El pozo del aprecio.

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Recuerdo aquel día como: El peor día de mi vida. Con todas y cada una de las letras. Y es que aquel mensaje cambió mi vida desde el principio y yo aún no lo sabía.

A lo largo de nuestra breve vida pedimos al cielo una cosa, que no se lleve a nuestros seres queridos pronto, que nos de todo el tiempo posible. Y como seres sencillos e ignorantes nos aferramos a la idea de que tendremos toda la vida para disfrutar de las personas que queremos. Y yo, cual ignorante caí en la dura trampa de la realidad. Aquella noticia me abofeteó como una corriente de viento en invierno. Tan cortante y fría como impactante.

Recuerdo nuestras conversaciones, y yo tan ilusa pensando que después de la tormenta llegaría el arcoíris, pero aquello nunca llegó. A la tormenta del cáncer se le sumó el huracán de la depresión. Tan idiota seguí pensando que para esta historia había un final feliz, pero me equivocaba, jamás hubo final feliz.

Los meses pasaron y no solo perdía mis ganas de luchar sino que también perdía a la persona que más quería. Aquella persona por la que luchaba se hundía en un pozo que ella misma cavaba, y con ella, me hundía yo.

Recuerdo ir a verte con la esperanza de despertar esa sonrisa que se había sumergido en un sueño más profundo que el de la bella durmiente. Pero tú ya te habías rendido, intentabas una y otra vez ser uno con el cielo y yo solo intentaba alargar tus minutos en la tierra.

El pozo cada vez era más hondo y yo seguía intentado salir contigo atado a mi espalda. Entonces llegó una luz, una luz que me mostraba la salida, pero aquella salida solo era para mí. Con un nudo en la garganta y un dolor en el corazón solté tu mano para poder salir de aquel pozo en el que tú mismo me habías enterrado contigo como el cuidador que le corta las alas al pájaro para que no se vaya de su lado.

Aquel día perdí a la persona que me quería, y no por la enfermedad, la cual no había sido compasiva sino traicionera, sino por la persona en la que te habías convertido.

Pero aún no te olvido, me gusta recordar cómo eras antes de aquella caída.

-Gmz.

Ápices de un corazónWhere stories live. Discover now