Stell es una estudiante de periodismo que a pesar de que su familia sea adinerada trabaja para pagar sus estudios .
Nhoa es un chico que proviene de una familia humilde y sueña e ser un gran defensor en los tribunales y para lograrlo debe dejar a s...
Me adentro en sueños y en instantes ya estoy en el jardín donde trabaja Nhoa. Escucho un ruido y la puerta secreta se abre, de allí sale el señor Vanders, dejando refutadas todas las teorías de que desconocía la puerta, que se no había visitado esta parte del jardín. Él sale de allí apresurado y dirigiéndose a su auto, sin pensarlo dos veces lo sigo y al darme cuenta ya estoy en al lugar del acompañante de aquel lujoso carro. Es de noche y las calles están tranquilas, alguna que otra persona camina por las calles de la ciudad que suele tener vida nocturna, son pocos los que se aventuran en las noches frías.
El auto se detiene enfrente a una fiesta, Vanders baja rápidamente y yo lo sigo sin pensarlo. Nos adentramos a la disco ubicándonos en la barra donde ordena un whisky sin hielo, observa todo el salón como si buscara algo. De pronto su mirada atenta se posa en un grupo de chicas que están sentadas en el pequeño sillón a una esquina de la pista de baile. Observa atentamente el grupo mientras se ríen y algunas que están paradas arriesgan unos pasos de baile, estuvimos en ese lugar unos treinta minutos, hasta que el grupo se levanta y se dispersa, al parecer se van a sus casas. Vanders se para al ver que salen al exterior del ruidoso lugar, rápidamente este se levanta y las sigue, al llegar a la puerta están reunidas en la entrada, al parecer se estaban despidiendo, él se mantiene tras la puerta para que no lo vean. Las chicas se separan y se van, se agrupan de a dos o tres, solo una va sola, se alejan un poco y al rato Vanders pasa por mi caminando rápido hacia su auto, decido seguirlo, corro y subo a su auto, atravesamos algunas cuadras, no eran muchas, y nos aparcamos en una esquina oscura, él detiene el motor y tiene la mirada atenta en la calle de adelante, después de unos minutos alguien se aproxima, la chica que salió sola de la fiesta viene caminando tranquilamente, miro a Vanders y éste tiene un pañuelo en la mano, saca un frasco de la guantera con una etiqueta grande donde se lee "Cloroformo", echa el contenido del frasco en el pañuelo y abre lentamente la puerta del carro. Silenciosamente se acerca a la chica, que está distraída y no se percata de que alguien se acerca, se aproxima a la chica. En un intento de ayudar salgo del auto en disparada hacia ellos, lo único que logro escuchar son las palabras de Vanders –Hola preciosa- en respuesta la chica trata de voltearse y suelta un grito que es ahogado por el pañuelo que rápidamente se posa es su rostro haciendo que en pocos segundos esta deje de forzar y queda rendida ante aquel hombre. Vanders la arrastra hacia el carro y la tira en la parte trasera, apresuradamente se sube al auto y sale en disparada en dirección de su casa, lo último que logro ver antes de que desaparezca el auto es la sonrisa satisfecha de aquel hombre que ahora me parecía repugnante. Me quedo allí inmóvil sin saber qué hacer, o a quién recurrir. Empiezo a desear desesperadamente que todo sea un simple sueño y que al despertarme veré a Julia y su gran sonrisa, la escucharé bromear sobre la relación que cree que hay entre Nhoa y yo, cierro fuerte los ojos en un desesperado intento de despertar y al abrir nuevamente mis ojos aún estoy en aquella oscura calle. Es cuando decido dejar mi miedo de un lado e ir hacia la casa de Vanders a averiguar que sucede.
Al estar ya frente a la casa dudo si entrar o no, me encuentro en una discusión interna para saber si debe entrar o no. Cuando por fin decido entrar escucho que llaman mi nombre, siento como me sacuden y levanto mi mano, empiezo a esfumarme, al abrir mis ojos veo a Julia con una gran sonrisa.
Enfermera Julia: - Por fin estás despierta, sí que estabas cansada, dormías como roca-
- Hola Julia, tuve un sueño muy raro, y no pude ver como terminaba-
Enfermera Julia:- Claro tú y tus sueños, siéntate que es hora de tus remedios, y luego debes salir a tomar sol hace un muy lindo día como para estar encerrada.
Tomo mi remedio y salimos a tomar sol, luego de una hora regresamos a la habitación y todo lo que quería era volver a dormir para ver que le sucedió a aquella chica.
Entro a la habitación y me dirijo a la cama, me recuesto y cierro los ojos para ver si logro dormir, pero se me hace difícil ya que había dormido hasta las diez de la mañana, por más que intento se me hace imposible cerrar los ojos, me doy por vencida y empiezo a mirar unas revistas y luego de una hora hojeando una y otra revista el sueño me invade y lentamente cierro los ojos y caigo en un profundo sueño.
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