- Supongo que será luego:
— ¿Cómo qué no podrás venir Stan?, planeamos esto desde hace dos semanas. — el rumano a través de la pantalla suspiró estresado, él conocía lo que les había costado a ambos hacer lugar para ellos mismos, con todos los sucesos que estaban viviendo en su vida de actores.
Pero lo que tenía Stan frente a él era imposible de rechazar, no así de fácil.
— Anna, es una producción bastante grande; sólo piénsalo. Es una maravillosa oportunidad, y mi audición no se puede posponer a más.
Anna del otro lado de la pantalla bufó con cansancio. Se sentía abrumada por un montón de sensaciones que, para ser franca no era capaz de exponerlas desde ese medio comunicativo, necesitaba ver a Stan.
— Sebby, seguramente ellos entenderán yo...
— ¡No! — exclamó Stan interrumpiendo a su esposa; dejandola asustada por su repentino cambio de humor. — Sólo comprendelo, los productores pusieron su atención en mi, y sólo en mi. Es Marvel cariño, y un papel con un futuro bastante prometedor; lo lamento.
Ella dejó caer ambas de sus manos a los costados de su computadora, mesajeando su dedo anular; donde el anillo de matrimonio estaba puesto, y lucía muchísimo a la perfección. Cerró los ojos asintiendo y en parte, entendiendo que, por más que deseara sacar a flote la noticia de su embarazo, no sería posible, no en el momento que quería.
— De acuerdo. — Sebastian liberó un suspiro acompañado de una mirada de amor, y sonrió.
— Hasta pronto cariño. — y cerró la pequeña pero conflictiva videollamada que ambos tenian, no le dió tiempo ni de despedirse de él.
Anna se levantó de su cama, y viajó a la sala para retirar ese cartel de "Bienvenida" que había elaborado con sus manos con mucho esfuerzo. Posterior a ello retiró los globos y seguido el pequeño aparato que le daba la prueba que sería madre fue desechado a la basura.
— Supongo que será después.
