No creo en super heroes

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sentí su respiración juntó a la mía.

Cada vez más cerca.

el olor a cigarrillo y licor rodeó mi cara invadiendo todos mis sentidos.

Trate de quitarlo de encima moviendo mis brazos y piernas pero me tenía completamente inmovilizada.

Empezó a jalar de mi blusa lo detuve moviendo mis brazos en todas las direcciones posibles y le trate de dar en la cara con mi puño.

-te dije quieta!- dijo pegándome una patada en la rodilla.

El dolor hizo que callera en el piso dejando caer todo el peso de mi cuerpo a toda velocidad sobre la pierna lastimada.
Una lágrima se asomó en mi ojo derecho luchando por no salir.

Mierda.

Porque me pasa esto?!

Mire al cielo adolorida pidiendo auxilio y el hombre volvió a pegar haciendo que callera de lado y quedara acostada en el piso.

Solté un último grito de dolor y
Luego mi mirada se nubló.

Para que grito? Quien vendría a ayudarme? Quien querría ayudarme?

Mi padre mi odia.
A dura apenas me hablo con mi madre.
No tengo amigos, nadie cercano me conoce, aún si pasara algún estudiante me evitaría completamente para ahorrarse los problemas y seguiría por su camino, además los pocos estudiantes que conozco me odian o simplemente me evitan.

Me ahogue en mis pensamientos mientras el hombre tatuado me lamía el cuello y me desabotonaba la blusa.

Me rindo.

Esto es lo que me merezco al final.

Un ser miserable como yo? Simplemente no merece ser salvado.

ningún súper héroe malgastaría su fuerza en mi.

Deje que la lágrima resbalara por mi rostro y relaje mis músculos dejando de forcejear con el hombre y quedando complemente tirada en el suelo.

-date prisa antes que de alguien nos vea - dijo uno de los gorilas.

-así me gustas linda, quietica. preciosa-dijo presionandome en la pierna con el morado del reciente golpe.

Grite por instinto del dolor.

-que no habías aprendido pequeña puta?!- me pegó una patada en el estomago haciendo que me retorciera del dolor mientras ahogaba un segundo grito.

Dos lágrimas acompañaron a la primera bajo mi nuca a punto de caer al suelo.

Era como si estuviera muriendo interiormente.

Vi la gota caer el cámara desde mi nuca hasta el suelo ante mi.

Como se volvía millones de gotitas con el contacto del suelo. Y desaparecía en un charco de oscuridad en el suelo gris,
Perdiéndose entre las otras gotas que caían del suelo. Y al final, desapareciendo.

El hombre me levanto de la corbata del informe pero no pude apoyar mis piernas en el suelo por el dolor, así que no pude pararme y solo trate de disminuir al presión  de la corbata en mi cuello con mis manos.

-te portarás bien desde ahora entendido?- o esto nunca terminara- se acercó a mi con su asquerosa lengua afuera.

Mi cuerpo estaba paralizado.

Mi mirada perdida.

Mi consciencia extraviada.

Su lengua empezó a recorrerme el cuello y poco a poco se acercaba más a mis manos- el olor a cigarro cada vez estaba más impregnado en mi.

Cerré los ojos fuertemente desechando mi última esperanza.

y cuando los cerré una extraña
Imagen llego a mi mente. Un hombre a lo lejos.
Una imagen un poco borrosa que se fue aclarando poco a poco.

Su sonrisa.

Cómo podía pensar en él en un momento como este?

Sonreí levemente por la estupidez de mi subconsciente, en mis últimos
Momentos antes de ser violada en lo único que podía pensar era en ese Estupido estudiante nuevo? Es en serio?
Volví a sonreír mientras era tocada por esa asquerosa y horrible lengua que empezó a recorrerme el rostro ya.

Susurre.
Como era su nombre?
Ah, sí.

-Natsu-

Deje liberar mi último aliento.

Vi un puño pasar por mi cara, pero este no me golpeó a mi. Casi al suelo ya que lo único que me sostenía en el aire eran los brazos de ese hombre.

El hombre callo a mi lado.

gritó mientras un joven le reventaba la boca a punta de golpe y luego la nariz inmovilizándolo mientras lo acorralaba con sus piernas en el piso y seguía golpeándolo en el rostro.

la sangre empezó a salir de su rostro y empezó a manchar el piso a su alrededor.

Su cara se llenó completamente de sangre e hinchazón.

Los otros trataron de detenerlo pero
En menos de 3 minutos dominados por el terror dejaron sólo al hombre de los tatuajes que trato de violarme el cual estaba completamente inconsciente en el suelo, con una cara irreconocible.

El joven que lo jadeaba en frente de él.

Le habían herido el brazo.
Volteo a verme y aún jadeando de limpio el sudor de la cara y me ofreció la mano.

Entre la oscuridad del callejón sólo pude identificar una sonrisa blanca y cálidamente familiar.

Hasta reconocer los ojos verdes oscuros que me hacían suspirar ayer justo antes de dormir.

-Nat...-dije liberando una pequeña sonrisa- i-idiota- me desplome en el suelo perdiendo la conciencia.

hasta qué te conocí [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora