Era la mañana antes de navidad.
Hacía cuatro días que había cumplido los 11 años.
El lago estaba sólidamente congelado y mis hermanos gemelos fueron castigados por hechizar varias bolas de nieve para que siguieran a Quirrel y lo golpearan en la parte de atrás del turbante.
Las pocas lechuzas que habían podido llegar a través del cielo tormentoso para dejar el correo tuvieron que quedarse al cuidado de Hagrid hasta recuperarse antes de volar de nuevo.
Todos estábamos impacientes por el inicio de las vacaciones.
Mientras la Sala Común de Gryffindor y el Gran Comedor tenían las chimeneas encendidas, los pasillos llenos de corrientes de aire se habían vuelto helados y un viento cruel golpeaba las ventanas de las aulas haciendo infernales ruidos que torturaban mis oídos.
La clase dónde peor se pasaba el frío era Pociones, abajo en las mazmorras, en donde la respiración subía como la niebla haciendo que nos quedáramos todos pegados a nuestros hervientes calderos.
-Me la mucha lástima toda esta gente que tendrá que quedarse a pasar la Navidad en Hogwarts porque no los quieren en sus casas.- comentó Draco Malfoy en una de las clases de Pociones.
Vi la mirada de Harry decaer unos momentos para después volverse a levantar e ignorar al platinado.
-Y a mí me dan lastima los que se tiñen el pelo porque no pueden aceptar su color natural.- le susurré a Hermione, con quién me había juntado en las clases de Pociones.
Después del partido de Quidditch, Malfoy se había vuelto más desagradable que nunca.
Disgustado por la derrota de Slytherin, había tratado de hacer que todos se rieran de Harry diciendo que un sapo con una gran boca podía reemplazar a Harry como buscador.
Pero entonces se dio cuenta de que nadie lo encontraba gracioso porque estaban muy impresionados por la forma en que Harry se había mantenido encima de su escoba.
Así que Malfoy, celoso y enfadado, había vuelto a fastidiar a Harry por no tener una familia apropiada.
*¿Acaso ése Slytherin se alimenta de criticar a la gente?*
Harry nos había contado que no iría a Privet Drive para las fiestas ya que le gustaba más estar aquí que con sus tíos y primo muggles.
Mis hermanos y yo también nos quedaríamos en Hogwarts ya que papá y mamá se marchaban a Rumania a visitar a Charlie.
Cuando abandonamos los calabozos, al terminar la clase de Pociones, encontramos un gran abeto que ocupaba el extremo del pasillo.
Dos enormes pies aparecieron por debajo del árbol y un gran resoplido nos indicó que Hagrid estaba detrás de él.
-Hola Hagrid, ¿necesitas ayuda?- preguntó Ron metiendo la cabeza entre las ramas.
-No, todo va bien. Gracias, Ron.- le agradeció el guardabosques a mi hermano.
-¿Te importaría quitarte de en medio?- la conocida voz arrastrada de Draco Malfoy sonó detrás mío mientras su aliento soplaba ligeramente por encima de mi cabello rollizo.
Di unos cuántos pasos hacia mi izquierda situándome al lado de Harry mientras Malfoy se dirigía hacia Hagrid y Ron.
-¿Estás tratando de ganar algún dinero extra, Weasley? Supongo que quieres ser guardabosques cuando salgas de Hogwarts... Esa choza de Hagrid debe de parecerte un palacio comparada con la casa de tu familia.- comentó Malfoy con evidente burla.
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La Hermana de Ron Weasley (Draco Malfoy y tú) //1//
FanficPrimer libro, ambientado en Harry Potter y La Piedra Filosofal. "Dos miradas que no pueden evitar chocarse, dos almas destinadas a encontrarse aunque no lo quieran." Y así empezó todo, con una rana de chocolate en la mejilla... *AVISO 1: Los comen...