Cuando Pidge le dijo a Lance que quería ir de compras unos dias antes de navidad, Lance había pensado que al final de cuentas la pequeña era una chica después de todo, tomo dinero suficiente para cualquier cosa de maquillaje o ropa, se despidió de su familia y fue al encuentro con la chica de ojos de otoño.
La castaña tomaba su mano, le comentaba de sus proyectos y le explicaba algunas cosas, Lance trataba de seguirle la corriente, pero en algún punto de la conversación, se rindió y solo la dejo seguir hablando con una sonrisa en su boca.
Acompañar a la pequeña era una experiencia tan diferente como divertida.
Normalmente cuando iba de compras con Allura y Romelle, terminaba el cargando hasta el perico, de la cantidad de ropa innecesaria que ambas adquirían mes con mes, cuando iba con sus hermanas Rachel y Veronica, terminaba pagando hasta cosméticos para la araña del baño de arriba.
Cuando iba con su cuñada Lisa, terminaba encantado por la ropa de bebe que su futuro sobrino necesitaría.
Pero con Katie, debía de ya suponer que todo era diferente siempre.
La chica entraba y salía de las tiendas de comics, miraba por encima del aparador zapatos y tenis, le fascinaban los electrónicos y habían terminado en varias tiendas comprando cosas pequeñas que juntas hacían un montón de cosas que a vista eran adorables y según Katie útiles.
Compraron diodos, LED's, capacitores y resistencias, también placas fenólicas de diferentes tamaños, soldadura, pasta para soldar, cables de distintos colores y jumpers hembra-macho, macho-macho y hembra-hembra.
La lista era interminable pero Katie insistía en pagarse ella sola todas sus cosas y Lance no sabia como debatirle, era la primera vez que una mujer en su vida le dejaba muy en claro que era "auto suficiente", en algún punto de la tarde entre tantas compras, Lance dejo de saber si tenia como novia a una adolescente de cuarto semestre de preparatoria o a una ingeniera en electrónica industrial.
—Solo me falta el multímetro y podremos ir por un helado, Lance. — le sonrió —Tenia uno, pero murió con una descarga eléctrica que no contemple al dejarlo conectado, a veces soy muy descuidada. — Lance la miro y rio, despeinándola, mientras le quitaba de la cabeza una puerta lógica, riendo y dándosela, debió caérsele encima cuando pedía las cosas y movía a los empleados de un lado al otro buscando los dichosos transformadores.
—Sip, eres muy descuidada. — beso su frente y la dejo caminar.
Vio como sus ojos paraban en una cosa rara, tenia una punta de metal, aquello era lo único obvio para los ojos de Lance que no conocía su función.
—¿Qué es eso, Pidge? — pregunto con las manos en los bolsillo, Katie lo miro, con aquellos ojos tan cambiantes brillando.
—¡Es un Cautín! — le grito —o soldador con punta de lápiz, como quieras, tengo uno casero pero seria genial tener uno de verdad...normalmente Matt me presta el suyo, pero dentro de nada regresa a la universidad y se llevara todas sus cosas y ahhhh — conto el dinero de su monedero y bajo la cabeza —Sera para la otra, no tengo suficiente dinero. —
Lance volvió a ver el dichoso objeto detrás de la vitrina, acompaño a Pidge por el multímetro a otra tienda y ambos se fueron a comer un helado.
En algún punto de las platicas, Lance se excuso con tener que ir al baño, media hora después, Pidge le esperaba, entretenida con las cosas que compro y armando como desarmando circuitos en un pequeño protoboard que saco de su mochila, cuando vio a Lance, le sonrió.
El chico beso su mejilla y le dejo una pequeña cajita enfrente.
—¿y esto? — Pidge levanto la caja, moviendola de un lado al otro, examinando el papel de estampado de Mickey Mouse.
—Un regalo de navidad, adelantado por supuesto. Veras, dentro de tres días es navidad y dentro de dos yo me marcho a Cuba con mi familia, no estaré aquí, pensé en comprarte algo en ese lugar, pero creo, que esto es mas tu. — Pidge se sintió un poco culpable de olvidar que ella también le tenia que comprar algo a Lance, pero el no parecía esperar nada.
Tal vez había esperado que lo olvidara, porque si, Pidge era inteligente pero descuidada en muchas cosas.
—¿Puedo abrirlo? — McClain asintió e hizo un ademan para que lo hiciera.
Los ojos de Katie brillaron en emoción al rasgar el papel, tomo a Lance de los hombros y lo beso como si no hubiera un mañana, agradecía entre besos y Lance estaba maravillado de esa expresión.
—¡No tenias que hacerlo! — y en sus manos estaba el preciado Cautin, con una punta para cambio y un destornillador para colocar ese repuesto, Lance solo sonrió.
—Nop, no tenia que hacerlo, pero quería hacerlo. — Katie le vio emocionada por completo y después solo lo abrazo.
—Te extrañare estos días.
—Oye, solo serán unos días, sobreviviremos y aun tenemos los mensajes de texto, y si eso falla, sigue en pie lo de aprender señales de humo. — Lance tomo las cosas de Katie de la mesa y tomo su mano mientras ella con la otra abrazaba el cautin contra su pecho, completamente emocionada y feliz de ese regalo.
Lance tenia razón en una cosa, con Katie todo era diferente, la mayoría de veces no entendía de que hablaba, compraba cosas extrañas que no eran normales en una chica, a veces era despistada y muy descuidada con su aspecto como con sus palabras y acciones.
Pero asi de diferente y extraña, Lance la adoraba y quería con la vida.
Porque después de todo, Katie era su novia, y el no lo deseaba de otra manera.
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Presente. /Plance/
Fanfiction/Segunda parte de mentiras/ Ambos son dos inexpertos en el amor. Ambos están creciendo a una velocidad alarmante. Ella es endemoniadamente inteligente. El es completamente azul. ¿Podrán seguir juntos? A veces querer a alguien, no es suficiente.