Narra Damián
Ella es frágil, sensible, tan dulce, tan ella.
Desearía que esos ojos tan hermosos como el mismo cielo nunca lloraran, que nunca derramaran una lagrima de dolor.
Pero no puedo hacer nada, no puedo parar su sufrimiento, su dolor, su confusión.
Confusión que yo puedo aclarar, ¿ pero cómo hacerlo? , ella me odiaria, no confiaría en mí, hasta pensaría que yo también soy culpable, cuando fui el único que se interpuso.
Y es que como decirle que su madre, su abuela y todas su familia , fueron acesinadas, masacradas de la peor manera, que no tuvieron ni una pizca de piedad, que no pensaron en que eran inocentes, en que no tenían culpa de nada.Como decirle que todo su linaje fue exterminado y más que eso, que soy el hijo de la persona que le ocasionó tanto daño.
Que el culpable de todo, de su sufrimiento, de cada día de duda, de sentirse diferente ante los demás, de que éste Solá.
solo es culpa de un solo ser , y ese ser... es mí padre.Pero detesto esto, detesto que ella sufra, detesto que tenga tanto dolor, que un alma tan pura como la de ella se llene de rencor, de resentimientos, de sed de venganza, no quiero que se corrompa, que se convierta en un ser déspotas, un ser sin piedad.
Y es que no lo permitiré, no permitiré que mi padre la destrulla. No permitiré que se convierta en un ser oscuro, no permitiré... que se convierta en él...
Estoy a su lado acariciando su larga melena, es de color blanco y cubre toda su espalda, una característica que la hace mas fácil de identificar.
Ella llora como creo que jamás en su vida ha llorado. Se encuentra abrazando sus piernas , con la cabeza inclinada hacia abajo. Ha mantenido esa posición desde que supo que su familia está muerta.
Intento tranquilizarla, pero se que no lo lograré , hasta que se desahogue, porque siento sus sentimentos, el peso que siente sobre sus hombro, lo solá y desamparada que creé que está y no la juzgó porque de ser yo quién estuviera en su lugar, estaría igual o peor que ella.
Pero también confía en mis palabras y eso es suficiente para mí...
Ha pasado un buen rato, johan salió en busca de frutas o algún alimento, pero se que no encontrara nada, simplemente lo utilizó de escusa para dejarnos solos.
Le agradesco mentalmente. Y me dirijo hacía ella.
- Aileen. Utilizo la voz mas suave y tranquilizadora, sólo quiero mostrarle que no esta Solá.
- Aileen necesito que te repongas, sí, ya casi es de noche. -Ella me escucha, levanta su cabeza y se gira hacía mí , toda su cara esta roja al igual que sus hermoso ojos, ella me mira y sus palabras me dejan mas aturdido de lo que ya estaba.- Ya se de dónde te conosco. Ya se dónde he visto esos hermoso ojos esmeralda. -No se si lo pensó o lo dijo en voz alta, pero se a avergonzado de sus palabras, su hermosa cara se torno más roja de lo que ya lo estaba, sus ojos se abren como plato al notar lo ha dicho y con vergüenza tapa su cara con ambas manos.
- No es que me gusten ni nada... solo que .. son bonitos... bueno solo quiero que sepas que ya se quién eres.
Se que estaba nerviosa se notaba en el tis nervioso que tenía sus pies, no paraba de moverlos y de tocarlos repetidamente con sus manos, claro además de sus paradas en cada palabra.
No se que decirle, sí me recuerda sera lo mejor que me ha pasado hasta ahora. Por que siempre pense que solo sería algo fugaz en su vida. Y es que es imposible que lo pudiera recordar , aunque con su poder para ella nada es imposible.
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El Alma Gemela de Un Lobo
Người sói¿Como puedo amar una criatura de las que me arrebató todo.? - ¡No es su culpa!. Mí consciencia grita - ¡No es su culpa!. Intenta convencerme. ¡Aileen!- Gritó. Yo te amo. - Esas simples palabras que estremesen todo mi ser. Permíteme demostrarlo...