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Por suerte el hueso no sufrió ninguna fractura, estarás bien en dos semanas hijo.

—¿Está seguro doctor?

—Claro, las radiografías no mienten ¿Lo ve? —El médico señaló dicha hoja posada en una pizarra con luz. —El hueso está completo.

La señora Park asintió aún con sus manos sobre el pecho, la agitación y el susto eran dos oleadas que pegaban en su pecho al pensar lo peor cuándo Seokjin llamó a su casa diciendo que estaban en un hospital.

Sólo deberá cambiar los vendajes todos los días y limpiar la herida. Al tercer día puede retirar los puntos.

—¿Algún medicamento que sugiera? No quiero equivocarme.

—Le escribiré la receta si así quiere, puede venir conmigo.

La mujer asintió para salir detrás del médico, deteniendo su paso en la puerta para echar un último vistazo a los tres niños que estaban dentro.

Mas les vale quedarse quietos y no tengan la nueva idea de saltar por la ventana de la habitación.

Los tres asintieron siguiendo a la mujer castaña hasta que saliera por completo de la habitación, Jimin fue el primero en soltar un suspiro luego de ver que su madre haya salido.

Mamá da miedo cuándo se enoja.

—Fue mi culpa, lo siento en verdad mucho Minie. —Taehyung caminó para abrazarlo.

Lamentándose cuándo su rostro quedó oculto en su hombro, el rubio palmeó su cabeza intentando reconfortarlo.

Fue mi culpa por no saltar bien.

—Pero yo sugerí la idea de hacerlo. —Separo su rostro para limpiar el río que corría de su nariz.

Y yo te seguí, es culpa de ambos.

—Es culpa mía. —Los dos menores giraron a ver a la figura que llevaban ignorando todo aquel tiempo. —Fue mi insistencia la que los empujó hacer eso.

—Jin, no.

—Lo siento chicos, no deben preocuparse. —Seokjin recogió su mochila del sillón, colocando un tirante sobre su hombro. —Hoy fue la última vez.

Taehyung y Jimin parpadearon confundidos al ver la actitud del mayor, el rubio dio un leve empujón al castaño, señalando con su barbilla hacia la puerta.

Si mamá no me encuentra cuándo vuelva, será peor así que ve primero tú.

—Mhm si.

Taehyung imitó al mayor para tomar su mochila y salir de dicha habitación. No pensando mucho corrió hacia la salida, recibiendo más de un regaño por estar corriendo.

¡Jin espera!

—¿Tae? —Con la respiración agitada, se apoyo entre sus rodillas para recuperar dicho aire.

No te vayas, por, por favor.

—Está bien, yo entien-...

—¡No! —Levanto su cabeza negando en objeción. —Por favor, no te vayas, no de nuevo.

Seokjin abrió sus ojos con sorpresa, lo último que esperaba que Taehyung dijera aquello a mitad de las lágrimas, aferrándose a la manga de su chaqueta.

Quédate, conmigo.

Aquello se clavó directo en su pecho, sintiendo los nervios invadir su cuerpo. Abría y cerraba su mano arrugando la tela de su pantalón ¿Cómo se suponía que debía tomarse aquellas palabras?

Nuestro Destino Rojo [JinTae] #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora