Capítulo 20

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Mamá: -Cariño, recuerda qué le debes una visita a la pastelera. Quiere saber si le gustó a Abraham la tarta o...
Tú: -Pero mamá, ¿Cómo voy a saber si le gusto si...?- no terminas la frase cuando te llega un mensaje al móvil. Odias dejarlo en volumen. Te da por mirarlo, y ya en vez de llorar ríes. Le das a ver el Mensaje Directo completo, y se lo enseñas a tu madre, todavía riéndote por la situación.

"Hola Cristina, ¡me encantó muchísimo la tarta! Nos la comimos entre mi hermano, mi madre y yo, si no te importa... Era demasiado para mí; me llego a comer yo sólo todo eso y creo que hoy no podría moverme de la cama jejejejeje😂 deseando volver a verte!😘"

Tu madre acaba de leerlo y entiende el porqué te ríes.
Tú: ¡-Ya me está dando miedo, parece que tenga yo una cámara o algo oculta y sepa qué digo o hago!- dices entre risas, todavía.
Mamá: -Pues ya sabes, ¡cuando vayas a ir a la pastelería se lo dices! Seguro que le hace mucha ilusión oír eso-.
Miras la hora en el teléfono. Son las siete. Y allí cierran a las siete y media.
Tú: -Voy a ir ahora-.
Mamá: -¡Pero qué dices, si estás en pijama!-.
Tú: -Eeeeeso lo soluciono yo rápido- dices, a la vez que obligas a tu madre a salir de tu cuarto para cambiarte.
Cierras la puerta, te vistes, coges el teléfono y te vas corriendo.
Tan deprisa te vas que no escuchas a tu madre preguntándote si querías que te llevara ella en coche.

Cuando llegas, la pastelera que te atendió, que supones que es la encargada del negocio, está ya echando la llave y cerrando la verja.
Te paras detrás de ella, haciendo que, cuando se gire para irse, se dé un susto.
Pastelera: -¡Uf, hija, avisame o dime algo, soy muy susceptible a los sustos!-.
Tú te ríes: -Lo siento, no era mi intención asustarla. Lo cierto es que venía a decirle que a Abraham le gustó mucho la tarta, de echo me envió un mensaje diciéndome que le encantó, aunque se la comieron entre él, su madre y su hermano, porque dice que si no hubiera cogido un empacho...- dicho eso, sacas el móvil y le enseñas el mensaje. Descubres que encima te ha mandado una foto. No te da tiempo a mirarla, ya que guardas el móvil a una velocidad increíble.
La pastelera te sonríe: -Gracias por habermelo dicho, ¡no sabes lo feliz que me hacer escuchar esto, me anima día a día a seguir con lo que más me gusta!-
Te sientes satisfecha y contenta de haber causado tal impacto positivo a esa señora.
Pastelera: -La firma qué tal fue, ¿todo bien?-.
Tú: -Sí, estupendamente gracias- dices, a la vez que te despides de ella agitando la mano y corriendo por la calle. Pronto oscurecerá y quieres llegar a casa antes de que eso ocurra.
Oyes a lo lejos que te está diciendo algo, pero te limitas a decir que sí, chillando.
Te sientes bien, de al menos haber hecho tan feliz a alguien hoy.

Bueeeno, hola de nuevo, ya estoy por aquí! Después de mucho decidir, quiero retomar la historia👏 intentaré subir cada fin de semana un capítulo🙈
Espero que no me hayáis olvidado ya...
Aïda

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⏰ Última actualización: Jan 24, 2016 ⏰

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Jugando con la distancia (Abraham Mateo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora