con una pantalla de plasma sobre esta, rodeada de varios sillones de cuero. Pero lo que más me llaóo la atención fue la enorme estatua que estaba en el centro de la estancia. Era un hombre, bueno, tenía cuerpo de hombre pero su cabeza era de una especie de pájaro, en una mano agarraba una pluma y en otra un libro.
- Ese es Tot, el Dios de la sabiduría. –dijo a mi lado Sadie mirando la estatua.
- Así que...
- Si, ya se pensarás: que estoy loca porque, primero el amuleto de Isis, luego la mansión en la orilla de Brooklyn, y ahora esta estatua y todas las armas egipcias y..
- Hey! Esta bien –dije riendo. Puse una mano en su hombro. –Es un poco raro hay que admitirlo, pero si es la cultura de tu familia entonces, no hay problema. – le sonreí.
- Bien, entonces vam-
Antes de que pudiera terminar la oración un niño de unos 13 años con pelo amarillo y alto, salió corriendo de una puerta con una manada de pingüinos detrás suyo. Después salió otro niño de unos 17 años, alto también, de piel morena y cabello rizado negro.
- Félix! TRAE ESO DE VUELTA AHORA MISMO –gritó el de 17 a Félix, el de la manada de pingüinos. Se paró y puso las manos sobre sus rodillas como si llevara horas corriendo detrás del niño. Sadie carraspeó.
- Hermanito, este es Spid- digo Peter Parker, estaremos haciendo un trabajo en mi cuarto esta bien?
- Ajá, como sea. FÉLIX! –dijo sin darle mucha importancia y se fue corriendo por otra puerta en busca del rey de los pingüinos.
- Ese era mi hermano, Carter. Suele ser un poco gruñón –dijo Sadie cuando estabamos subiendo las escaleras en forma de caracol. Llegamos al tercer piso y se fue por un pasillo que parecía interminable.
- Bien, éste es mi cuarto. –dijo abriendo una de las millones puertas de ese pasillo.
Su cuarto era enorme: tenia una inmensa cama, había una neverita, un estéreo de alta tecnología y una terraza para ella sola. Empiezo a envidiarla. Había posters pegados en las paredes de bandas y cantantes.
- Empezamos? –pregunté, ella asintió y nos pusimos a trabajar.
Terminamos ambos trabajos rápidamente, Sadie hizo dos viajes a la biblioteca en el último piso para buscar libros que nos den informaciön. Carter se asomaba de vez en cuando para saber si necesitabamos ayuda “se cree Wikipedia con estos temas” dijo ella después de rechazar su ayuda, la verdad es que ibamos muy bien, no necesitábamos la ayuda de nadie. Todo iba a la normalidad, ningún otro extraño suceso ocurrió hasta que un mono con una camisa de los Lakers entró al cuarto de Sadie derramando Cheerio’s por todos lados, hasta posarse en la baranda de la terraza.
- KEOPS! NO! CUANTAS VECES TE HE DICHO QUE NO ENTRES A MI CUARTO CON COMIDA! PARA LA PRÓXIMA TE DESINFLO LA PELOTA DE BASKETBALL –gritó Sadie recogiendo los Cheerio’s del piso. Me paré a ayudarla.
- AJK! AJK! AJK! –dijo el mono en respuesta, molesto al parecer.
- Lo siento, es nuestra mascota, Keops, es un babuino... eh... obsequio de mi tīo. –dijo.
Keops, el babuino dejó la habitación con mucho cuidado de no derramar ni un solo Cheerio. Terminamos de recoger el cereal despues de varios minutos.
- Bueno, debería irme. Se está haciendo tarde y es un largo camino a casa.
- Quieres que te acompañe? O le puedo decir a mi hermano...
- No, no esta bien, puedo ir sólo. Así puedo pensar. –dije imitando lo que ella me habia dicho horas antes. Ella río ligeramente.
Me acompañó hasta la salida donde dijimos un rápido adiós y un beso en la mejilla como es usual. Y regresé a casa. Un largo camino a casa.
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yeeii tercer capitulo!! perdon por la tardanza, falta de imaginación. Mañana trataré de subir otro capítulo. Bueno, disfruten :) Recuerden que el capítulo 2 estaba incompleto y despues lo completé así que si no lo revisaron revisen. -andre PD: les dejo mi twitter como siempre: fivessos.
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No soy Spiderman [EN PAUSA]
أدب الهواةUn chico, una vida normal y amigos absolutamente normales. Claro que todo cambia cuando los padres de Peter Parker, el chico de la vida normal, mueren y tiene que vivir en casa de su tio no casado, Arthur Parker. El primer dia de clases, despues de...