En el pueblo de Lionés vivía una doncella, que trabajaba junto a sus padres en una Repostería, le gustaba coleccionar plantas, flores, y semillas...
En el pueblo vecino vivían tres Príncipes, también conocido como Verdugo, uno de ellos odiaba tener...
Estaba con King en el Árbol sagrado, había un silencio entre los dos, hasta que King hablo.
- Oye Diane...
- ¿Si?.
- ¿Te gusta estar aquí?.
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- Claro!.
- Tal vez podríamos vernos mas seguido... emm.. digo yo...
- Si, si puedo, pero aun así extraño a mis amigos...
- Entiendo.
- Pero tu también podrías hacer lo mismo.
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- Soy el Rey no es fácil salir cuando yo quiera.
- Ah.. verdad, se me olvido jeje.
- Pero sabes que ellos también son bienvenidos... Yo... quiero estar contigo...
- Ki...King - Puse mi mechón de cabello en mi boca, siempre lo hacia.
- ¿¡Eh!? No quiero que te sientas incomoda.
- No... no es eso, pero entendí otra cosa.
- La verdad, es lo que estabas pensando... - Me puse roja, sin saber que hacer - ¿Te gustaría que saliéramos? ¡So...Solo intentemos pri...primero! Si no te agrado me puedes rechazar.
Quede viéndolo un momento, el era el Rey, y podía hasta obligar a alguien a casarse con el si el lo quisiera - Yo... emm...
- Si no quieres te entiendo, no pienso obligarte...
- Es que me gustaría también... pero eso significa que no podre ir a Lionés...
- ¡No! Claro que puedes ir.
- Entonces si!! - King se acerco a mi y me beso, pero fue corto ya que se escucho la voz de Helbram.
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