V6.R: A LA ESPERA ... [en edición]

CAPITULO 1

Fue difícil despedirme de mi familia, tener que empacar algunas cosas, llevar lo suficiente como para poder "estar bien" en el lugar donde ahora seria mi casa. No se que me paso por la cabeza. Haber escogido aquel lugar, habiendo tantas opciones y lugares como para escoger ese lugar. —Hijo, mucho cuidado al estar ahí, nos prometes hablarnos todas las noches o tan siquiera escribe un mensaje a tu teléfono— decía mi madre antes de partir hacia el sur. —Hijo, mucha suerte en esta nueva etapa, respeto tu decisión, y esta bien, pero siempre ten presente los principios que te inculcamos—decía mi padre abrazándome.

Pensaba mucho en lo que pudiese pasar en mi estadía, ¿Qué personas me iba a topar?, ¿Cómo son?, ¿Qué propósitos tienen?, ¿Por qué les atrae la carrera? Muchas preguntas me hacia yo mismo, pero, me preocupaba más mi familia que la propia carrera. Si, soy muy hogareño, casi no me gusta salir a fiestas, o ir a antros, no soy muy dado a eso. Mis amigos me decían que era el tipo "más raro y loco que hayan conocido". Y bien me lo merecía. Desde niño, mi pasión por los autos era más que obvio. Recuerdo que mis padres me llevaron a ver carreras de autos, si no mal recuerdo era las 6hrs. En los Hermanos Rodríguez. Aquel día, aquel caluroso y hermoso día cambio para mí en muchos sentidos. Recuerdo estar sentados en la primera curva, el mismo lugar donde sucedió "la peraltada" de aquel corredor mexicano, recuerdo bien que eran 32 autos corriendo, de diferente categoría por su puesto, colores muy vistosos, pegatinas por doquier, alerones, llantas muy anchas, el sonidos de los motores dejaban sin aliento a cualquiera que escuchara, un sonido que intimidaba a cualquiera, fuese el motor bóxer de Porsche, o el enorme V8 de los Corvette C6.R, o los estruendosos motores de los autos de la categoría LMP1 o LMP2. Desde ese momento mi necesidad por correr, de tener noción de su mecánica, mis ganas de mejorar en ese mundo, todo; las hice poco a poco. Y así fue, con el dinero que me daban de la semana, los trabajos de dibujo que hacía, los trabajos de medio tiempo, bueno, trabajaba para tener un auto.

Mi auto que obtuve por méritos propios fue un Malibu del 2003. Algo conservado el auto, de color gris oscuro, 6 cilindros en posición en V a 60° produciendo 170 hp. Para mí era una alegría tener ese auto, claro, mi padre me ayudo en parte en comprarlo y escogerlo, de ahí en fuera me encargué de cuidarlo y de hacer lo que siempre quise ... "darle poder a este familiar durmiente". Cuando vi la primera oportunidad, no dude en tomarlo. Muchos corredores que entraban solo por placer reían al verlo pararse en pits y esperar la señal de salida de mi auto. Lo que no sabían era que le había cambiado algunas cosas al auto, explicarlo me resultaría largo y quizá aburrido para ustedes, pero, se sorprendían cuando estaba a la par contra autos de mayor cilindrada o de prestaciones orientadas a la pista, solo dense una idea, el peso potencia de mi Malibu lo reduje a 3.8 kg/hp. 3 años mantuve el récord de pista y de vuelta más rápida en la primera vuelta, quien diría que un auto con problemas de calentamiento pudiese ser rápido. Antes que me fuera a estudiar mi carrera, muchos amigos y corredores que organizaban carreras callejeras y de circuito en pista homologadas vinieron a despedirme. Mis padres al saber que quería irme a estudiar lejos en aquel lugar ... bueno como decirlo, quedaron sorprendidos y algo confundidos —¿Por qué allá?, ¿No era mejor aquí? — replicaba mi padre y mi madre. —Lose, pero allá puedo aprender más— alegaba yo con una sonrisa.

Y bueno, creo que les resumí como empezó todo esto ... sonrió antes de partir, pero sobre todo tengo nervios de lo que ocurra los próximos 4 años, pero, habrá muchas sorpresas no lo niego. Antes de partir, mis padres me dan un ultimo abrazo antes de partir hacia el sur. —Mucha suerte hermano, te visitaremos pronto—decía la más pequeña de mis 4 hermanos. —Gracias hermanita, no te preocupes, ira todo bien—comente con una cálida sonrisa. Me hubiese gustado estar un rato más con mi familia, pero, ya era hora, tenia que partir oh si no, la luna y las estrellas serian mis acompañantes.