Capítulo 3

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Vas caminando por la calle, bastante desganada. Vas a paso lento, sin importarte si alguien te mira, o si es tan amable de saludarte.

Cada vez vas más despacio, pero sin darte cuenta.

De repente, te acuerdas de que cogiste el móvil. Te tocas el lado del bolsillo. Efectivamente, ahí está. Metes la mano en el bolsillo y lo sacas. Justo vas a mirar el twitter de Abraham y te das cuenta que son las ocho menos tres minutos de la mañana. Y no llevas ni medio camino. Empiezas a correr como nunca antes, mientras guardas el móvil de nuevo en el bolsillo.

Llegas agotada al portón del instituto justo cuando suena de sirena "When I Was Your Men" de Bruno Mars. Esa es la canción que tu profesor de música ha elegido para que suene en la entrada y salida, y en cada cambio de clase esta semana. Y vuelves a pensar en Abraham... Y en el dichoso anuncio de la mañana que no has podido ver.

Justo estás sumergida en tus pensamientos cuando alguien te golpea el hombro.

Miras hacia atrás, pero no ves a nadie. Giras rápidamente la cabeza hacia delante y ves a tu mejor amiga, Cristina, que te sonríe. Y mientras corre te dice:

-¿Viste el anuncio del enano esta mañana? ¡Todavía no me lo creo!-

Y desaparece de tu vista. Corres para alcanzarla, pero entre tanta gente acabas perdiendo su rastro.

Gritas de rabia y la gente de tu alrededor se gira para mirarte. Tú te ruborizas y agachas la cabeza, avergonzada, y sigues caminando en silencio hasta tu clase.

En toda la mañana no has podido dejar de pensar en lo mismo. <<¿Qué será eso tan impresionante que habrá pasado?>>

Varias veces tienes la tentación de coger el móvil en medio de una de las largas explicaciones del profesor de historia, pero prefieres no hacerlo. Pero cada vez estás más nerviosa.

<<____(TN), espérate a la hora del patio para hablar con Cris, ella te lo aclarará.>>

La sirena que indica la hora del patio se te hace eterna, parece que no llegue. Sales disparada hacia el rincón donde Cris y tú soléis reuniros para estar juntas, ya que no vais a la misma clase. Pero cuando llegas no está. <<Es que he salido muy rápido.>> piensas. Pero pasa un cuarto de hora y Cristina no llega. Te decides a buscarla.

Te recorres todos los patios, pasillos y clases, y ni rastro de ella, a pesar de que esta mañana te ha saludado.

Suena la sirena que indica la vuelta a clase y no has dado con ella. Estas desesperada.

La primera hora después del patio aguantas como puedes, pero a la segunda, te decides que en el cambio de clase sacarás el teléfono, a pesar de estar prohibido. <<Lo necesito>> Te convences a ti misma.

Lo enciendes, ya que lo tenías apagado para que no sonara. Tarda mucho en encenderse. La gente empieza a entrar del pasillo. Te empiezas a poner nerviosa. Pero ahora ya no puedes hacer nada. Entra el profesor de matemáticas a clase y pide orden. Tú te metes el teléfono en el bolsillo, lo más escondido que puedes. Pero tienes la mala suerte de que no lo dejaste en silencio y te empiezan a entrar whatsapps. De tono suena el piano del principio de la canción "Lánzalo". Te muerdes el labio inferior con fuerza y cierras los ojos, a la vez que te vas poniendo coloradísima y vas maldiciéndote en tu cabeza. Toda la clase se echa a reír. Pero al profesor de matemáticas no le ha hecho tanta gracia.

-Señorita _____(TN), deme el móvil por favor- dice el profesor acercándose a ti y extendiendo su mano en forma de bandeja para que se lo des.

Abres los ojos y lo miras pidiendo clemencia. Pero éste sigue implacable con su castigo.

Le entregas el móvil. Él se lo guarda en su mochila mientras dice:

-Imagino que ya sabe que le toca ahora ¿verdad?-.

Asientes con la cabeza.

Tu madre tiene que venir a por el teléfono si quieres recuperarlo.

Pones los brazos cruzados encima de la mesa y escondes la cabeza entre ellos. Ahora si la has fastidiado.

Cuando sales de clase te encuentras con Cristina esperándote. Te sonríe. Pero al ver la cara de enfado que llevas se pone en seguida seria. Se pone a tu lado. Camináis juntas.

Cristina: -¿Qué te pasa ___(TN)? Te veo muy cabreada. Siento no haber ido al patio, es que no me acordé de que la de química me había castigado-.

Tú: -¿Que qué me pasa? Pues que esta mañana no pude ver el dichoso anuncio en la tele, mis hermanos no me quisieron decir nada. Mi madre no lo vio. Cuando esta mañana quise mirar su twitter para ver que noticia era y me doy cuenta de que llegaba tarde. He hecho el ridículo al entrar al instituto. Me he puesto a gritar porque te seguía para que me contaras que era lo que tenéis todos escondido y habías desaparecido. He estado aguantando hasta la hora del patio, esperándote donde siempre y después buscándote por todo el instituto y no estabas en ningún sitio. Al final he acabado sacando el móvil en el cambio de clase, y como el móvil va tan lento y mi cabeza es muy tonta, se ha encendido cuando ha querido y el volumen estaba a tope y me han empezado a entrar whatsapps. Y el profesor me ha quitado el móvil. Y ahora tiene que venir mi madre a por él, cuando ella no quiere que me lo lleve a clase... ¿Y TU VAS Y ME PREGUNTAS QUE QUÉ PASA? ¡Creo que pasan DEMASIADAS COSAS como para sólo preguntar eso!-.

Acabas tu relato chillándole.

Cristina te mira con miedo.

Cristina: -Es... esto... Lo siento ____(TN) el autobús me espera, adiós-.

Y se va corriendo.

Caminas hasta casa sola. Lo último que quieres es llegar, pero si no llegas pronto tu madre se preocupa.

Llegas al portal de tu casa. Picas al timbre. Te abre tu madre:

-Hola cielo. ¿Qué tal las clases hoy?-.

Jugando con la distancia (Abraham Mateo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora