— ¡Oye ______ ven acá, te gustará. — me llamó Evans desde la puerta de mi habitación. Todo el elenco estaba a punto de salir para viajar a otro estado para filmar escenas más complejas, y debido a que yo ya estaba casi lista, dejé la puerta abierta.
Él tomó mi mano y cerré la puerta atrás mio, según la dirección que tomabamos estabamos rumbo a la habitación de Downey, fruncí el ceño al preguntarme por qué veniamos.
Una vez que Evans cerró la puerta divisé a dos personas más en la habitación.
— ¡Hola nena! ¡Ven ayudanos a envolver esto! — pidió Downey con felicidad, a su lado se encontraba Sebastian Stan:
Mi amor platónico.
Cuando me postré a su lado él me dió una tierna sonrisa que no evite regresar con gusto, mis mejillas se bañaron de rojo ligeramente y proseguí ayudando a Downey, en eso Sebby se alejó hasta Evans.
— ¿Qué planeas Robert? — pregunté curiosa, envolviamos casi todas las sábanas de su cama matrimonial y él las moldeaba, hasta ahora las sábanas hacian parecer que alguien estaba bajo ellas, una persona.
Al verlo entendí que tramaban.
— ¡¿Otra broma a los del Hotel?! Señores, eso es cruel. Un dia alguien los va a demandar.— exclamé en un regaño. Para ese trío que, además de ser aveces unos imbeciles, tenía que ser su niñera.
Downey siempre, iniciaba esta clase de bromas pesadas, y tontamente Evans y Stan las seguían. Aveces lograba detenerlos, pero algunas pocas realmente estaban fuera de mi alcance.
Una vez llenaron toda una habitación con pelotas plásticas de muchos colores. Y otra, hurtaron las llaves de las habitaciones y ningún cliente pudo hospedarse en semanas, las devolvieron sólo cuando la dependienta los fue a buscar, junto a dos oficiales. Aquella broma fue una de las peores, y afortunadamente (aclarando que esto sólo lo creo yo) seguiamos dentro del país para la filmación, quien sabe que hubiera pasado realmente con ese hotel, cabe destacar era popular y con un muy buen servicio.
Evans rió al percatarse de que de nuevo iniciaría un drama con tal de detenerlos, pero luego miré a Sebastian, seguramente tratando de detenerlos siempre aparentando ser una madre, debía pensar que era aburrida y amargada. Así que sólo esta vez cambiaría los planes.
Observé alrededor de la habitación con detenimiento hasta toparme con aquello que buscaba.
— ¡Stan! Pasame el teléfono de cable, desconectalo primero. — el rumano obedeció sin chistar y tal y como se lo pedí entrego el aparato. Desde un costado, Evans prescensiaba todo.
— ¿Que harás ______? Esto no es tú estilo — demandó Downey, pero le hice callar.
— Ya lo es.
Anonadado con mi cambio repentino de actitud, Robert hizo las cosas tal y como se las pedí, me alejé de la cama observando maravillada el resultado.
Había enredado el cable del aparato electrónico alrededor de las sábanas simulando que hacían presión sobre el cuello de una "persona".
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ahora era una real escena de crimen.
— ¡Wow! — exclamaron los tres hombres con sorpresa. — Hasta puedo sentir que de verdad ahí hay una persona asesinada. — finalizó Stan en una sonrisa.
— Podemos dejar a tú buen amigo Chris, si quieres.
Tomó mis hombros y estampó un beso en mi mejilla, sólo toqué el sitio, sin poder creerlo.
— ¡Que gran idea! — exclamó dando vueltas en la habitación riendo a carcajadas.
— Correcto. Dama y caballeros escapemos de aquí antes de que alguien nos pille.
