Un Accidente El Conocernos

Intentos Locos

Pov. Calle

Me acerqué a Poché y me acomode en sus piernas, enrede las mias en su cuerpo

- Te deseo Daniela - me susurró al oído

Me coloqué de pie y Poché se quedó mirandome, se desabrocho el pantalón y me sonrió provocativamente, se levantó y sin dejarnos de mirar se iba acercando a mi. Me beso seguí su beso y nos fuimos recostando en la cama, quedando debajo de ella, me daba suaves mordidas en mis labios hasta que necesitamos aire y nos separamos

- Están rojitos e hinchados tus labios

- Jajaja eso ocurre cuando me muerdes

- Es un intento un poco loco para concebir

- Loco e imposible amor

Sonrió y luego volvió a mis labios. Baje mis manos desde su cintura hasta su trasero, metí las manos por dentro de su pantalón, mire su oreja y no pude evitar sonreír, ella lo notó y acomodó un mechón de cabello que tenía para permitirme un mejor acceso a ella, me acerqué y comencé a estimular su lóbulo con mi lengua.

Se sentía tan jodidamente bien tenerla para mi sola. Bajo lentamente por mi clavícula dejando besos, cuándo llegó a mi cuello lo primero que sentí fue un mordisco haciendo que soltara un debil gemido, mi cuerpo definitivamente era solo sensible a sus caricias, era sensible a esas sensaciones que me provocaba.

Di un apretón a su trasero y pregunté - ¿Puedo? - estaba contra su pecho y sentí que asintió, tomé con posesión sus glúteos apretandolos suavemente pero con firmeza y estimulándolos. Jadeaba contra mi cuerpo y acomodó su cara en mi cuello, sus manos empezaron a jugar por mi abdomen, jadee inconscientemente, ya que, sus manos estaban un poco frias y mi cuerpo estaba ardiendo.

Comencé a quitarle la ropa mientras ella me abría la bata, quedó en ropa interior y me coloqué encima de ella, le tomé ambas manos y las sujete contra la cama. Dirigí mi nariz a su cuello y continúe bajando por su pecho, seguí descendiendo y ella se apoyo en sus codos pata observarme.

Llegué a su vientre y encargué a mi lengua de acariciarla, haciéndola estremecer y que gimiera

- Si no quieres que haga algo me dices amor, lo que no estes de acuerdo me avisas

- No te detengas - noté su desesperación además de las llamas que se veían en sus ojos, mi corazón latía a mil por hora, siempre quería que todo lo relacionado con ella fuera perfecto

- ¿Puedo acceder a todo? - le guiñe el ojo

- Si - su rostro me mataba, saber que me amaba tanto como yo a ella parecía algo irreal

Con mis dientes tomé el borde de su panty y empecé a bajarlo, lo deslicé por sus piernas perfectas hasta que se lo quite completamente, mientras tanto ella se quitó el brassier. Volví a su abdomen para dejarle algunos besos, sus manos se dirigieron a mi cabello y enredó sus dedos en el. Bajé hasta llegar a su zona intima y Poché cerró los ojos para dejarse llevar por el momento.

Me dejó continuar abriendo instintivamente sus piernas, y sentí como perdía el control cuando pasé mi lengua por su clítoris, se tapó la boca con ambas manos para ahogar un grito. Mientras mi lengua continuaba con su juego mis dedos acariciaron su entrada provocándola.

Al ver su mirada inserte un dedo en ella haciéndola gemir, aquéllo era música ara mis oídos, inserte otro dedo y comencé a agilizar mis movimientos. Gimio más alto y se me hizo inevitable meter otro dedo . Me exitaba a sobremanera escucharla gemir. Movía rápidamente mis dedos contra ella sintiendo como estaba a punto de correrse

Mi otra mano fue en busca de la de ella y la sujete haciendo que soltara la sabana a la cuál se agarraba con mucha fuerza, entrelace nuestros dedos y empezó a ejercer fuerza en mi mano. Su abdomen se contraia debido a su respiración agitada. Sin poder controlarme empecé a besar su abdomen sin salir de ella aún

- Estoy cerca amor - dijo en un suave hilo de voz

Llevé mis labios a los suyos uniendolos con pasión, deseo, lujuria y sobre todo amor. Con su mano libre empezó a estimular mi pecho haciéndome gemir en el beso. Aquéllo le encantaba y fue bajando su mano por mi abdomen, llegó a mi zona y entró, estaba en la gloria total.

Con mis dedos toqué un punto que la hizo gemir y abrió sus ojos pidiéndome más, así que, aumente la velocidad de mis movimientos y ella hizo lo mismo. Se retorcia debajo de mi y yo no podía evitar mirarla, era realmente excitante cada momento así que pasaba con ella

- Amor por favor - uní mi frente a la suya y su ritmo dentro de mi aceleró haciéndome gemir con fuerza su nombre

Finalmente nos corrimos mojando parte de la cama. Su cuerpo se destenso notoriamente luego de soltar un largo y placentero gemido con mi nombre. Le sonreí satisfecha luego saqué mis dedos de ella, e hizo lo mismo, me acosté a su lado y mirándonos nos quedamos dormidas.

Al día siguiente cuando desperté ella ya no estaba, baje al jardín y estaba hablando con el chico que el día anterior nos había dado la bebida cuando llegamos, según nos diho Adrián era el encargado de mantener la casa en orden, ya que, no quería que Tuti hiciera algo. Para mi estaban muy cerca, tal vez eran solo celos mios pero fui hacía ellos

- Buenos dias

- Amor despertaste

Se empino y me beso de tal forma que me sacó de la mente cualquier mal pensamiento que podia tener, al separarnos el chico me saludo y luego se despidió para continuar con sus labores

- ¿Qué hablaban?

Poché se sonrojo y me hizo dar más curiosidad

- Le pedí que cambiará la sábana de la cama antes sin que alguien lo notará

Ahora entendía porque se había sonrojado, yo también lo había hecho con sólo escucharla. Minutos más tarde llegaron Adrián y Tuti, conversamos un rato y luego nos ubicamos para desayunar ahí.

Querían que nos quedaramos unos días más, pero nosotras teníamos nuestra casa a la cual debíamos volver, además teníamos que ir a casa de los Garzón para recoger a Ramón.

Sin darnos cuenta piso el tiempo volando y llegó el día del parto de Tuti, en el hospital los acompañamos su familia y la "familia" en Colombia de Adrián, ya que, su verdadera familia no había conseguido viajar a última hora desde Argentina, pero nos tenía como su respaldo y allí estuvimos en ese día tan importante.

Poché y yo fuimos las últimas en entrar a conocer a José Daniel, al verlo quedamos perdidamente enamoradas de esa criaturita.