OO7

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Quería irse, lo único que quería hacer era largarse de esa casa del horror, volver a su habitación y no salir nunca más. No exageraba, realmente se sentía como si quisiese esconderse para siempre y desaparecer.

Y ahora no sabía porqué había tomado esa botella en primer lugar, ni siquiera planeaba tomársela o hacer algo con ella.

¿Qué ganaría con eso, de todos modos?

Stiles quería llorar, sentía cómo el nudo en su garganta le ahogaba cada vez más fuerte y las lágrimas ardían en sus ojos. Se sentía tan ridículo; como un niño llorando por un juguete perdido.

Había pasado casi dos horas arreglándose, escogiendo su ropa y arreglando su cabello para que al menos una vez se viese decente. Y nada de eso había servido para nada.

¿Qué esperaba que pasaría esa noche, realmente pensaba que algo pasaría? ¿Que entre Derek y él de pronto se encendiera una chispa, pasarían toda la noche riendo y hablando, como si nadie mas existiera?

Realmente era un perfecto estúpido.

Stiles salió lo más rápido que pudo de la casa, sosteniendo aquella botella en su mano sin importarle las miradas extrañadas y ni siquiera se detuvo cuando sintió cómo chocó contra alguien.

-¡Hey, ten más cuid...! ¿Stiles?-

El castaño ignoró a quién sea que le había llamado y siguió caminando con prisa. Pero, pronto sintió una mano tomando su brazo y deteniendole en seco.

Al girar, con los labios apretados para no sollozar y los ojos brillantes, se encontró la segunda cosa que no necesitó ver en esa noche.

Erica Reyes (la mejor amiga de Derek, grandioso) le veía preocupada, pasando su mirada de él a la botella en su mano y notando rápidamente las lágrimas que inútilmente trataba de disimular.

-¿Stiles, estás bien?-preguntó Erica, con un tono suave y tratando de acercarse. Pero Stiles rápidamente retrocedió-¿Qué te ocurrió, de dónde...?-señaló la botella y el castaño meneó la cabeza.

-No estoy de humor para hablar en este momento, Erica-dijo lo mejor que pudo, pero de todos modos su voz sonó rota.

Stiles se regañó mentalmente y quiso morir cuando Erica le dio esa mirada.

La misma que ponía cada vez que Derek disimuladamente lo rechazaba frente a ella, se escapaba de sus abrazos con incomodidad o simplemente le llamaba "amigo" como un recordatorio.

Esa mirada; la conocedora y comprensiva, pero al mismo tiempo de lástima. Stiles la odiaba tanto.

-Sí, eso puedo notarlo-dijo con algo de burla, sonriendo casi socarrona y sacando una cajetilla de su bolsillo.

Stiles miró impresionado cómo llevaba un cigarrillo a sus labios y lo encendía como si no fuese la primera vez que fumaba.

Él nunca lo había hecho, jamás había sentido realmente curiosidad por ello aunque su padre había fumado casi toda su niñez y adolescencia. Tal vez eso lo había detenido; hasta ahora.

La rubia notó la mirada oscura que tenía Stiles sobre sus labios, más exactamente sobre el cigarrillo entre ellos y arqueó una ceja con algo de picardía.

-¿Quieres uno?-alzó la cajetilla frente a sus ojos y Stiles miró el tubito blanco que apenas se asomaba con ansiedad-Tú me dices qué te ocurre, y podemos compartir-

-Yo no...-negó con la cabeza y apartó la cajita de cartón de su rostro con cuidado, aunque sentía la picazon de la curiosidad en sus dedos.

Erica sonrió y apartó con sus dedos el cigarrillo de sus labios, expulsando el humo por su nariz y ladeando la cabeza, mirándole divertida.

𝐒𝐈𝐌𝐏𝐋𝐄𝐌𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐍𝐎 𝐓𝐄 𝐐𝐔𝐈𝐄𝐑𝐄 | 𝐒𝐓𝐄𝐑𝐄𝐊 (𝐏𝐀𝐔𝐒𝐀𝐃𝐀)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora