V6.R: A LA ESPERA ... [en edición]

Capitulo 2

¡Oh!, es un día cálido, los pájaros cantan como orquesta en plena función, los rayos destellantes del sol recaen sobre las plantas y el follaje de los árboles, vaya aún recuerdo que ayer el cielo caía y hoy amanece muy calmado, es un cambio radical en este estado. A lo lejos, nubes de colores blancuzcos y grisáceos se perciben rodeando el cielo azul. Para mí, era algo increíble y fascinante ver la lluvia a mitad de año, bueno, era de esperar, apenas pude informarme de la meteorología que tiene, lluvias repentinas, calores excesivos, combinación de ambas, bueno una locura. Eran los 8 de la mañana, procedí a un desayuno ligero que era costumbre para mí, bueno, no siempre, a veces excedía y por las tardes no me daba apetito para comer. Sali a la cochera y vi el exceso de lodo en el guardafangos de mi auto, la pintura estaba cubierta del polvo y algunos insectos que se incrustaron en las defensas —Cielos, tendré que lavarlo—exclame al tocar la pintura. De pronto las ideas empezaron a coordinarse en mi cabeza diciendo explorar el exterior de esta ciudad, bueno al menos eso pensaba, aunque no sabia si caminar o irme en mi auto, bueno, tendría que descargar las cosas que van en la cajuela y otras amenidades que traje para mi auto. Entre de nuevo a la casa y tomé una ducha, me vestí casual y salí a caminar por ahí de las 10 de la mañana hacia el centro, tarde al menos unos 25 minutos en llegar. Mi primera impresión fue ver lo calmada que era la ciudad al menos fue mi primera impresión, aunque note un poco de nerviosismo sobre ellos, sin importancia retome mi caminata no sin antes preguntar sobre la ciudad a un joven que iba rumbo a su trabajo, no parecía apresurado por lo que pregunte —Buenos días, disculpe joven, me pudiese decir algo de esta ciudad—señale lo que creía era un parque, —Oh, quiere la verdad, tan solo cuide al caminar y no muestre nada valioso de los maleantes—Quede algo frío, aunque lo pase por desapercibido. —Gracias ... creo—Respondí contestando algo nervioso. —Eres nuevo, ¿verdad?, lo noto en tu cara—mirándome. —Sí, bueno, apenas llegue ayer, vengo a estudiar mi carrera y quería informarme sobre la ciudad, pero, veo que, no lo tienen en buen plan—conteste con algo de nerviosismo sin mostrar un cambio en mi rostro. —Oh, vaya, lo siento, no quería decírtelo de golpe, pero, es mejor que te cuides, esta ciudad se vive bajo el miedo, a cada hora escuchas algún deceso, o disparos cada rato ... pero ... esos malditos políticos saben quienes son, si alguien pudiese ...—. Me impresione al ver los cambios de rostro que tenia y las expresiones que usaba, su voz expedía impotencia ante lo que ocurría en su ciudad. —Si tan solo pudiese ser como lo fue hace 15 o 20 años—expresando tristeza en sus palabras. No sabia que hacer, si consolarlo o responder por lo que el expresaba, aunque no era nadie para saber lo que realmente pasaba aquí. —Oh, mmm, descuida, ten fe, tarde o temprano vendrá la calma en esta ciudad, tan solo hay que tener fe—Comente de manera cortes al joven que mostraba tristeza, rabia e impotencia. —Ni si quiera se puede confiar en los sacerdotes de aquí, encubren al mismo mal que yace aquí, vaya, como si este pueblo estuviese condenado a vivir bajo las sombras de unos—Exclamaba y replicaba el desconsolado muchacho. Al menos traté de ayudarlo con las palabras, en fin, agradecí la información de aquel muchacho, aunque, me puse pensativo a lo que me dijo —Rayos, si es así esta ciudad, como será la otra ciudad donde iré a estudiar—Replicaba en mis pensamientos. Traté de rebuscar otras cosas en mis pensamientos para no recordar lo que me dijo aquel muchacho así que seguí explorando la ciudad, lo mejor de la ciudad en sí. Para mi sorpresa es una ciudad algo movida quizá no tanto de donde provengo, pero su gente es la que lo mueve, hay varios locales de ropa, calzado, algunos locales son para parar y disfrutar deliciosos helados o aguas frescas, su centro cuenta con dos parques: un parque principal y un parque, bueno, como decirlo "pequeño pero recreativo para su tamaño". Afortunadamente vi un cartel que, para mi gusto, fue la chispa que detono, mire el cartel y decía "Car Audio & Tuning y algo más, ubicado en la deportiva a las 12 del día.". —Interesante, algo bueno hay en este lugar—Pensaba yo al ver aquel cartel, pero en el instante que pensaba en ello mi teléfono vibro, dispuse a ver y era mi papá que me estaba marcando —Hola papá, ¿Como estas? —Conteste yo felizmente. —Hola hijo, estoy bien, ¿Qué tal?, ¿Cómo llegaste del viaje? —preguntaba mi papá. —Bien, un poco adolorido y algo cansado de la espalda, pero todo bien—Respondía con un poco de dolor por la llegada de anoche. —Por cierto, hijo, las piezas de tu coche llegan hoy por la tarde, así que atento que vendrá un camión a la casa—Replicaba mi padre con un poco de alegría. —Gracias padre, estaré atento a la llegada—. Mi nerviosismo, el miedo y las malas vibras que traía el muchacho se habían ido y volvió en mí una alegría incomparable al escuchar las palabras de mi padre, esperar por las piezas de mi auto y volverlo a desatar ese ronco y retador sonido que estremece hasta el más fino auto que se tope con él. Hable unos 30 minutos con mi padre, mi madre y mis 3 hermanos y me despedí de ellos muy alegremente, aunque con algo de tristeza dentro mí, pero, ya pasara.