Cap 11. Tranquilo, Harry

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NARRA HARRY:

La amo, la amo, la amo. Es el amor de mi existencia. Si mi corazón latiera, estuviera haciendo a mil por hora cada vez que la veo o pienso en ella. Mi vida era solo oscuridad hasta que la conocí. Ella es mi todo, mi luz, mi sol,... Mi todo. Es tan linda, tan adorable y tan frágil. Pero ella no sabe lo bella que es... y se lo voy a demostrar.

NARRA BELLA:

La alarma sonó, pero se apagó inmediatamente. Lo primero que hice al despertar fue buscar a Harry, pero no lo veía.

-Se fue... -dije con voz entrecortada y una lágrima caía por mi mejilla. Las lágrimas me nublaban la vista- Se fue... soy una tonta, no soy nada en comparación con él. Pero lo amo. Se fue...

Sentí que me abrazaban por la espalda. Rápidamente me volteé.

-Bella, aquí estoy. No llores, por favor

-Harry... te amo, te amo.

-Lo sé, mi Bella. Yo también te amo. ¿Sabes? Hablaste dormida.

-¿Enserio? ¿Y qué dije?

-Dijiste mi nombre. Creí que habías despertado, pero después te moviste y dijiste...

-¿Qué? ¿Qué dije?

-Que me amas. -dijo sonriendo y con los ojos muy brillantes, me sonrojé.

-Pero eso ya lo sabes.

-Me encanta escucharlo.

-Te amo, Harry.

-Y yo a ti, mi Bella. -el corazón me latía a mil por hora.

-Si pudiera, soñaría contigo todas las noches. No tienes que avergonzarte.

-Tengo que arreglarme. -dije cambiando de tema. Él me soltó y fui, primero al armario y luego al cuarto de baño.

Me puse una blusa de mangas largas blanca con rayas rojas, vaqueros celestes y Converse blancos. Al salir, Harry sonrió.

-Nos vemos a la puerta de tu casa. -se rió.

-¿Qué vas a hacer? -él me guiñó el ojo y salió por la ventana. Cogí mi mochila y mi teléfono y bajé las escaleras.

-Oye, Nina. Tú no viste nada. -le dije sonriendo, mientras terminaba de desayunar.

-No te preocupes, Bella. Es un chico muy guapo, cómo no fijarse en una chica como tú.

-¿A qué te refieres a una chica como yo?

-Eres muy linda. -dijo sonriendo.

-No, claro que no. Aun no sé cómo se fijó en mí.

-Bella... -pero no dejé que continuara, salí de la cocina. Iba a buscar a mamá, cuando la encontré estaba abriendo la puerta.

-Hola, Harry. Qué sorpresa verte por aquí. -la escuché decir.

-Buenos días, Sarah. Me preguntaba si puedo llevar a Bella al instituto. Si no hay problema. -dijo sonriente, mirándome a mí, sus ojos brillaron y yo me sonrojé.

-Claro. Si eso es lo que Bella quiere.- dijo mamá esperando una respuesta por mi parte.

-Sí, claro. Vamos. -me despedí de mamá y fui con Harry a su auto.

(En clase de Matemáticas)

-¿Así que Harry Styles y tú? ¿Eh? -dijo Emma sonriendo. Yo me encogí de hombros fingiendo indiferencia.

-Bueno, hemos estado hablando y es un gran chico, nuestras madres se conocen y él se ofreció a traerme hoy.

-De acuerdo. ¿Te sentarás con nosotros hoy?

-No lo sé. Creo que no.

-Jejeje, Ok. -sonreí tímidamente.

Antes de salir del salón de Matemáticas, alguien me dijo:

-Oye, Brown. ¿Qué hay entre el raro y tú? -me volteé, era Michael.

-Disculpa, Harry no es ningún raro y eso no es tu incumbencia.

-Tranquila, Bella. Sólo preguntaba.

-No, Peters. Métete en tus asuntos y déjame en paz. -fui muy grosera pero no importa, a él no le importa nada mi vida.

Niall faltó a clase de Biología así que Harry se sentó en su lugar. Y en Lenguaje, mi asiento de la izquierda ya no estaba vacío, mi ruloso estaba en ella.

A la hora del almuerzo, como Emma lo supuso, me senté con Harry y sus amigos. Harry no decía nada, miraba hacia otro lado muy tenso. Le seguí la mirada, estaba mirando a Michael.

-Harry. ¿Qué pasa? -le pregunté. Él se volteó a verme, sus ojos estaban de un púrpura muy oscuro.

- Peters... -dijo sin separar los dientes- Me saca de mis casillas.

-Tranquilo, Harry. -pero él no me escuchaba, tenía miedo que en cualquier momento fuera donde estaba Michael y le arrancara la cabeza. Así que preferí decirles a sus amigos.

-Hazza. ¿Qué te pasa, amigo? -dijo Louis tratando de distraerlo.

-Ahora no, Tomlinson. Basta, Niall, eso no va a servir. -Niall intentaba calmar a Harry- Ni lo pienses, Payne. -¿Qué había pensado? Recordé el don de Liam (las descargas). Ya no sabía qué hacer para calmar al ruloso.

-¿Cómo hacer que se calle Peters? -dijo con la mandíbula apretaba.

Entonces hice lo primero que pasó por mi cabeza, algo que deseaba mucho. Me acerqué a Harry y entrelacé nuestras manos, eso logró que al menos el púrpura de sus ojos disminuyera. Me acerqué más a él, Solo faltan dos centímetros -pensé. Pero él se me adelantó. Primero nuestros labios sólo se rozaron, sus labios eran fríos, pero muy suaves y dulces. Él me besó con ternura e hizo que olvidara la gente, el lugar, el momento y la razón... Sus ojos verdes brillaban más que la estrella más brillante del universo. Tuve que separarme a regañadientes de él al quedarme sin aire.

Mi respiración era irregular, al igual que la de él.

-Te... amo... -dijo como pudo mientras juntaba nuestras frentes.

-Y... yo a... ti... -sonreímos y nos abrazamos. Era el momento más feliz y perfecto de mi vida, no quería que acabara.

-Oigan, par de tórtolos. Hay que ir a clase. -dijo una voz femenina.

-Cállate, Gemma. -dijo Harry sonriendo. Cuando volví al mundo real miré a mí alrededor, la cafetería estaba desierta.

-¿Vamos a clase? -me preguntó Harry.

-Vamos. -dije sonriente.

Fuimos a la siguiente clase con nuestras manos entrelazadas.

A la hora extracurricular Harry se reunió con sus amigos, no querían que nadie supiera lo tramaban y eso me preocupaba. Ya había terminado el poema, así que tenía estas dos semanas libres en el club.

-¿Por qué estabas así en el almuerzo? -le pregunté dentro de su auto, camino a mi casa.

-Peters. Eso que te dijo en Matemáticas.

-No importa lo que él diga. No me importa lo que la gente diga, estoy contigo... -dije sonriendo.

-Me estaba provocando, Bella. Aunque en parte tiene razón. -lo miré extrañada- Piensa que no te conozco, que soy un fenómeno y que eres muy buena para mí...

-¿Qué? Claro que no, Harry. Yo aún no entiendo por qué te gusto. -Ni yo me considero bonita, pensé. (Mala idea)

-Bella, ya basta. Deja de tratarte así. Tú eres para mí, todo. -una lágrima caía por mi mejilla- No llores, por favor. No lo soporto... -dijo con voz entrecortada.

-No le veo sentido a que tú me ames... Quiero decir, que soy humana y no soy nada...

-No, Bella. ¡Ya para de una vez! -ya había parado el auto, estábamos afuera de mi casa.

What Makes You Beautiful_Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora