Capítulo 06 ✔

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«Soy esposo de una asesina»
Rey.

Suelto un suspiro pesado mientras estoy acostado boca arriba mirando el techo color blanco de la suite donde la comparto con mi esposa.

Llevo encerrado en esta habitación por un día entero sin hacer nada y la chica desapareció al sólo pisar la habitación y leer la nota que fue dejada en la cama matrimonial.

Espero que cumplas la misión, regresaran el sábado.
Disfruten los cuatro días que te restan en Grecia, tómalo
como unas vacaciones de luna de miel.

El Diablo.

Si, aun no entiendo por qué hacen todo esto. Terminé casado y un sueño sin cumplir, ni si quiera sé cómo se llama mi supuesta esposa, solo sé que se hace llamar La Rusa, he escuchado de ella en las noticias.

La asesina más buscada por la policía, sus asesinatos son impecables, no tiene fallas y no deja evidencia ¿cómo puede ser eso posible? Somos humanos, cometemos errores. Si, puede que hubiera personas buenas en lo que hace, que no comenten errores, pero para eso se necesita años de experiencia, y esa chica ni si quiera llega a los veintiocho años.

Paso mis manos por mis ojos con frustración, mi mundo cambio por completo, ahora soy parte de la mafia italiana, bueno estoy aprueba, y si no fuera poco soy esposo de una asesina ¿qué pasará ahora? ¿qué haré ahora?

Maldita sea.

Me levanto de la cama, voy al baño y me doy una ducha para luego arreglarme. Hoy saldré a despejar mi mente y a relajarme, perderme en un par de botellas si es necesario, pero necesito dejar de pensar en la mierda que se volvió mi vida por el maldito error de mi padre.

«Esta noche muere Rey Cipriani»-Rusa

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«Esta noche muere Rey Cipriani»
-Rusa.

—Por favor no. —me suplicaba mientras estaba atado a una silla sangrando a mares. Yo solo lo ignoraba mientras le ponía el silenciador a mi arma. —haré lo-lo que sea, t-te pagaré.

Alzo una ceja en su dirección. —ya lo están haciendo. —dije con obviedad. —me están pagando para asesinarte.

—Te pagaré el do-doble. —apresuro a decir. —pero por favor no me mates.

—Sabias lo que pasaría si seguías esa ruta y aun seguías haciéndolo ¿y me pides compasión? por favor. —ruedo los ojos.

—Por fa-favor no lo ha-gas tengo familia. —dijo con la estúpida esperanza de ablandarme el corazón.

La RusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora