¿Un baile?

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Mientras....

Alec estaba un en su casa, había pasado un día desde que aquel caballero le había llegado a su casa, y con su cara aún molida a golpes, pero claro mejor que hace dos días seguía viendo el sobre sin abrir, ¡NO HABIA PODIDO VER EL. SOBRE!

¿Y si lo citaba para hoy?

¿Y si tenían otro encuentro antes de que él se fuera?

¿Magnus se iría con él?

Estaba en su cuarto, con la escusa de que por los golpes prefería esconderse, y su padrastro estaba de acuerdo, era una vergüenza tenerlo.

—Vamos Alec —parecía decir la mira de sus amigos ratones, pero era difícil, aunque el sobre estaba ya abierto de una punta...

—Ya voy, ¡SI! —casi lo gritaba y se tapo la boca, ya era suficiente que pensaran que estaba loco como para que le aumentarán más locura.

Sus manos temblaban, era un sobre pequeño, pero para él se sentía enorme.

Hasta que lo abrío y se extendió unas cuantas palabras para él.

Hola mi chico ceniza...
No he podido asistir a nuestra cita, pido vuestro perdón, pero tengo una grata noticia para ti... ¡NO deje de pensar en ti!

Espero no te encuentres tan enfadado que ahora viene un favor, esperame en auqle punto, siempre a nuestra hora, aunque no llegue tratare de hacerlo.... Pues ya te añoro demasiado, pero mi maestro no me deja salir.

Te añoro.

Att : El aprendiz Magnus.

Esas palabras fueron suficientes para que Alec no se sintiera tan mal por las cicatricez, y se pulsera de pie, con el corazón en la mano y el seguro de la ventana en la otra, ya casi eran las 11, el primer día que se encontraron era a las 11 y media.

Entonces....

La idea de Raphael no era tan descabellada, y Magnus podría ganar mucho, pero su padre era el problema, ya tenían una estrategia, pero antes de eso tenía que provocar más enfado de su padre.

¿Pero como le haría saber al chico ceniza que iría a verlo?

Bueno por lo menos iría a esperarlo, a su lugar, pero nadie podría verlo salir, lo que literalmente era imposible, ya que se la pase as rodeado por órdenes de Asmodeus.

Pero Raphael ya estaba ahí, esperándolo con cierta "carga de alimentos" en la carroza no había nada, pero Magnus tenía que pasar sin ser llamativo ¡ESE NO ERA SU FUERTE!

Pensó en cambiarse de ropa, pero no llevaba nada tan abajo de su nivel ni muy alto, su padre se encontraba en una reunion con unos cuantos reyes que querían asistir a la presentación como próximo rey del principe Magnus, así que cuando saliera.... Él pueblo entero se entraría que el príncipe Magnus había desparecido.

Cuando por fin pensó lograrlo un guardia se acerco a él.

—¡alto ahí magestad! Las órdenes del rey fueron claras... —El. Guardia ya estaba muy cerca de Magnus, so Magnus saltaba en ese momento culparia a Raphael, el guardia era nuevo, nunca lo había vito, y su cabello era verde.

—Pues yo soy la nueva autoridad aquí... Vamos Ragnor, el muchacho solo se quiere divertir —ese era... ¿RAPHAEL? eso si que era nuevo, ¿Raphael llevándose con otro guardia?

—Esta me la pagaras en la cama... Yo nunca los vi —Y mientras Rapjael hacía un gesto de que subiera al carruaje, la mente de Magnus solo quería hacer preguntas, que nunca fueron contestadas por el mosquetero.

Sin saberlo, ambos corazones, sin importar la clase iban a su encuentro ¿que podría salir mal?

MARATOOOOON DE ESTA Y DE COSAS DE AMOR, AÚN DEBO UN CAPITULO DE ERES, DISFRÚTENLO.

Amores Mágicos [ADAPTACIÓN] [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora