Dos chicas completamente diferentes, pertenecientes a un mundo que está en plena guerra, despiertan un día en un lugar desconocido.
Al enterarse que están en otro mundo, sin saber cómo, deciden empezar a buscar los medios para regresar a su mundo. E...
Y... La típica caída libre que significa que se ha llegado a otro mundo.
Nix hizo un escudo alrededor suyo (porque estaba abrazando el huevo en su forma animal) y... Parecía pelota de tenis con todo lo que rebotó.
Apenas deshizo el hechizo Alice se le acercó, preocupada por el huevo.
— ¡Otro aterrizaje con estilo!—Si, Nix nunca dejará de ser tan energética.
— ¿El huevo está bien?
— ¡En perfectas condicion-!—¡Crack!, Se escuchó un fuerte crujido.
—... ¿Que fue eso?—Alice entre cerró los ojos, Nix con cuidado dejó de abrazar el huevo, el cual ahora tenía una grieta, pero Alice no lo podía ver bien debido a que era de noche y la luna menguante junto a las estrellas a pesar de todo no daban suficiente iluminación
—Nix... Dime que ese sonido no fue de lo que creo que fue. —Otro crujido se escuchó.
—Oh... Parece que está naciendo. —Dijo con algo de nervios en respuesta
Ambas veían el huevo removiéndose y crujiendo hasta que por fin eclosionó y se pudo ver a una cría de dragón macho negro con pequeñas manchas blancas lo cual recordaba el cielo estrellado, pero lo más impresionante eran sus particulares ojos puesto que uno era azul rey y el otro amarillo-dorado y brillaban.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El pequeño alzó su cabeza y vio a ambas chicas con curiosidad.
— Oh... ¡Que lindo!—no pudo evitar mostrar su emoción y hablando el idioma de las bestias sin querer la lobezna.
—Otra vez no... —Suspiró Alice
El dragoncito les miró con sus grandes y brillantes ojitos dispares antes de darles una sonrisa algo dientuda.
— ¡Mamás!
Ambas parpadearon confusas y Nix se derritió de la ternura.
—Oye Nix, ¿Por qué ésta cría no habla como las crías del mundo que acabamos de visitar?
—Ah eso, es que realmente depende...
—¿De qué?
—De con qué idioma le hablas primero, aunque no te preocupes, me parece que éste pequeñin aprenderá los dos idiomas rápido. —Volvió a su forma humana y tomó entre sus brazos al pequeño, quien la reconoció por el olor.
—Tenemos que ponerle un nombre.
—Hmmm... —Nix extendió sus brazos y vio el pequeño dragón detalladamente. —Es negro, pero tiene manchitas blancas... Parece una noche estrellada. —Describió para Alice, la cual puso una mano en su mentón, pensando.
— ¿Qué tal si le ponemos... Ikuto?
— ¿Ikuto?—El pequeño se movió en dirección a Alice moviendo con emoción su colita, Nix se lo pasó a ella. —Parece que le gusta jeje. —La ojiplateado sonrió.