❝New Boy❞ [Johnny Orlando y tú.] |EN EDICIÓN|

Capítulo 02

____ POV

Escucho los autos pasar por el vecindario, escucho también voces que conversan. Con dificultad me estiro bajo las sábanas y retiro ésta de encima mío, al instante siento la intensidad del sol sobre mis ojos.

¿Sol? ¿A las seis de la mañana?

Tomo mi celular y observo la hora.

¡Maldición! Son las ocho. Si no mal recuerdo entrábamos a las siete y cuarenta. Pero yo puse la alarma, ¡Juro que puse la maldita alarma y no sonó!

—Mierda, y justo en mi primer día de clases. —murmuro para después buscar entre mi ropa algo que ponerme. Huelo mis axilas, no hay malos olores, me bañé anoche antes de dormir, no puede ser tan malo.
Dudo unos segundos, y al final opto por no bañarme, es tarde y no tengo mucho tiempo.

Al estar lista tomé mis cosas para el colegio y salí de mi cuarto. Recordé a Angela y me asomé a su habitación, ella no estaba allí.

Esa desgraciada se fue sin mí.

Bajé a la cocina para buscar algo que comer, tomé varias frutas y una nota que parecía ser para mí.

"Aquí está la dirección del colegio, no está lejos de aquí, pueden ir en bicicleta si les parece. Espero que tengan un lindo día de clases, recuerden, un nuevo comienzo, las amo. —Besos, mamá."

Tomé la bicicleta que estaba en el patio y me apresuré a llegar al colegio. No se me hizo difícil llegar tomando en cuenta que el edificio es del tamaño de un centro comercial. Literalmente.

Dejé mi bicicleta en un lugar apropiado y me adentré en el Instituto. Grandes paredes y coloridos murales adornaban todo alrededor, era un lugar muy amplio, y más moderno de lo que me imaginaba.

Recuerdo el hecho de que estoy llegando tarde e intento buscar a Angela entre la multitud de estudiantes. ¿Cómo demonios se supone que voy a encontrarla? Es imposible con tanta gente y tantos pasillos. Retrocedo unos pasos y siento que choco con alguien, me volteo y me encuentro con una chica rubia de lentes.

—Lo lamento. —me dice ella a mí, y frunzo el ceño mientras me agacho para recoger las cosas que se le han caído.

—Yo lo lamento, estoy un poco desorientada en este lugar, —le digo, y ella me sonríe amablemente.

—Tranquila. Has chocado con la persona indicada. Soy organizadora general del colegio y para tu suerte, sé todo acerca de este lugar, ¿qué clase te toca ahora?

—Yo...no tengo ni idea.

Ella alza las cejas.

—Vaya, estás perdiendo media clase de lo que sea que tengas ahora. Vamos a dirección, allí tienen los horarios.

La sigo hacia donde está la supuesta dirección y me deja frente a una puerta llamativa.

—Es aquí. No olvides decir buenos días, y si te pregunta cómo estás respondele y luego pregunta cómo está ella. Le encanta la atención, ablandará un poco el hecho de que estás llegando tarde siendo nueva y en tu primer día.

—¿Cómo sabes que soy nueva...?

—Todo el mundo conoce el Instituto de pies a cabeza, aunque creas que eso es imposible. Además, he sido organizadora durante tres años, déjame decirte que jamás he visto una cara como la tuya por aquí, no es tan difícil saberlo, todos se darían cuenta.

—Oh, bueno. Gracias.

—¿Nos vemos en receso? —arrugo las cejas mientras ella espera por mi respuesta, no esperaba que dijera eso.