ROBERT
Estaba por caer la noche y podría jurar que casi no alcancé el último tren del metro que se dirigía a mi nueva casa. Me costaba mucho en acostumbrarme a esta ciudad llena de números y sectores (aparte del clima helado que tenía), honestamente estaba harto de ellas (y eso que recién había llegado hoy) se suponía que mi casa estaba en el sector 2-BW o eso creo; bueno eso fue lo que decía la nota que me había dejado el albergue juvenil de mi antigua ciudad, antes de dejarme en el aeropuerto de este laberinto de cemento.
El tren en el que viajaba no estaba muy lleno pero tampoco había asientos vacíos lo cual era una pena ya que estaba casado de estar de pie, no había parado de caminar apenas pise el suelo de esta ciudad, además la maleta que llevaba pesaba un montón. Mejor les hubiera hecho caso a las monjas cuando me dijeron que solo llevase ropa y unos cuantos libros, pero ya era tarde para lamentar.
Cuando llegué al sector la noche ya era completa, hacía mucho frio y me sentía cansado. Revise la nota del alberge y seguí las instrucciones, al pie de la letra, para llegar por fin a mi nueva casa. Claro que llegué, pero antes de eso me perdí dos veces.
La casa era de una planta, por fuera parecía pequeña pero por dentro era realmente espaciosa y acogedora, quizás algo grande para un adolescente de 17-con-casi-18 pero tenía todo lo que necesitaba. La cocina y la sala era lo primero que se veía al entrar pero luego notabas que había más al fondo , más habitaciones y en efecto eso era lo que era , dos habitaciones generosas , un baño espacioso, un diminuto cuartucho y también había una enorme ventana que daba hacia un pequeño jardincito. Estaba encantado con aquella casa.
¿Tanto se querían deshacerse de mí aquellas monjas que para no tener cargos de conciencia me enviaron a un lugar así? Si fuese así, gracias Sr. Cargo-de-conciencia. Iba a cuidar este lugar e iba a hacer todo lo posible para que me establezcan aquí de manera definitiva pero para eso tenía que comportarme adecuadamente, esa era una de las condiciones que estaban escritas en la nota que tenía en el bolsillo y yo tenía todas las intenciones para cumplir con cualquier condición que me pusieran.
Deje mis cosas en una de las habitaciones que tenía una ventana con vista a la calle y empecé a revisar si habían dejado algunas cosas para acomodar en esta casa.
Las monjas o quien sea que fuese había dejado; utensilios de cocina, una modesta ropa de cama y una caja de jabones que contenía eso, jabones, y también pasta dental
Algo faltaba aquí, en este hueco había un refrigerador, muebles y una serie de cosas que uno desearía tener en casa...pero sentía que algo faltaba, algo esencial no sabía que era.
Revise si habían dejado, quizás, algo de comer pero... nada, no había nada que comer y estaba demasiado cansado como para ir a comprar algo de cenar , aparte de que no conocía nada del sector y era más que probable de que me perdiera en el intento . Tenía que solucionar eso, no podía estar perdiéndome a cada rato, tenía que conocer el lugar bien antes de que comenzara la universidad a la que iba ir. Tenía tiempo para acostumbrarme a esta ciudad pero, el único que desconocía de tiempo en este momento era mi estómago, no había comida, así que decidí ignorarlo.
Me dirigí a la habitación en la que había dejadomi maleta, tendí la ropa de cama, de un color añil, en el colchón desnudo ycambie mi ropa; jeans azules, camiseta blanca y un par de tennis; por algo más cómodo como un pantalón defranela con estampado de ositos (obra de las religiosas), camiseta de algodón yun buen par de medias de lana para este frio de mierda que hacia esta noche.Apague las luces de casa y me metí entre las mantas de mi cama, no tarde muchoen quedarme dormido
Hola de nuevo , gracias por leerlo.
espero que sigas haciéndolo >.<
¡¡nos vemos!!
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Y allí estoy yo
Romance- ¿Algún día los olvidaras?- pregunto ¿Puede olvidar uno fácilmente la muerte de alguien a quien ama? toma tiempo ¿no? - No lo sé... tal vez, algún día... - dije - o quizás nunca -¿Nunca? Quien querría vivir con muertos en la cabeza - dijo mirá...