Una sonrisa difícil de olvidar

558 54 6
                                    

Había una buena razón para estar nervioso...
Las preparaciones para la cena ya estaban casi listas todo para recibir al joven amo, todos en la mansión iban y venían atareados.

Se preguntaba si recordaría las veces que jugaban en el jardín o cuando ambos se escabuían a la gran biblioteca...
Recordaría cuando ambos terminaban con dolor de panza por tanto reír, después de ser perseguidos por el viejo jardinero luego de cortar los rosales recién podados...

Lo recordaría como él lo hacía?, con esa gran sonrisa que mostraba sus mejillas regordetas, sus dientes blancos y sus rosadas encías...con sus ojos casi cerrados y sus largas pestañas relucientes a la luz del sol...

- Han?...no se que haces aún con esos cubiertos, tu madre los necesita para terminar de colocar la mesa - dio un brinco de susto al escuchar esa voz...

- lo siento papá, lo llevaré enseguida - dio una leve inclinación y fue corriendo al comedor principal.

Sus padres y los padres de ellos siempre habían trabajado para la familia Choi, incluso ahí en esa misma mansión fue donde se enamoraron...una historia cursi hasta el punto de provocar que se contraigan cada uno de tus dedos, sin embargo amaba oírla una y otra vez...

- Dios Hannie, porque tardaste tanto en traerlos, por favor Meani empieza a colocarlos - la nueva chica de servicio, alta, de cabello bien recogido y linda sonrisa se acercó y le quitó de las manos el baúl que contenían los cubiertos de plata, mientras su madre terminaba de acomodar los ramos de flores en los preciosos jarrones esparcidos a lo largo de la mesa...

- Hannie puedes irte si quieres, ya está todo listo -

- no hay problema, me gustaría quedarme y ayudar después - en realidad se moría de ganas por ver al joven Choi, habría cambiado tanto como él?

- no tienes que ir a la universidad mañana? - era verdad... Si tan solo su padre no lo hubiera instruido a una carrera bastante complicada como medicina...
Amaba la mansión y la casa junto al vivero donde vivía con sus padres...pero al parecer ellos creían que esa vida no era para él, que estaba destinado a algo más...algo diferente, no es que no le gustara, amaba estudiar medicina, pero también sentía que se alejaba cada vez más de ese hermoso lugar, de sus padres y por supuesto que de él...

Si solo entendieran que amaba tanto ese lugar y que los extrañaba cuando no estaba cerca de ellos, en fin era mejor ir por su traje...

Todo el personal de servicio estaban en fila muy bien arreglados, su madre daba las últimas instrucciones antes de que las grandes puertas se abrieran de par en par, siendo los señores Choi los primeros en llegar (a su propia casa, después de su viaje a Londres), solo un par de invitados más y al llegar la familiar limusina negra, su respiración se detuvo cuando él bajó de ella.

Su cabello negro ébano bien peinado, su piel clara y ojos profundos, labios gruesos y su muy marcada mandíbula...sin duda los genes de la familia Choi estaban presentes en él, fuerte y elegante.

Verlo pasar delante de él sin reconocerlo le recordó la distancia entre ellos incluso si habían vivido tan cerca años atrás...un nudo en el estómago se movía dolorosamente.

- ve a dormir Han, yo puedo encargarme de esto -

- a caso no quieres pasar tiempo conmigo - mover la alfombra era pesado incluso si no lo pareciera, pero su padre odiaba ver al servicio quejándose o durmiendo al día siguiente, así que enviaba a dormir a todos quedándose solo con la mayor parte del trabajo.

- amo pasar tiempo contigo, pero no tienes que ir a la universidad temprano - no creía poder dormir incluso si lo intentará.

- solo déjame ayudarte viejo gruñón -

historias cortas jeongcheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora