Cap. 12: Preparaciones matutinas del lobo.

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Una brisa fría entro por la ventana golpeando suavemente el cuerpo que permanecía dormido en el sofá. Abel tembló suavemente y se incorporó bostezando mientras se estiraba, rasco sus ojos y observo el sol entrar.

Aclaro sus pensamientos un momento y acaricio su collar haciendo que este brillara mientras sus pensamientos resonaron con los de Lyla. [Buenos días, más tarde pasare por el instituto de los niños...]

[Buenos días, tranquilo, tomate el tiempo para descansar un poco, de todas maneras pasare en la noche para verificar tus puntos] Abel no pudo evitar sonreír al escuchar sus palabras puesto que sonaba de buen humor y eso siempre era cálido.

Se levantó y asomo por la ventana, las calles parecían movidas; a pesar de estar entre pueblos y ciudades varias, Réquiem siempre ha sido su sitio favorito. Luego de ello se dirigió directamente al baño mientras dejaba sus ropas atrás, la habitación del baño era amplia con un acabado de cerámicas de colores azules y blancos. Una bañera espaciosa y varios espejos puestos de tal manera que la iluminación fuese natural.

Al verse en uno de los espejos suspiro pesadamente, sus ojos castaños estaban agotados, mientras removía las vendas sucias podía notar las nuevas y viejas cicatrices; sangre seca y los puntos. Masajeo lentamente su sien mientras abría la llave y dejaba que el agua caliente llenara la bañera, tomo un par de hierbas dejándolas en el agua haciendo que gracias al agua caliente un suave aroma envolviera el lugar.

Respiro profundamente metiendo su mano en el agua, dejo salir un gruñido por el agua caliente pero luego se sintió relajado mientras su piel absorbía lentamente las propiedades de las hierbas.

Alguien toco la puerta principal y este alzo la mirada, tomo una toalla y se la coloco en la cintura. Salió del baño tranquilamente y cruzo en paso lento la sala hasta la puerta.

-¿Quién es? –Hablo un poco alto mientras se apoyaba de la pared.
-Adivina... -La voz de Javi sonó al otro lado de la puerta, Abel abrió tranquilamente con una mirada cansada. -¿Qué carnicero te opero? –Javier dejo salir una burla leve viéndolo.
-Imbécil, pasa... -Abel dejo salir una suave risa caminando hacia la cocina y bajo un par de copas mientras Javier entraba con paso tranquilo y observo el lugar atento.
-¿Y la plumitas de fuego? –Abel dejo salir una baja carcajada mientras tomaba dos copas y una botella.
-Ahorita debe estar haciendo papeleo... -Abel observo hacia la ventana mientras Javier sostenía la copa con dos dedos y bebió un sorbo lento; a lo que el otro le observo de reojo. -¿Tu cuñada?
-Misión... -Sus palabras salieron inmediatamente, una mirada curiosa vino del otro chico y este observo rápidamente el suelo. –Fue a buscar a su hermana, aparentemente un nuevo fénix ha despertado... -Los ojos de Abel crecieron en interés tomando de su copa mientras hacía señas para que continuara. –Ugh... Bueno, aparentemente, según mis informantes, una aprendiz de la abraza arboles tuvo su primera muerte y renació con flamas azules...
-Dulce ironía... -Abel mecía suavemente su copa de manera pensativa. –Es curioso cómo en torno a ella ya han aparecido dos fénix... -Luego sus ojos cayeron sobre el otro el cual masajeaba su sien pensativo. –Además, ¿Por qué la enana fue? Tú aun eres el líder y no haz muerto aun... Oh... -Una sonrisa jocosa apareció en su rostro a lo que Javier tuvo un semblante más oscuro. -¿Estas huyendo todavía?
-Calla, tu eres el menos adecuado para abrir tú bocota... -Su mirada era pesada mientras acaba con su copa y un aura oscura lo envolvía. -¿O estas buscando pelea?
-No estoy vestido como para eso, pero sabes que si quieres luchar terminaras perdiendo... -Las energías de Abel se filtraban lentamente pero sus heridas empezaron a dolerle a lo cual las tomo; Javier calmo su aura estirándose un poco.
-Aparentemente aun no estas totalmente curado... Si te gano así estarás llorando porque estaba en "ventaja" y además que no quiero luego tener que huir de una casi fénix histérica... -Una leve sonrisa apareció en el rostro de ambos y el ambiente se calmó.
-Hablando de todo un poco, ¿Por qué has venido? Yo sé que no es para ver que tal estoy... -La voz de Abel sonaba tranquila sirviendo las copas nuevamente, Javier suspiro observando el licor, el olor dulce era tranquilizador hasta cierto punto.
-Quiero que me ayudes con algo... -Javier se acomodó las ropas y su mirada se volvió densa. –Según dicen los rumores, los enanos en las montañas del este y en las minas han sido invadidos por los del "Imperio", eso quiere decir... -Abel asintió suavemente masajeándose el cuello.
-La tecnología de los enanos en manos del imperio es problemático, había escuchado los rumores pero todos fueron infundados por los cortes de las rutas comerciales y que ya no habían comerciantes de armas... -Le observo atentamente entendiendo la preocupación pero seguía sin entender. -¿Quieres que vayamos a salvarlos? Solos no creo que podamos, necesitaríamos al menos un ejército... -Al escuchar esas palabras Javier negó.
-No soy tan idiota... Sé que lanzarnos de cabeza seria idiota, quiero que me ayudes a expandir nuestros parámetros de defensa de manera temporal... -Saco un mapa y señalo las zonas sur de Réquiem, los pequeños caminos y así. –Las torres actuales no pueden defendernos de ataques aéreos a gran escala... Necesitamos aumentar las defensas, colocar barreras y hechizos de ataque...
-¿Gran escala? ¿Qué esperas que ocurra? –La mirada confusa de Abel hizo que Javier suspirara de manera sombría.
-¿Recuerdas que los enanos han estado experimentando para crear maquinaria avanzada y todo eso? –Abel asintió lentamente a sus palabras. –Aparentemente, según las malas lenguas, lograron crear un prototipo viable de maquina voladora...

Abel dejo salir un suspiro profundo y se sostuvo del pecho, en otros tiempos esta noticia podría ser bienvenida. Durante siglos los enanos estuvieron trabajando sobre la información que se obtuvo de la raza progenitora, ellos poseían poderosas maquinas voladoras, submarinas y subterráneas; el potencial utilitario y militar es sin duda fuera de expectativa.

-¿Cuándo te dieron noticias? –Abel hablo rápidamente.
-Un par de horas, le hable al viejo y quedamos en que es peligroso hacer ataques de manera apresurada... -Javier saco un pergamino con varias palabras escritas en un orden específico para crear métodos de defensa, poderosos cristales mágicos que puedan ser controlados por los vigilantes.
-Bien... -Abel reviso atento el pergamino verificando el nivel del hechizo a lo que volvió a ver a Javier. -¿Ya hablaste con los arquitectos?
-Planeo algo más arriesgado... -Señalo toda la zona exterior de la ciudad donde se encontraban varios montes y picos. –Esta zona está fuera del proyecto de expansión, planeaba hablar con los enanos y volverlas torres naturales, con caminos estables de regreso a la ciudad; esto también mantendrá los animales de la zona controlados y evitara cualquier contratiempo a la hora de una invasión a gran escala... -El tono en el que hablaba casi sonaba lleno de liderazgo y autoridad, Abel asentía tranquilamente mientras tenía un leve escalofrió el cual le recordó su falta de ropa.
-Disculpa que te interrumpa, pero necesito darme un baño... -Señalo con la cabeza suavemente hacia el baño a lo cual el otro dejo salir un leve suspiro y una sonrisa leve haciéndole una seña para que fuera, tomo los pergaminos y los guardo en sus ropas.

Abel fue al baño mientras Javier se dejaba caer en el sofá y veía la luz que entraba por la ventana, a pesar de sus siglos de vida, aun podía conseguir la belleza en el mundo. Dejo salir un suave suspiro nostálgico y cerró los ojos al sentir el calor del sol en su piel, dejo salir un leve suspiro para luego incorporarse y caminar a la puerta del baño apoyándose del marco. En la tina se encontraba Abel relajándose y dejando que las aguas le ayuden con sus heridas, al ver de reojo observo la mirada aburrida de Javier.

-Oye si sigues viéndome así creo que tendremos a dos magas de gran nivel molestas... -El tono de Abel era increíblemente burlesco a lo que el otro creo una flama negra y se la arrojo para darle en la frente, pero Abel logro protegerse encerrando la flama con vacío. –Calma, no tienes que intentar de matarme...
-Eres un puto mocoso a veces... -Se masajeo lentamente la sien con dos dedos mientras se notaba algunas venas en su frente y mano, el otro no pudo evitar reírse tranquilamente.
-Siento un poco de envidia... -Abel murmuro tranquilamente masajeando sus heridas con cuidado llamando la atención del otro. –Ustedes vuelven, después de cada muerte... Y todos los demás solo morimos una vez... -Abel le dio una sonrisa decaída a lo que el otro pensó unos segundos.
-¿Cómo tus hijos? –Las palabras salieron sin contemplación, haciendo que el otro temblara un poco. –Tranquilo, sabes que no diré nada... -Hizo un gesto tranquilo con la mano para tranquilizarlo mientras se sentaba sobre un mueble y veía el techo. –Sinceramente no es tan bueno, no es una vida "eterna" per se, no es como la abraza árboles que se nutre de la naturaleza del mundo... -Abel, más tranquilo por el comentario anterior, empezó a escuchar con interés, era raro escuchar a uno de los fénix hablar sobre sus sentimientos luego de llegar a renacer varias veces. –Mientras estas más cerca de tu ultimo renacer, te das cuenta que no ha sido tan útil como te gustaría...

El semblante de Javier se oscureció mientras veía al suelo, Abel guardo silencio, reconocía la naturaleza de su amigo; tomar el papel de un líder silencioso que soporta todo nunca es fácil, unos minutos luego dejo salir un profundo suspiro.

-Me encargare de algunas cosas, búscame más tarde en el nivel 3 del subsuelo... -Se estiro levemente sonándole los huesos de manera leve.
-Vale, una vez termine de reposar un poco iré allá, luego podremos encargarnos de eso... Aunque ¿El viejo estuvo de acuerdo que fuéramos solo nosotros? –Abel le observo curioso.
-Me dijo que lo mantuviera por lo bajo de momento, aun no estamos seguros de si hay espías y todo eso... -El desdén invadió lentamente su voz pero logro controlar su tono a lo que sonrió de manera distraída. –Bueno, me voy moviendo...

Poco luego de eso abandono el lugar, Abel se quedó en el agua pensativo mientras observaba el agua, según sus cálculos tendría que quedarse unos meses en Réquiem, esto lo aprovecharía para estar con los niños en su tiempo libre; el problema es que muy a su pesar esos días no duraran tanto puesto que debe tomar misiones. Aun así aprovecharía todo momento.

Una vez termino su baño, seco sus heridas y las vendo de manera lenta y con cuidado. Una vez hecho esto se vistió y preparo para salir. Un suave suspiro salió de sus labios al detenerse frente a la puerta, los movimientos del mundo le preocupaban pero debía mantenerse firme.

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