Llegué al aeropuerto lo más rápido que pude, no me dió tiempo ni de arrepentirme. El aeropuerto donde el partiría, era demasiado grande y tampoco mi valor.
Y ahí estaba Di (como solía decirle) el chico que con su sencillez y ojos tristes me había echo quererle, lo conocía desde pequeña, pero apenas hace 6 años lo empecé a ver con otros ojos.
Se veía tan lindo, era de esos chicos que poniéndose lo que sea se ven bien, es alto y eso era lo que me gustaba, su cabello ondulado, sus ojos negros, su risa tan odiosa, era algo imperfecto que me había sentir perfecta.
Sin pensarlo mas me acerque y le hable.
-Hey Diego...
- ¿Lisa? Hey.. que haces aquí- respondió sorprendió- ya se vienes por alguien no?- Añadió.
En ese momento quise decirle que si, que no era por el que estaba parada ahí.
Pero sin más pensé que era hora de sacar lo que sentía y le dije.
-Di, ven siéntate a mi lado quiero contarte algo.
- Lisa, chisme? Que no pudo esperar? Jajajajaja pero haber dime, cuál chisme hay ahora.
El no tenía ni idea que yo estaba ahí por el.
-No Diego, no es chisme, ven por favor.
Me miró extrañado, pude ver en sus ojos su confuncion, pero también pude ver su interés y sin más empeze
-te conocí de casualidad en aquel verano, aún recuerdo que te vi ahí parado y pensé valla que chico tan tímido, te ví evolucionar, y recuerdo aquellas noches de risa cantando "perfecta" de Miranda que tuvimos, las tardes donde nos pasamos horas hablando, en qué momento crecimos.
Tome aire, y cayendo una lágrima en mi continúe.
Pero también quiero que sepas lo mucho que llore por ti, como me imaginaba todas las noches en como le podía decir a mi "mejor amigo" que estaba enamorada de él, cada vez que te reías conmigo, cada vez que te observa, en lo difícil que fue soportar lo precioso que hablabas de una chica.
Seque mis lágrimas y le dije
No vine aquí para hacerte cambiar de opinión o para darte lástima, más bien vine por qué quería sacar de mi todo este peso que me traigo, ve y espero que hagas feliz aquella chica se que te ama y que te espera.
Le tome la mano, me pare y le dije: te quiero como jamás lo haré, te eh comparado con medio mundo y ellos no son como tú, sé feliz por qué así estaré feliz.
Me aparte de el dandole un beso en la mejilla, y me marché sin voltear.
Al ir caminando en el estacionamiento me imaginé aquella escena donde el chico corre tras su amada y sin más la besa, aunque quería que sucediera, no lo podía permitir no por mi culpa o por las malas decisiones que uno toma los demás deben sufrir, y así estaba bien así quería que sucediera.
¿Es egoísta el amor?