Capítulo VI

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Se demoraron un día y una noche en llegar al refugio y para NamJoon dormir afuera fue lo más incómodo y extraño del mundo.


Al caer la noche el padre de Jin sin decir nada les señalo el suelo. El pequeño alfa no había captado el mensaje hasta que Jin le susurró que quería que durmieran y así lo hicieron, intentaron acomodarse en el césped ante la fría mirada del Alfa que seguía de pie y luego de un rato se fue a sentar en una roca mirando a su alrededor.

Al día siguiente el primer en despertar fue NamJoon, lo primero que vio fue al Alfa que seguía sentado en la roca y luego se fijó la gran cantidad de frutas que estaba frente suyo, despertó a Jin para así comer ambos, hasta que llegó el Alfa y agarró nuevamente el brazo de su hijo, Jin rapidamente tomo la mano de NamJoon para así continuar su caminata, tuvieron que subir por un cerro hasta que por fin llegaron a unos grandes muros de piedras.

—¡Hasta que te dignas aparecer Matthew!.— gritaba una beta en lo alto de una torre.

las puertas anchas de madera se abrieron dejándolos ingresar.

NamJoon sentía como sus piernas le tiritaban y se sentó en el suelo para masajearse. Jin también quería sentarse pero su padre aún no lo soltaba tuvo que forcejear un poco hasta que por fin lo soltó y se sentó alado del menor.

—Te dejó marcado.— señaló el brazo enorjecido del Omega por la fuerza que ejerció el alfa.

—Es un bruto.— se sobo la zona afectada para mirar mal a su padre que le estaba dando la espalda.
—Y un tonto.— Aprovechó en sacarle la lengua.

NamJoon rió bajo contagiando a Jin que se tapó la boca para no ser escuchado, ambos vieron salir a la beta que estaba en lo alto de la torre.

—¿Que demonios te paso? Sabes muy bien que no puedes abandonar el refugio ¿No sabes en cuántos problemas estas metid- — al acercarse hizo una mueca de asco y se tapó la nariz. —¡Puaj! ¡Que horrible hueles!.. ¿Y tú ropa dónde está? ¿Y esa sangre? Espero que no sea tuya...—

—Hablas mucho para ser una Beta.—

La beta rodó los ojos con fastidio, y mentalmente empezó a contar hasta diez o cien, tenía que tener paciencia con las costumbres de las manadas, pero la de Inari de verdad la sacaba de quicio, para evitar una pelea prestó atención a los cachorros que estaban detrás de Matthew, se acercó a ellos con estusiasmo.

—Y para variar nos mentiste, dijiste que no tenías crías ¡Más problemas para ti!— señalo en forma acusadora a Matthew. Sólo recibió un gruñido como respuesta.
—Pero lo bueno que encontraste a tus cachorros ¿No?—

—No.— respondió seco y señaló al Omega. —Sólo encontré a uno, cachorro presentate.— ordenó.

El Omega obedeció lavantadose del suelo y se sacudió el polvo e hizo una reverencia.

—Hola, soy Kim SeokJin.—

—Un gusto, soy JiWoo.— sonrió. —¿Y quién es el otro cachorro?— le preguntó al Alfa adulto.

—Ahora es tú problema.— se alejó sin antes de llamar a su hijo.
—SeokJin, vámonos.—

—¿Puede acompáñarnos NamJoon?—

Resplandeciente. [Omegaverse] [NamJin] (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora