Jirou Kyoka estaba irremediablemente enamorada.
El amor era algo desconocido para ella, pero sí sabía que muchos músicos conocían muy bien el amor. Innumerables canciones de amor se habían escrito desde el principio de los tiempos. Un sentimiento mágico, atrayente, que funcionaba casi como una droga.
Yep, eso no era para ella.
Estaba mejor sola, escribiendo canciones y tocando la guitarra en su habitación. Ella vivía su vida tranquilamente, al margen de los demás. Un personaje secundario, nunca un personaje principal. Ella no sería la protagonista de ninguna historia loca, pero al menos podría componerle un buen OST, eso definitivamente tenía que contar.
Hasta que conoció al ser humano más torpe que había pisado la Tierra.
Yaoyorozu Momo, sin lugar a dudas, era la persona con menor sentido de autoconservación que había conocido. Dejaba de dormir por enseñarle la materia a sus compañeros de clase, usaba su quirk hasta el límite e iba cada vez más allá, con ningún sentido del pudor al momento de descubrir su cuerpo para crear las más complicadas herramientas para conseguir la victoria. Una victoria que no era para ella, sino para sus compañeros. Tampoco tenía idea de lo que era vivir una vida ordinaria sin los lujos de su familia millonaria. Los niños ricos siempre habían irritado a Kyoka, pero no podías enojarte con Momo, no había una pizca de malicia en ella. Ella estaba siempre ahí para darle todo a los demás. Siempre sacrificaba todo de sí por las personas por quienes se preocupaba.
Así que alguien debía estar ahí para ella. Kyoka deseaba ser ese alguien.
Aunque quizás ese alguien que necesitaba Momo no era Kyoka.
Desde finales del primer semestre, Kirou había visto como Yaomomo y Todoroki Shoto pasaban cada vez más tiempo juntos. Momo siempre sonreía dulcemente cuando hablaba con él. Lo más sorprendente, es que Todoroki también sonreía. Eso no se veía muy a menudo. Tenían mucho en común: eran hijos de familias importantes, debían sentir mucha presión en sus hombros y sus personalidades congeniaban. Además de ser ridículamente atractivos, bordeando ligeramente lo absurdo. Bellos y ricos.
Estaba feliz por ellos. Hacían una bella pareja.
Sí, claro.
Cada vez que pensaba en ellos dos juntos, Kyoka sentía que se le revolvía el estómago. Este era otro sentimiento sobre el cuál se habían escrito innumerables canciones en la historia de la humanidad: celos. Kyoka estaba celosa de Todoroki Shoto.
Así que ahí estaba, en el dormitorio de los chicos, en la habitación de Kirishima Eijiro, rogando por algo que la hiciera sacarse esos sentimientos de encima. Cualquier cosa que se asemejara remotamente a una esperanza de alejarse de esas emociones le servía.
— Déjame ver si entendí. Estás enamorada de Yaomomo— dijo Kirishima.
Kyoka asintió, con los pómulos sonrojados. Estaba sentada en el piso de la habitación con el chico pelirrojo frente a ella.
— Quieres saber si ella está realmente enamorada de Todoroki— agregó.
La chica volvió a asentir.
— Para olvidarte definitivamente de ella— finalizó.
De nuevo, Kyoka asintió.
— Mira— Kirishima puso una mano en su nuca con rostro de confusión— Yo no soy un experto en el amor, pero estoy seguro que así no es como se supone que funcione.
— ¡Cuando esté completamente segura que ella está enamorada de Todoroki, dejaré de pensar en ella! No podría pensar siquiera en entrometerme entre ellos. Por favor, Kirishima— los ojos negros de la chica lo miraban rogándole.
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Creando amor
FanficA Kirishima Eijiro le encanta ayudar a sus amigos, siempre hará lo que esté a su alcance para que logren sus metas. Cuando es golpeado con un quirk que le permite ver cuando una persona está enamorada ¡Hará todo para que consigan su amor! Aunque el...