¿Podré Dejar De Amarte?

♡𝑬𝒔𝒑𝒆𝒄𝒊𝒂𝒍 𝑴𝒊𝒌𝒂𝒔𝒂♡

    (5 años antes)

—No, por favor, papá, mamá...—¿Que es lo que pasaba? ¿Por qué ninguno respondía?—Mamá, ¿que pasa? despierta ¿Papa?, ¡Por favor despierten! ¡No me dejen! Mamá abre tus ojos, Papá por favor, dime algo.—¿Que pasaba por qué no respondían?— Mamá...—
Decia con la voz entrecortada, sentia como caían las lagrimas por mis mejillas, no podía estar pasando, ¿Por qué no decian nada? ¿Por qué había tanta sangre? ¿Por qué?

Me agache y puse mi oído en el pecho de mi padre, no podía ser cierto, su corazón no latía, solo tuve el impulso de hacer lo mismo con mi Madre, pero al escuchar que el suyo tampoco tenía latidos comencé a desesperarme, esto cada vez se ponía peor, mis padres habían muerto, ¿que se supone que tenía que hacer ahora?

—¡Ayuda! ¡Por favor!—Grite desesperada. —¡Mamá!, ¡Papá! No me dejen por favor, ¡no quiero quedarme sola! No quiero, no quiero, ¡no quiero! ¿¡Por qué!?¿¡Por qué a mi!?—Gritaba desesperada, hasta que escuche las sirenas de las ambulancias, esperaba que todo estuviera bien. Por favor...

                                     
                                     
   30 de agosto
   Horas antes.
    (•••)

                                  

Era mi cumpleaños, me desperte como todos los días baje al comedor y ahí estaban mis padrés, me tenian todo preparado, tomamos desayuno, todo iba de maravilla, abri mis regalos, sin darme cuenta que seria lo último que tendría de parte de ellos, nunca me imagine que seria la última vez que los veria sonriendo, los minutos avanzaban, todo estaba pasando tan rápido.

—Hija, ven tenemos una sorpresa mas—Dijieron ambos, llevandome hacia el lugar, vendaron mis ojos. Cuando estuvimos ahí me sacaron la venda, me entregaron un sobre, lo abrí y decía:

"Fuiste aceptada en una de las mejores escuelas del país..."

—¡Gracias!—Dije con mucha alegría.

Nos sentamos a comer, seguían avanzando los minutos...

Escuché un ruido, no le tome importancia, otro ruido pero estaba vez fue mucho más cerca, algo se estaba acercando, y yo no hice nada más que seguir sonriendo y disfrutando.

Hasta que, aparecieron dos hombres vestidos de negro disparando, ¿De dónde salieron? ¿Eso era el ruido que había escuchado?

—¡Ahh!—Grité, y no debí hacerlo.

—Mikasa...—Me habló mi madre. —Escondete y no salgas por ningún motivo—Dijo finalmente. —Ve... Hijita—

—Pero, ¿y tú y papá?—Le dije mirándola, mientras un escalofrio recorria mi espalda al escuchar unos pasos acercandose a nosotros.

—Estaremos bién...—Dijo esta vez mi padre.—No salgas hijita, quédate aquí ¿si? No hagas ruido.—Terminó de decir.

—Ve, por favor escondete, hace caso.—Dijo nuevamente mi mamá, por qué querían que me escondiera, ¿iba a estar todo bien?

—Te amamos...—Dijieron ambos besando mi frente, mentían, ¿por qué se estaban despidiendo?

Finalmente hice caso, me escondí debajo de la mesa, estaba temblando tenía miedo, se escuchaban gritos, tape mis oidos al escuchar dos fuertes estruendos, sabía que no andaba nada bien, no quería salir tenía miedo, tenía que hacerles caso, no tenía que salir de mi escondite.