Y allí estoy yo

Domingos y café

RUE:

Era domingo y aun así tenía que ir a trabajar.

Una molestia.

Le había prometido a mi hermana que le ayudaría con los gastos así tenía ir y trabajar para conseguir dinero ; si no hubiese sido tan... caprichoso al querer mudarme , tenía la opción de quedarme en ese lugar que alguna vez había sido mi hogar, pero simplemente yo... no...Podía hacerlo, era asfixiante la soledad que se sentía en allí, así que me mude, pero sé que en parte mi hermana también quería que lo hiciera, me refiero a mudarme, debido a los efectos que el quedarme en aquella casa tenía en mí personalidad (según mi hermana).

Me levante con pereza y observé el reloj de mi cuarto, eran 6:55am era temprano para ser domingo, el lugar en el que yo trabajaba se abría a las 8:00am; yo tenía que llegar a las 7:30am, así que eso significaba que llegaba tarde. Con prisa me metí al baño y me di una rápida ducha y me puse el uniforme de la cafetería que consistía en una camisa blanca, pantalón y zapatos negros. Agarre el delantal marrón que deje en la sala y salí lo más rápido que pude del departamento.

Tome el bus público que llevaba al metro del sector, logre alcanzar al tren de las 7:10 lo cual era bueno llegaría con cinco minutos de antelación a la cafetería así que no tendría que soportar las riñas de Emma, la encargada de las mañanas, y así quizás me deje tomar algo de desayuno.

ROBERT:

Y llego el maldito domingo me había pasado toda la semana, desde que llegue, ordenando mi nueva casa y también me la pase buscando lugares de comida, librerías, tiendas de ropa, supermercados, parques y muchas otras cosas, tenía que acostumbrarme a este lugar.

Todo esto era mejor que estar en el maldito orfanato con las religiosas y sus domingos de misa y sus "alabarle al señor ".Había conocido unos cuantos sectores llenos de parques y áreas verdes.

Hoy tenía toda la intensión de ir a buscar cafeterías o Starbucks (no sé cómo se llaman solo conocí la cafetería de la escuela a la que iba), pero antes de hacer eso tenía que llamar a director del albergue juvenil tenía que darle un "informe" de cómo me iban las cosas aquí. No quería hacerlo, no quería volver a escucharlo pero tenía que.

Comenzó a timbrar, lo intente 3 veces y no contestó, por lo que desistí. Me levante de cama y empecé a alistarme para el día de hoy, decidí también que hoy compraría implementos que iba a necesitar en la universidad y algo de ropa abrigadora en este lugar hacia un frió que llegaba hasta los huesos .

Me disponía a salir cuando empezó a sonar mi móvil, era el director.

Conteste.

-alo?

Silencio, se escuchaban como papeles en el fondo, pensé en colgarle y para cuando llamara de nuevo le diría que fue la mala señal del sector en donde vivía pero no tuve oportunidad de hacerlo

- Hola Robert – saludo el adulto, el hecho que mencionase mi nombre me dio escalofríos, habían cosas... que hacía que odiase mi nombre cuando él lo pronunciaba

- Que tal- respondí con el entusiasmo que me provocaba hablar con el- muchas gracias por la transferencia daré todo mi esfuerzo en hacer mi estancia aquí sea definitiva

- Me parece excelente no queremos más... incidentes desagradables, Robert.

Realmente lo odiaba

Me pregunto si me había llegado a acostumbrar a este lugar y que me pareció la casa y que tenía planeado hacer antes de que comience las clases en la universidad, respondí a cada una de sus malditas preguntas con frases cortas y con la mínima información posible, luego de mis respuestas se excusó diciendo de que tenía cosas que hacer en la prisión de niños.

Lo cual agradecí, no quería seguir hablando con esa persona

Mis ganas de salir se habían ido, quería quedarme en casa pero mi estómago protesto y tuve que buscar un lugar donde comer y a ver si encontraba alguna tienda de ropa porque en esta ciudad el frió podía congelarte hasta los huesos