Capítulo IV: Alguien interesante

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Tsuna esquivaba los ataques que el prefecto le lanzaba a diestra y siniestra, logro tomar un recogedor de hojas que estaba cerca y detuvo las tonfas. Seguramente esta situación de ahora es algo apresurada, pero para entenderla debemos ir unas horas atrás de esta misma mañana.

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En la preparatoria Namimori un pelinegro se encontraba en la azotea del edificio de 3er año observando en dirección hacia el terreno deportivo, más específicamente al depósito, por su mente pasaron los recuerdos del encuentro que tuvo con ese curioso castaño hace unos días, no había dado con él desde entonces y Kusakabe no daba con el informe correcto, era como si no existiera alguien con esa descripción. También estaba el asunto sobre quién golpeo a uno de los estudiantes de 2do año en un callejón no muy lejos de los terrenos de la escuela, pero no había ningún testigo que presenciara eso, más que si mismo cuando había pasado cerca de allí.

Se echó hacia atrás acostándose en el suelo, quizás era mejor si tomaba una siesta hasta que comenzaran sus rondas, aunque no podía quitarse de la mente la imagen de ese chico, era interesante que un herbívoro pudiera llegar a defenderse de sus movimientos aunque claro, no había ido con todo ese día, en su territorio no había nadie más fuerte que él.

Como ninguno de los expedientes correspondía con quien buscaba, había dado una orden para el día de hoy a los miembros del comité de disciplina esperando que supieran cumplir con una sencilla tarea de vigilancia en la entrada.

"Si solo supiera"

Soltó un bostezo cubriendo su boca con una mano, el tiempo estaba en un punto exacto de sol y con una brisa fresca que abundaba, le había tomado un poco decidirse el venir o quedarse a dormir pero aquí estaba, yendo hacia el instituto con sus auriculares para no quedarse dormido, froto su mejilla con su mano, ya la herida estaba curada y no necesitaba seguir usando el parche que había estado llevando.

En la entrada de la escuela se encontraban miembros del comité disciplinario en dos filas a ambos lados examinando a los estudiantes que iban llegando, lo que nadie sabía era que los miembros tenían órdenes específicas de su líder de encontrar a un estudiante en específico, pero la descripción que les habían dado no ayudaba de mucho.

"Castaño y pequeña sabandija"

Sí, eso no ayudaba de mucho –por no decir en nada- a sus subordinados que trataban con todas sus fuerzas de adivinar a cuál de los tantos de los estudiantes castaños se refería su jefe. Uno de ellos observo a uno caminar con naturalidad entre la multitud

- Oye tu –se acercó tomándolo del hombro- No te vayas.

- ¡¿Q-Que pasa?!- pregunto temeroso un chico alto, de cabello castaño oscuro con cara aterrada.

- Tu nombre, y clase-

- ¡¿Q-Qué?!

Mientras los demás interrogaban erróneamente a los pobres chicos castaños, nuestro querido Tsuna consiguió pasar entre la multitud ante los miembros de comité por su estatura, aun cuando había pasado justo al frente de sus ojos tomaron por error a ese chico que ahora estaba por demás de asustado, ignorando completamente el terror que los estudiantes de Nami-chuu estaban atravesando esta mañana. Sus subordinados iban a ser reprendidos por su líder.

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Ya en clases, los estudiantes aún seguían algo tensos por tener empezar su mañana con el comité evaluándoles en la entrada para evitar algún imprevisto (creen ellos) por razones desconocidas. Hoy empezaban las jornadas de limpieza de otoño, cada clase tendría que asignar un área a un grupo de estudiantes para que se encargara de ella, sin embargo habia un lugar por el cual nadie parecía querer tomar la iniciativa.

[AU] Sentimiento EncontradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora