Capítulo 9

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Te despiertas y te tapas las orejas al escuchar un sonido estridente que no acabas de distinguir con claridad.

Alguien está saltando en tu cama.

Te restriegas los ojos, aún dormida.

¿?: -DESPIERTA ____(TN)!!!! HOY ES EL DIAA HOY ES EL DIAAA!!! Tía, tía, despiertaaaa!!!!-.

Reconoces la voz. Abres los ojos y ahí está, tu mejor amiga, saltando y gritando como una loca encima de tu cama. Te incorporas mientras sonríes. Ella se pone de rodillas delante de ti y te abraza muy fuerte.

Tú: -Cris, suelta porfa, que me haces daño!!- dices, entre risas.

Cristina: -¡¡Que enserio, no me lo creo todavía!!-.

Alguien abre la puerta.

Mamá: -Ya me he dado cuenta de que estáis despiertas… Que me habéis despertado con tanto grito… ¡Reservad un poco de garganta para Abraham!- dice, haciéndose la enfadada. –Venga, arreglaros un poco y bajad a desayunar-.

Tu madre se va al piso de abajo.

Cristina y tú os miráis y os echáis a reír. Más por los nervios que otra cosa.

Desayunáis y arregláis el cuarto entre las dos. Preparáis la ropa que ya a llevar cada una en la cama.

En una mitad de la cama, está todo lo que Cristina se va llevar al concierto:

Una camiseta blanca de manga corta, donde pone AM por delante y Cris, por la parte de detras, unos vaqueros rojos y unas deportivas negras.

Tú te vas a poner una camiseta blanca donde en pone AM también, por la parte de atrás pone ____(TN), en color azul. Pero tu camiseta si subes los brazos, se ve el ombligo; unos vaqueros azules y unas deportivas rosas.

Cristina: -¿Y si nos llevamos una mochila?-.

Tú: -Vale, la llevaré yo-. Vas a buscarla. Está dentro del armario. La sacas y empezáis a meter cosas dentro. Gafas de sol, por si en la cola hace sol, dos rotuladores, agua… Y sobretodo pañuelos.

Y para terminar, ponéis la pancarta extendida encima de la cama.

El día se os pasa lentísimo. No sabéis con que matar el tiempo. Se os ocurre bailar un poco la coreo de señorita. Pero con Cristina no puedes hacer nada. Si es algo relacionado con Abraham se pone a gritar.

Decides tocar un rato la guitarra con ella y cantar, para ver si se relaja.

Coméis muy pronto. A las doce del mediodía. Tú te dejas casi todo el plato. No puedes comer, tienes un nudo enorme en el estómago.

Todo lo contrario de lo que le pasa a Cristina. De lo nerviosa que está se come el plato a una velocidad increíble.

Termináis prontísimo y os ducháis y os vestís con la ropa para el concierto.

Cuando estáis listas os miráis y empezáis a gritar.

Tu madre os llama desde abajo.

-¿Nos vamos ya o que chicas?-.

-SIIIIII!!- gritáis las dos a la vez. Te cuelgas la mochila, Cristina coge la pancarta y bajáis, ya no se puede decir corriendo, si no volando, las escaleras.

Tu madre ya está esperando en el coche. Cristina se monta en la parte de detrás. Tú cierras la puerta de casa y te sientas al lado de tu mejor amiga.

-¿Le gustará?- dices, mirando la pancarta.

Cristina: -Obviamente. ¡¡Está curradísima!!-.

Tú: -Ojalá que la vea…-.

Jugando con la distancia (Abraham Mateo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora