𝐒𝐈𝐌𝐏𝐋𝐄𝐌𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐍𝐎 𝐓𝐄 𝐐𝐔𝐈𝐄𝐑𝐄 | 𝐒𝐓𝐄𝐑𝐄𝐊 (𝐏𝐀𝐔𝐒𝐀𝐃𝐀)

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-¿Qué estás haciendo ahora, Stiles?-

El pequeño castaño no se detuvo en lo que estaba haciendo con tanto esmero, apenas le dio una mirada con una sonrisa a su mejor amigo y de inmediato volvió a su labor.

-Una sorpresa-respondió con voz cantarina y una tierna sonrisa en su rostro, cuando sonreía así era como ver a un niño a punto de abrir sus regalos en Navidad.

-¿Y para quién es?-preguntó Scott con cuidado, haciendo una mueca por lo que sabía se venía y se dejó caer a un lado de su amigo.

Stiles estaba sentado en el suelo como un indio, frente a la mesa de té de su sala y con esta llena de materiales para hacer cualquier manualidad. Hojas de colores, marcadores, hasta tenía brillantina de distintas formas y colores.

Tenía todo para comenzar un taller de manualidades él mismo, a pesar de que Scott sabía lo torpe que era el otro con las manos; Stiles aun así lo intentaba.

Espió por encima del hombro de Stiles y suspiró con cansancio al detallar de cerca lo que estaba haciendo el castaño. Aunque no le sorprendía, en lo absoluto.

-Para Derek-dijeron los dos amigos al mismo tiempo, Stiles con una voz enamorada y Scott con una agotada.

¿Por qué siquiera seguía preguntando si la respuesta jamás cambiaba?

Tal vez porque Scott tenía la esperanza de que dijera, "Para mamá", "Para papá" o al menos "Para Jordan" (aun cuando el mayor de los Stilinski ya no vivía en el pueblo). Pero, claro que no.

La respuesta a casi todas las preguntas, siempre había sido y probablemente siempre sería "Derek"; y eso era lo que más asustaba a Scott.

-Pero Stiles...-

-¡Le encantará, Scotty!-chilló Stiles emocionado, con sus ojitos whisky chispeando mientras le mostraba a Scott lo que había estado haciendo toda la tarde.

Era una hermosa tarjeta, como esas que salían en internet que tenían dobleces complicados y más cosas salían de escondites que Scott jamás había entendido muy bien cómo funcionaban.

Bueno, al parecer su amigo no era tan torpe con las manos como él pensaba.

Eso, o que tantos años de práctica haciendo tarjetas y tonterías rosas por fin estaban dando resultados.

-Está muy bonita, Stiles-dijo Scott con sinceridad y miró a su amigo con suavidad, se veía realmente emocionado y aunque no quería explotar su burbuja, debía hacerlo; o intentarlo al menos-Pero, ¿no crees...?-

-¿Me acompañas a dársela mañana cuando salga de sus entrenamientos?-Stiles no le dejó terminar, mientras cerraba el pequeño sobre que guardaba la brillantina y comenzaba a ordenar todo ese desastre.

Scott suspiró y se pasó una mano por la cara. Esta parte era una de las que más le dolía al moreno, tratar de persuadir a su amigo y nunca lograrlo.

No era la peor, claro está; esa era ver a su amigo ser rechazado. Otra vez, como cada vez.

-Stiles, él no...-

-Derek va a quererme Scott, ya lo verás-suspiró Stiles, girandose a verlo con una dulce sonrisa y sus ojitos de venado brillando de sólo pensar en el mayor-Cuando se dé cuenta de lo mucho que lo quiero y todo el amor que puedo darle, Derek va a quererme-

Scott sabía que eso no era cierto.

Sabía que Derek no quería a Stiles de esa forma, sabía que el mayor en realidad se sentía hasta un poco incómodo por sus demostraciones tan efusivas de afecto y que Derek ni siquiera era gay.