Capítulo III: Involucrado

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Siempre es más fácil culpar a otros
por los errores que cometes.
Se había acostumbrado a que le culparan 
cuando algo malo les pasaba y él estaba cerca

Eso puede lastimar a los demás, pero una vez

estas acostumbrado solo optas por decir: 

"Da igual"

......

Esa mañana tenían educación física clase de educación física y los chicos comenzaban a organizarse para un partido de futbol, empezaban a armar sus equipos. Tsuna estaba al fondo junto a la delegada con un sujetapapeles, era el encargado de los materiales, se debía hacer cargo de los objetos que fueran utilizados por su clase. Mientras los dos capitanes discutían sobre quien tendría al capitán del equipo de béisbol en su equipo, escucha como la delegada se quejaba a su lado de lo inmaduros que eran los chicos de su clase, un profesor le pidió que fuera al depósito en busca de los balones para el juego.

- Mira mira, estas cosas se venderían muy bien afuera -

En la entrada del depósito estaban los delincuentes de 3er año, sacaban los equipos y los esparcían por todos lados buscando algo de valor que se pudiese vender, en pocas palabras iban a robar a la escuela.

- Vaya, todo esto se ve muy gastado, no nos darán mucho por estas cosas- decía uno que sostenía un marcapasos.

- ¿Que esperaban? es una escuela- decía otro lanzando a un lado unos conos naranjas cerca de los pies del castaño.

- Oigan, miren - voltearon encontrándose al castaño mirándolos, con sus puños apretados -¿Qué quieres?

- ... - camino adentro del depósito pasando a un lado de ellos, tomo uno de los sacos con balones de futbol y una bomba de aire.

- Ja? Oye ¿nos estas ignorando? -

- ... - puso el saco sobre su hombro yendo a la salida

- Oye! ¿A dónde crees que vas? - bloquearon el paso - Estas buscando irte y delatarnos con algún profesor ¿verdad?

- Aun lado - dijo lanzándoles una mirada fría, no intencional pues así era él

- ¿Quién te crees? - empujo al castaño haciendo que cayera soltando el saco y la bomba - Si sabes lo que te conviene te quedaras quieto y no- -un fuerte golpe tras su cabeza callo sus palabras al igual que a él.

- Pero ¿que- -retrocedieron dejando ver la silueta del prefecto de Namichu- ¡¡H-Hibari!!

-Destruir propiedad de la escuela y su material equivale a un castigo- dijo poniéndose en medio de la salida con una de sus tonfas en mano.

- M-Mierda!! - se pusieron en posición de pelea, dispuestos a ir con todo.

- Los morderé hasta la muerte- tenia a tres de ellos contra él, uno dio contra la pared, otro cayó al suelo y el último fue golpeado en la nuca con tal fuerza que dio a parar fuera del lugar - Débiles - era desilusionante haber desperdiciado su tiempo en lamentables trozos de tierra (porque carne ni eran)

El prefecto escucho un sonido atrás de él, sentado en el suelo con su cara cubierta estaba un chico, seguramente de grado inferior, no podía distinguir bien su apariencia por la oscuridad pero no le dio importancia alguien tenía a que arreglar el desastre que ocasionaron esos herbívoros, vio que tenía puesto un silbato así que supuso que era uno de los asistentes de algún profesor de educación física.

-Tu -llamo al castaño - te encargaras de la limpieza

- Yo no tuve nada que ver en esto...- respondió con cansancio, otra vez pasaba por esto, ese extraño presentimiento volvió.

[AU] Sentimiento EncontradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora