Shaman King (Anime 2001)

Capítulo 28: Una amistad eterna

Los shamanes se encontraban de viaje de vuelta a Tokyo; Yoh, Manta, Hikari, Horohoro y Ryu se encontraban en un autobus.

Hikari, Ryu y Horo: *durmiendo*

Manta: A Ren le hubiera gustado venir con nosotros, aunque últimamente no ha estado muy simpático.

Yoh: ¿Te has dado cuenta que desde la batalla, el padre de Ren no ha vuelto a decirnos nada?

Manta: Sí, es verdad.

Yoh: Ren debería despedirse de él, al fin y al cabo es su padre.

Ren había decidido volver a Tokyo a caballo, cabalgaba sobre Hakuoh por las llanuras del terreno; en determinado momento, habló aun sin mirar atrás.

Ren: ¿Qué se te ofrece ahora, padre?

En Tao tampoco volvió la mirada a su hijo; simplemente volaba a su lado sobre su posesión Dai Chuuka Rasen.

Ren: No me digas que quieres seguir peleando.

En: Toma, hijo.

En sacó de su abrigo una espada de rituales plegada y se la lanzó a Ren, el cual la atrapó sin siquiera voltear la vista. Después de atraparla, la miró bien.

En: Es la espada de Hou Rai Ken, es el tesoro más valioso de nuestra familia. Cuando me convertí en jefe de la familia recibí esta poderosa arma, nuestros antepasados dicen que ahora te toca a ti. Estoy seguro que ella te ayudará a superar cualquier obstáculo que se interponga en el futuro. No me vayas a decepcionar... Ren.

Ren: Descuida... luchare en nombre del cielo y de la tierra.

En entonces marchó de vuelta a su hogar y Ren proseguía su camino... mientras una figura también le seguía a caballo desde una distancia prudente para no ser descubierta.

Mientras tanto, en el auto...

Manta: ¡Es verdad, acabo de acordarme! ¿Tienes idea de cómo volvería Mei a Tokyo?

Yoh: ¿Eh? Pues... dijo que iba a volver por separado.

Manta: Me resulta algo contradictorio y extraño, ella dijo que habría sido más divertido si viajábamos todos juntos y ahora es ella la que se va por separado.

Yoh: Bueno, ¡seguro que tendrá sus motivos! Jijijiji

Manta: Jeje, es verdad.

Pasó el tiempo y la noche se presentó; Ren había decidido acampar en una zona cubierta por algunas rocas, hizo una hoguera y dejó a Hakuoh descansar. Mientras él comía algo y miraba la hoguera, la figura que lo seguía había dejado oculto a su caballo y se había escondido tras una de las rocas, simplemente estando cerca de él sin que se percatara de su presencia, pero...

Ren: *sin apartar la mirada de la hoguera* Tú, el que se esconde.

¿?: ¡¡!! *se le pone la piel de gallina*

Ren: Más te vale salir de ahí para que te vea, o lo vas a pasar mal... *haciendo su posesión*

¿?: ¡E-está bien, está bien! ¡Saldré!...

Ren: ¿? *Pensamiento: ¿una mujer?*

La propietaria de esa voz había dado unos pasos hasta donde su caballo estaba oculto y toma cuidadosamente sus riendas, guiándolo hasta descubrirse ambos. Ren quedó de piedra y deshizo su posesión al instante en cuanto identificó a la propietaria de aquella voz, la cual resultaba que conocía bien.

Ren: ¿Q-qué haces tú aquí, Mei?

Mei: Bueno, yo...

A su lado se encontraba una yegua del tamaño de Hakuoh, de figura delicada y pelaje marrón canela y blanco, su cola y crin mezclaba ambos tonos.