Por fin lo había conseguido. Me había mudado a la ciudad. Además, tenía un piso de lujo para mí sola.
Cuando me muera, le daré las gracias a la abuela por su herencia. Aunque supongo que antes llegarán mis padres y la torturarán por su decisión. Pobre abuelita, no se merecía un hijo tan horrible, y esa nuera... Cuando murió mi abuelo, mis padres decidieron que la abuela viviera con nosotros, pero no fue por amor o pena. Sabían que a ella tampoco le quedaba mucho y querían intentar conseguir su dinero. Tras varias charlas infructuosas, viendo que no podían comprar su amor, se convirtió en otro mueble de la casa para ellos. Yo era la única que pasaba tiempo con ella, siempre se había portado bien conmigo. Recuerdo las tardes de verano en su finca, me dejaban jugar con el perro y tenían una piscina hinchable para mí. Luego, hacíamos juntas galletas y me dejaba darles la forma que quisiera. Una vez incluso hice una de unicornio. Ay, ya se me va el hilo con los recuerdos. La echo mucho de menos. Y al abuelo. Gracias a ellos la vida en el campo fue menos aburrida.
Suena el teléfono otra vez. En esta ocasión, es mi madre. Toca el poli bueno. Silencio el móvil, no pienso escuchar ni una más de sus palabras. Sólo quieren el dinero. Yo no les importo. Huí de casa hace dos semanas, no saben dónde estoy, y no quiero que lo sepan. Me matarían si supieran lo que voy a hacer. Reviso de nuevo los papeles que me ha dado la abogada que visité al llegar. Sólo tengo que rellenarlos y presentarme ante un juez y seré libre. Ella dice que, dadas mis circunstancias, nadie me la negaría. La emancipación. Qué palabra más pomposa. Yo siempre he dicho que quería divorciarme de mis padres, pero parece ser que existe una palabra para eso.
Miro a través de la ventana del salón. La ciudad es tan grande. Y yo sólo tengo 16 años. ¿Qué voy a hacer?
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Historias cortas inspiradas
Cerita PendekEn una comunidad en la que participo, hicieron un concurso de historias. La única norma era que tenían que estar inspiradas por ciertas imágenes que propuso la creadora del concurso. Hacía mucho que no escribía prosa, pero me animé. Quizá escriba má...