Al abrir mis ojos veo a Vanders entrando con unas cuantas cajas con grandes moños, parecen regalos, los deposita sobre la mesa y se aproxima.
Vanders: -Hola, hoy fui a la ciudad, te compre unas cosas- Apunta hacia la mesa- Es hora de tu comida- Se levanta y saca de la heladera una botella y saca de un armario a un costado una tapa con una pajita, es como me alimenta todos los días, es una vitamina, no tengo idea de cómo la consigue, pero desde que costuró mis labios es su forma de alimentarme, introduce la bombilla entre los puntos de mis labios y presiona la botella, el dolor que me provoca es intenso, me fuerza a tomarlo, mientras más rápido lo tome antes termina la sección de tortura, si no lo tomo él encuentra una forma de castigarme, un día frío fue otro baño de manguera, doloroso y frío, el otro me ha pegado con un cinto, de ese aún me quedan las marcas en la espalda. Pero el peor de todos es cuando desea sacarse las ganas, prefiero un millón de veces sentir el dolor antes que me fuerce a aguantar eso.
Vanders se acerca con la botella ya preparada, introduce la bombilla ente mis labios y presiona la botella, un líquido helado invade mi boca, obligándome a tragarlo.
Vanders:- Muy bien, tomaste todo, buena niña- Deja la botella sobre la mesa- Estoy organizando nuestra boda, esas cajas son tu vestido y mi traje, están muy lindos, pero no los vas a ver aún-
Miro las cajas y luego a Vanders, recorro la habitación con la mirada, sigo la cadena presa a mi pié hasta el punto donde se une al piso a través de un gancho, las paredes sin ventaja la botella sobre la mesa, el armario donde guarda las inyecciones ¿Esa es mi vida? ¿Cuándo se convirtió en esto? ¿Exactamente en qué momento perdí mi libertad, mi habla, las esperanzas? Ya perdí las esperanzas de escaparme, es imposible. Al principio, pensaba, porque la madre de Vanders no escapó, estaba segura que hubiera tenido oportunidades, pero ahora, dudo, dudo que las tuvo, y empiezo a creer que mi destino será el mismo que el suyo ¿Moriré aquí? ¿Sola? Tengo lástima por su madre, por vivir toda su vida cautiva, y ver a su propio hijo convertirse en una copia de su padre, no quiero vivir el mismo destino, quiero saber que se siente al enamorarse, sentirse en el cielo por una persona y conocer las mariposas en el estómago que revolotean y revolotean al estar enamorada, quiero sonreír, y regalar esas sonrisas a una persona especial e importante, planear un futuro, una familia. Quiero vivir, vivir una vida de verdad. A esto se le llama supervivencia, estoy superviviendo a este hombre, a esta situación. Y no quiero que mi vida sea esa, ¡quiero ser libre!
Vanders habla como si esta boda, que sucederá en unos días, no sea por la fuerza, me cuenta los detalles muy emocionado, cada día trae revistas y más revistas para que elija como quiero los adornos, dice que hará lo que pida ¿Acaso debería estar contenta? Tal vez en su mentalidad esté de acuerdo, la verdad es que el miedo cambia a las personas. El miedo de los frecuentes castigos me tiene en sus manos, hace que me rinda ante los caprichos de este lunático, ya no tengo fuerzas para resistirlos, no puedo luchar contra él, no puedo escaparme, no puedo, definitivamente no puedo hacer nada. Dependo de su humor, cualquier mínima acción es motivo para castigarme, incluso mirar a un costado.
Quizá con esa locura de casamiento tenga contacto con alguien que pueda ayudarme, de alguna manera debería funcionar, no lo sabré si no lo intento.
Transcurren los días y Vanders sigue planeando detalles pasa su tan esperado casamiento, mientras que yo no puedo hacer más que esperar. Decidió que las flores serán exclusivamente rosas rojas, que se celebrará en el jardín, aún no sé si habrán invitados o no, él habla constantemente de la boda pero en ningún momento lo oí siquiera pronunciar la palabra "invitados", por lo que deduzco que no habrá ninguno, no creo que querría arriesgarse a que lo descubran.
Desde que llegue mis días se pasan en recorrer el dormitorio hasta donde llegue la cadena, estoy sola la mayoría de los días, por mi suerte Vanders tiene mucho trabajo y no me visita constantemente, el problema es que cuando lo hace termino castigada, no logro acostumbrarme a que me toque, cuando se acerca me provoca nauseas, mi rechazo hacia él crece con cada día de tortura, con cada vez que me pone las manos encima, al escuchar la cerradura de la puerta abrirse inconscientemente empiezo a temblar, es porque sé que sucede después, sin pensarlo dos veces se lanza sobre mí, y antes de poder reaccionar ya me ha quitado la mayor parte de la ropa, vivir esos momentos es realmente doloroso, sin piedad alguna lo hace cada vez que viene a verme, y a todas las veces que sucede deseo como nada en el mundo que mi corazón pare, que mis ojos se cierren, que mi cerebro se paralice, y ya no volver a sufrir algo semejante, pero son solo deseos que al abrirse la puerta se vuelven más fuertes, y al cerrarse se convierten en llanto incontrolable que se apodera de mí hasta que el sueño logre vencerlo. Y es así que supervivo, con una constante guerra interior y exterior, con mi mente y cuerpo, para dejar de pensar y sentir, mantener esperanza y fuerzas, y que todo recomience cada que se abra la puerta que aquel lugar que día a día se convierte en mi calabozo, que aprisiona mi cuerpo y alma, y mata cada pedacito de mí lenta y dolorosamente mientras deseo poder tener un futuro y no perder mi constante guerra contra él
Y así se pasa un después de otro terminando conmigo, llega el día de la boda y como lo prometió el día anterior, Vanders llega por la mañana, para dejar en orden los últimos detalles. Al acercarse la hora del almuerzo reaparece para alimentarme, durante estos días que estuvo aquí no me he salteado comidas, como en los días en los que trabaja.
Al acercarse la noche Vanders regresa para bañarme y cambiarme, me toma en sus brazos y me lleva al lavado, al parecer está con buen humor, de lo contrario me tiraría a un rincón y llevaría a cabo su sección de tortura. Luego de bañarme me lleva a la cama, cierra la reja de la habitación y ordena que me vista. Sobre la cama dejó un vestido blanco todo bordado, muy caro, delicado y trabajado a mano al parecer, un zapato también blanco no muy alto y una corona de rosas rojas. El sueño de toda mujer es usar un atuendo así, poder vestirse de princesa para celebrar la unión con la persona amada.
Pensando en los álbumes de mi madre, en la felicidad que reflejaba cada foto, la sonrisa de mis padres al girar cada página del mismo, momentos que tanto anhelaba vivir con mi familia y mis amigas, y ahora que han llegado deseo morir, para no vivirlos, para librarme de él, y salvar mi vida.
Luego de vestirme Vanders me saca de aquella habitación en donde he estado desde que me trajo, al ver el altar todo adornado, el camino de pétalos de rosas rojas, ningún invitado como me lo imaginaba, simplemente un altar vacío con un equipo de música sobre él. Vanders me ubica en una silla un poco lejos del altar, da uso a la cadena que su padre instaló en el jardín y prende mi pie de ella.
Vanders: - Ahora ve al comienzo del camino de rosas y cuando ponga en marcha la música caminas-
Cabizbaja me voy al final de la estrecha alfombra de rosas, me paro al final de ésta y alzo la mirada. Lo veo allí con una sonrisa y, por un momento, viéndola estampada en su rostro pude ver a una persona y no a un monstruo. Pone en marcha la música y hace una seña para que avance. Me dirijo a él rezando para que se me caiga un rayo encima, y termine con ésta pesadilla.
Vanders: -Estás preciosa mi vida- Sonríe- Ahora arrodíllate- Se acerca a mi oído- No tenemos sacerdote, pero tengo una grabación, cuidé de cada detalle para que tengas la boda de tus sueños, incluso compré el vestido más caro que encontré. Dame tu mano-
Estoy con la cabeza agachada, no le alcanzo mi mano, en ningún momento estuve de acuerdo con esto, pero a él no le importó, simplemente tomó mi mano y entrelazó sus dedos a los míos, trato de soltar mi mano de su agarre, y él la sostiene más fuerte. Definitivamente no hay vuelta atrás. Vanders levanta la mano y la lleva hacia el equipo de sonido e inmediatamente este empieza a esparcir en el aire una suave melodía, segundos más tarde una voz empieza una de las frases más conocidas en los matrimonios: "Estamos aquí reunidos para celebrar la unión de estas dos personas a través del amor ante Dios todo poderoso". Cierro los ojos y las lágrimas empiezan a correr por mi mejilla, una tras otra se deslizan abandonando mi cuerpo ya sin fuerzas, un estirón en mi mano me hace mirar hacia Vanders.
Vanders: - Es el momento en el que dices que si-
Sigo allí sin reacción alguna, simplemente lloro como una niña pequeña que se perdió de su madre en el supermercado, como no obtuvo respuesta de mi parte toma mi mentón y mueve mi cabeza de arriba abajo. Y nuevamente escucho la voz en la grabación: "Usted acepta a esta mujer como su esposa para amarla y respetarla hasta que la muerte los separe". Me mira y luego da su respuesta.
Vanders: - Hasta que la muerte nos separe- Sonríe y aprieta mi mano.
Entendí claramente su mensaje, estaría presa a él hasta mis últimos momentos. Luego de pronunciar esas palabras se levanta y de un estirón me tiene de pie frente a él. La música empieza a sonar, el famoso vals de los novios, a partir de aquel momento empiezo a odiar profundamente ese momento. Al terminar la música me recuesta sobre el altar y comienza a hablar.
Vanders: - Ahora definitivamente eres solo mía. Quédate aquí que voy a preparar la habitación para nuestra luna de miel-
Me dejo caer al suelo mientras él se aleja, miro por todos lados buscando una forma de escapar pero parece haber previsto todo, no hay manera de abandonar este lugar. No se tarda en regresar, me suelta de la cadena y me alza. Se dirige a la habitación, al llegar allí me lanza sobre la cama llena de pétalos de rosa. Sierro mis ojos, y ciento como se sube arriba mí, golpeo su pecho y lo empujo haciéndolo caer en el suelo, él se levanta y golpea su mano a mi rostro, la colisión de ambos es tan fuerte que me lanza sobre la pared y me desmayo.
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My Angel
RandomStell es una estudiante de periodismo que a pesar de que su familia sea adinerada trabaja para pagar sus estudios . Nhoa es un chico que proviene de una familia humilde y sueña e ser un gran defensor en los tribunales y para lograrlo debe dejar a s...