4️⃣

8 0 0
                                    

No culpo a Benno por querer irse, pero sí es culpable por haberme asaltado y haber dejado todas estas dudas sin resolver en mi cabeza.
Me tumbo mirando al techo. Elvis Presley estaba sonando en mi único auricular y mis pensamientos hoy gritaban más que nunca. ¿Qué venía Benno a buscar en mi casa? ¿Como apareció ahí de la nada siendo de Berlín? ¿Y por qué no sabe nada de las cosas que usamos? ¿Y si es un liberto? Basta. Basta. Si esto me carcome es mejor que lo haga bien.
Cojo un bloc de notas y un boli y me pongo a escribir preguntas que resolveré la próxima vez que le vea. Espera, ¿le veré de nuevo? Primera pregunta, bien. Es un chico normal y corriente; o eso parece. ¿Puede que sea una alucinación? No, alucinación no es porque lo que escupió lo tuve que limpiar.  ¿Y si...? Mi teléfono suena.
-¿Hola? -Pregunto abrumada.
Mis propias preguntas me estaban ahogando demasiado. Nadie responde. Vuelvo a preguntar pero el teléfono sigue sonando. Me empiezo a poner nerviosa. Separo el móvil de mi oreja y veo que lo que suena es una alarma programada llamada "ya sabes qué". ¿Ya sé qué?
Suena el telefonillo de mi piso. Voy a abrirle la puerta a la que creo que es mi madre pero me sorprendo cuando a quien veo es a Pierce esperando.
-¿Pierce? -Cuestiono su visita.
-La alarma. 8 meses. Me lo debes. Abre.
Le abro el portal sin rechistar. Exactamente hoy hacía ocho meses que toda nuestra tontería empezó. Ocho meses. Qué rápido ha pasado todo.
Le dejo la puerta abierta y cojo mi libro de Alemán haciendo que estudiaba.
-Hey, ¿cómo está mi chica estudiosa? -Pregunta mientras se sienta a mi lado en el sofá y me besa la mejilla.
-Tengo un examen la próxima semana, necesito estudiar más que nunca. -Miento.
-Tu memoria tiene la suficiente capacidad como para permitirte descansar un día.
Suspiro exagerando, no me apetecía estar con él. Aún no acaba de asimilar todo lo Benno y mi mente estaba completamente off.
-No creo que hoy sea el mejor momento...
-Bien, me lo esperaba. -Dice mientras coge mi libro y me gira la cara hacia él. -Te diré el plan: primero unas copas, después uno dados y, por último, una película con el final que tanto nos gusta.
Ruedo los ojos. Siendo sincera, el plan me interesaba muchísimo, pero justo hoy...
Me besa y con ese beso todas las dudas se disipan. Vale, asiento y se levanta a por unas botellas que él mismo aportó y empezamos a beber.
El alcohol iba subiendo a la vez que mis ganas de comerle la boca a cada segundo. Acabamos nuestras dos primeras botellas en apenas media hora y decidimos pasar a los dados. Sentados contra el sofá, tiramos dos dados y un chupito llamado 'orgasmo' baja por mi garganta.
-¿He dicho ya que no debería estar tomando alcohol? Sabes que si te tomas un alcohol con una graduación muy elevada puede... -Me calla con un beso y se separa casi de inmediato.
Ambos estamos casi igual de borrachos y él consigue ponerse de pie tras varios tambaleos hacia los lados 
-Creo que hoy es un buen día para pedírtelo. -Ya la tenía que cagar de alguna manera.
-Benno, esto estaba siendo demasiado perfecto para que la jodas ahora. -¿Acabo de decir Benno?
-¿Benno? ¿Quién es Benno? -Su cara tiene una mueca de desagrado.
-Mi primo. -Respondo lo primero que me sale. -Vino ayer a visitarme y no sé por qué se me acaba de venir ahora a la mente.
-Bueno. -Ha colado. -El caso es que necesito decirlo. -Se bebe un chupito random de la bandeja y camina hacia su chaqueta, coge una pequeña caja y se arrodilla en frente de mi. -Desde que empezamos con esto llevo enamoradísimo de ti. A medida que pasaban los días a tu lado, toda mi vida mejoraba teniéndote a ti conmigo. Todo tú me parecía y me parece perfecto. Y te juro, te juro que nunca pensé que alguien me gustaría tanto como para verla durante ocho meses y querer seguir viéndola todo lo que me queda de vida. Te quiero, te quiero muchísimo. Y es por eso que: Khala Walsh, ¿Quieres hacer nuestra relación oficial por fin?
Unas inexplicables dudas se unen a mi miedo de hacer las cosas mal. Me lo pedía temprano. Era extremadamente temprano. Una relación es mucha responsabilidad, compromiso, comunicación y demasiadas complicaciones. No estoy segura. No quiero aventurarme. No me gusta lo suficiente. No quiero cagarla. No...
-Sí. -¿De verdad acabas de hacerlo?
-¿De verdad? -Está asombrado. Tanto como yo.
-Sí, qué cojones. -Tengo demasiado alcohol en las venas. No puedo pensar con claridad.
Me coge la mano, me pone el anillo y me sostiene la cara besándome más apasionadamente que nunca. Mis sensores se encienden, la bandeja se cae y mi ropa está deseando adornar el suelo del salón.
Aprovecho que se puso de rodillas y le levanto lo suficiente como para poder tirarlo contra el sofá sin dejar que se separe del todo de mí. Me pongo encima y le desabrocho la camisa pasando mis manos por todo su torso desnudo. Pasa su boca por todo mi cuello, me quita la sudadera sin pensar a la vez que me mueve para tumbarme en el sofá poniéndose encima mía y tomando él todo el control. Baja a besos por todo mi abdomen y llega hasta mi legging gris el cual desea desprenderse, pero él prefiere bailar con sus dedos alrededor de mi ombligo antes de librarme del sucio pedazo de tela que cubría mis piernas. Sigue bajando a besos, baja hasta llegar a mis tobillos y vuelve a subir hasta llegar al punto que ambos queremos. Las baja suavemente acariciando mis piernas a medida que bajaba sin dejar de mirarme con su cara de pillo ni un solo segundo. Las tira cayendo en la mesa de atrás. Le miro, sonríe, me abre las piernas y se pone en medio.

Number 9.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora