Capítulo 8. Traición:

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CAPÍTULO 8:

Harry pasó el peso de una pierna a otra mientras esperaba a que ambos chicos reaccionaran de una vez, se vistieran, comenzaran a gritar o a explicarle lo que acababa de ver. Sin embargo nada de eso había pasado. Ambos muchachos se habían quedado mudos y pálidos mirando hacia Harry sin decir una palabra, sin cruzar la mirada entre ellos.

-Harry...- comenzó a hablar Ron mientras alcanzaba con una mano el pantalón de su pijama.

-¿Sí? ¿Vas a explicarme qué cojones ha pasado? ¿O quizás me vas a soltar la típica excusa de que has estado soñando con Lavender otra vez?-

Seamus le lanzó una mirada inquisitiva a Ron sobre las sábanas.

Harry parecía más decepcionado que enfadado. Más incómodo que sorprendido.

-De toda maneras no sé qué me sorprende más, si el hecho de que seas gay y no me lo hubieras dicho en seis años que llevo conociéndote o que me vayas a soltar otra de tus excusas incluso después de lo que he visto...-

Harry se giró para salir de la habitación, pero antes de que pudiera salir la mano de Ron le cogió por el hombro.

-Harry... Espera. Te lo iba a contar, es solo que no encontraba un buen momento... Entiéndeme, no podía perderte, eres mi mejor amigo. Tenía miedo...- dijo Ron con la voz rota.

Seamus se había colocado la ropa sin interrumpir a ambos chicos y se acercó hasta Harry.

-Harry, Ron tiene razón... Realmente ni siquiera nosotros podemos respondernos a la pregunta de qué estábamos haciendo... Está pasando todo demasiado deprisa. Yo ni siquiera sé qué somos. No somos amigos, tampoco somos pareja, en este momento todo está demasiado confuso para nosotros...- explicó Seamus y Ron se dio cuenta de que el chico tenía razón.

Harry sacudió la cabeza. Ron era su mejor amigo y el hecho de saber que le gustaban los chicos no cambiaría aquello. Le había salvado el culo demasiadas veces para perder una amistad como aquella por algo tan tonto como su sexualidad. Había crecido en una familia a la que todo aquello le habría parecido demencial, un escándalo y Harry estaba decidido a ser mejor persona que los Dursley.

-Bueno... Supongo entonces que cuando tengáis claro qué pasa entre vosotros seré el primero en saberlo, ¿No? Como tu mejor amigo, Ron, y vuestro capitán de quidditch creo que me lo merezco.- tras decir esto abrió la puerta y salió- Ah, por cierto, hacédmelo saber la próxima vez que os vayáis a encerrar en la habitación a... Bueno, a eso.-

Harry salió cerrando la puerta tras él, dejando a ambos chicos sorprendidos y extremadamente confusos.

Seamus terminó de vestirse con la túnica aun dándole la espalda a Ron.

-Bueno, ¿No vas a decir nada?-

Ron levantó la mirada de sus zapatillas y lo miró.

-Creía que tú ya lo habías dicho todo. Yo estoy bien tal como estamos, no necesito una relación seria, ni siquiera sé si eso nos vendría bien...-

Ron volvió a clavar su mirada en sus zapatilla.

-Sí... Supongo que así está bien...- dijo Seamus segundos antes de salir de la habitación dejado solo a Ron en ella.

Ron suspiró pesadamente y se echó en la cama de espaldas agotado tanto física como psicológicamente. En aquel momento deseó volver a estar tan borracho como la noche anterior para poder olvidar todos los problemas que tenía. Sí, era mago, pero ante todo era una persona con problemas tan humanos como otro cualquiera. Una persona a la que parecía importarle demasiado sus problemas sentimentales en aquellos momentos.

Fanfic de Harry Potter: Secretos en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora