8) Nicolás Flamel

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Durante el resto de vacaciones de Navidad soñé una y otra vez con la escena que me había revelado el espejo, la imagen del adulto Draco Malfoy no salía de mi cabeza.

-¿Te das cuenta? Dumbledore tenía razón. Ese espejo te puede volver loco.- comentó Ron cuando Harry nos contó sobre sus sueños.

Hermione volvió el día anterior al inicio de las clases decepcionada por no haber encontrado a Nicolas Flamel y horrorizada con la idea de Harry vagando por el colegio tres noches seguidas.

Nuestras esperanzas se iban con el tiempo.

Harry y yo no teníamos tiempo para buscar información ya que los entrenamientos de Quidditch habían empezado de nuevo.

Wood nos hacía trabajar más duramente que nunca.

Había decidido por sí mismo que yo sería titular sin consultármelo y había diseñado una alineación adaptada a mí durante las vacaciones, así que no le pude decir que no.

Ni la lluvia constante que había reemplazado a la nieve podía doblegar su ánimo.

Fred y George se quejaban que Wood se había obsesionado demasiado con en Quidditch.

A mí me venía de perlas el duro entrenamiento de Wood.

Así no tenía tiempo para pensar en Draco Malfoy.

Durante un entrenamiento en un día especialmente húmedo y lleno de barro Wood nos dijo que el árbitro del siguiente partido sería Snape.

-¿Snape va a ser el árbitro? ¿Cuándo ha sido arbitro en un partido de Quidditch? No será imparcial si nosotros podemos sobrepasar a Slytherin.- George se cayó de su escoba y escupió un trozo de barro.

-No es culpa mía. Lo que tenemos que hacer es estar seguros de jugar limpio, así no le daremos excusas para marcarnos falta.- suspiró Oliver Wood.

Cuando volvimos a la torre de Gryffindor le contamos a Hermione y a Ron lo de Snape.

-No juegues.- comentó de inmediato Hermione.

-Di que estás enfermo, Harry.- añadió Ron.

-Finge que se te ha roto una pierna- sugirió Hermione.

-Rómpete una pierna de verdad.- secundó Ron.

-No puedo. No hay buscador suplente. Si yo no juego Gryffindor no juega.- comentó Harry.

En aquel momento Neville cayó en la sala común.

Nadie se podía explicar como se las había arreglado para pasar por el agujero del retrato ya que sus piernas estaban pegadas juntas.

Era el Maleficio de las Piernas Pegadas.

Al parecer había tenido que ir saltando todo el camino hasta la torre Gryffindor.

Todos se empezaron a reír salvo yo y Hermione, que se puso de pie e hizo el contramaleficio.

Ayudé a Neville a ponerse de pie, el chico estaba temblando.

-¿Qué ha pasado?- preguntó Hermione ayudándome a sentarlo junto a Harry y a Ron.

-Malfoy.- suspiró pensadamente Neville Longbottom.

Al oír el apellido del rubio platinado de Slytherin la escena que vi en el espejo pasó por mi mente.

Sacudí mi cabeza tratando de hacer desaparecer aquélla escena de mi cabeza.

-Le encontré fuera de la biblioteca. Dijo que estaba buscando a alguien para practicarlo.- respondió Neville temblando.

-¡Ve a hablar con la profesora McGonagall! ¡Acúsalo!- lo instó Hermione.

La Hermana de Ron Weasley (Draco Malfoy y tú) //1//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora