Invitaciones y vestuarios.

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¿En verdad Magnus se refería a un baile?
¡¿UN BAILE?!
Esa misma tarde después de que Alec había regresado a casa después de Jonathan se acerco al pueblo, por cosas del mandado, si no todos lo vieran con lástima hubiera sido una tarde muy agradable.

Cuando por fin terminaba de comprar el pan, unas trompetas se escucharon.

—Aviso importante del rey... —Era el chico, más bien dicho, el señor que acompañaba a Magnus, Raphael, si tal vez ese era su nombre pensó Alec. —Por orden del Rey, todos, absolutamente todos podrán acudir al baile real, donde el príncipe contraerá matrimonio con alguna persona de la realeza.

Ese mensaje era repetido hasta el cansancio, donde Raphael no sólo por decirlo tantas veces, sino por lo que le decía ya le dolía la garganta, pero con cada casa que visitó.

Lo decía.

Para Alexander no fue fácil escucharlo, ¿ese era el plan de Magnus? ¿Casarse? ¿O tal vez eso era una cortina para escapar con él?

Sin saberlo, el rubio observaba a Alec, y pensaba ¿Cómo ayudó a mi amigo? Y tuvo una idea que necesitaba tiempo, y su tiempo máximo sería la noche del baile.

Habían transcurrido dos horas y Alec tuvo que hacer una cena improvisada que sólo fue pagada con malas miradas, en ningún momento hubo golpes esta vez.

La campana de la entrada sonó, al tener una casa así de grande Alec lograba reconocer la peculiaridad de cada una.

—Cenicitas ve abrir, y no nos dejes en ridículo...

Sin muchas ganas de hacer Alec lo hizo, delante de él estaba Raphael. Y el Rey, Alexander se arrodillo.

—Para serviles majestades... —su voz de Alec sonaba nerviosa. No era como si Magnus y él hubieran salido por meses, pero sentía cosquillas a conocer a su padre.

—Buscamos a Alexander Lightwood... —dijo el rey, su voz no sonaba que fuera para algo amistoso.

—¿Quien lo busca? —pregunto una voz detrás de ellos, y era Jace.

—Son ordenes del Rey no podeis cuestionar —Dijo Raphael no siendo amistoso con el rubio.

La intensidad podía sentirse más con la mirada del Rey inspeccionando la casa, como si tratara de buscar algo, algo que le indicará que esa era la casa.

—Alexander Lightwood soy yo... —eso salió de la boca de Jcae, y unos guardias entraron a tomarlo a la fuerza y llevárselo, dejando así mismo 4 invitaciones en las manos del chico ceniza.

En palacio las cosas sucedían con normalidad, solo que Magnus aún pensaba ¿que hacer? ¿Qué haría para poder estar con Alexander aunque sea esa noche?

Tal vez.... Tal vez en la carta venia un mensaje, buscaría la carta, ¿Dónde?

Ya eran las 10 de la noche, las invitaciones se habían entregado, y la carta no estaba.

Busco en toda su habitación.

Nada, no había nada.

¿Acaso la habría perdido?

No claro que no, nunca perdería algo de esa importancia.

Su padre entró sin tocar, la habitación era un desastre.

—Papá no es buen momento... —Peor Magnus fue interrumpido por la voz de su padre Extrañamente relajada.

—¿buscabas esto? —le enseñó el sobre de la carta de Alexander ¿sin abrir?

Amores Mágicos [ADAPTACIÓN] [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora