Sabía que debía decirle a mamá que Harry estaba aquí. Por más que le insistí, él no dejó que yo cargara mi mochila. Al entrar al estudio de mamá, nos miró extrañada, primero me miró a mí con un montón de preguntas en los ojos -yo me sonrojé- y después miró a Harry sonriente.
-Chicos, ¿qué hacen aquí? ¿Y el instituto? -preguntó. Harry abrió la boca para responder, pero me adelanté.
-La profesora de las siguientes dos horas faltó así que nos dejaron salir temprano. -mentí- Y tenemos un trabajo juntos así que él se ofreció a traerme. -Ella nunca parece estar muy convencida de lo que digo.
-De acuerdo, empiecen. -dijo sonriéndole a Harry.
Subimos las escaleras y entramos en mi habitación.
-Así que mi novia es una pastorcilla mentirosa. -dijo riendo. Cuando dijo esa palabra mi corazón latió a mil por hora y mis mejillas se ruborizaron.
-¿Ah, sí? ¿Y desde cuándo soy tu novia? -pregunté divertida. El brillo de sus ojos se apagó y la tristeza se apoderó de sus ojos.
-¿Qué? Tú no quieres... -dijo con voz entrecortada. Yo lo abracé al sentir su dolor.
-Claro que sí, Harry. -Dije sonriendo.
-No me hagas eso nunca más. Se siente horrible. -dijo apretándome más a él, su camisa olía chocolate.
-Hay que limpiar esta mancha. Estoy acabando con tu ropa. -dije mientras me separaba de él.
-Enserio, Bella. No importa.
-No, si importa. Hay que lavarla. Dámela. -él sonrió y se quitó la camisa, dejándome sin aliento. No podía quitarle la mirada a su perfecto abdomen marcado. Sus ojos brillaban y yo me sonrojaba. "Reacciona, Bella" -me decía a mí misma, lógicamente él me estaba escuchando. Corrí a mi cuarto de baño y empecé a quitar la mancha, cuando terminé la puse a secar y volví a mi habitación.
Hay estaba un perfecto Adonis, sentado en el piso, buscando algo en los cuadernos.
-Buenas noticias: no hay tareas. -dijo sonriendo.
-Entonces, ¿te puedo preguntar algo?
-Lo que quieras.
-¿Qué pasa con el sol? -dije curiosa.
-Eso es solo un mito. Después de varias horas bajo el sol, nuestra piel empieza a brillar, como si hubiera un montón de diamantes incrustados en ella-.
-Oh. -Fue lo único que dije.
-Sé lo que estás pensando, Bella. -dijo mientras sus ojos brillaban- Claro que puedes. -eso me sorprendió y me sonrojé.
Me senté junto a él, pero prefirió recostarse sobre el piso, yo lo imité y tímidamente empecé a trazar círculos y acariciar su pecho y abdomen con las yemas de mis dedos. La sensación de su gélida piel al roce de la mía era muy reconfortante.
-Pienso lo mismo. -dijo él sonriendo.
-No hagas eso. -dije un poco incómoda.
-¿Qué cosa?
-Déjame decir lo que tenga que decir.
-Sé que no ibas a decir eso, Bella. Es algo que no puedo evitar, pero prometo que no te responderé antes de hagas la pregunta. -sonreí.
Pasamos toda la tarde entre risas, brillo en sus ojos y sonrojamientos por mi parte. Fue una tarde perfecta y aún no acababa, eran las 17:30.
Nunca podremos... -pensé, aunque ya no me molestaba si él leía mi mente y sabía que lo hacía. Sus ojos brillaron mucho cuando vio la imagen en mi mente.
-Podemos intentar, pero no sé si me logre controlar.
-Confío en ti. -él sonrió.
Nos fuimos acercando poco a poco, hasta que nuestros labios estaban a un par de centímetros, cuando se rozaron solo un poco, abrieron la puerta. Maldije a lo bajo, me sonrojé y Harry sonreía con los ojos más brillantes que nunca -¿cómo era posible?
-Oh, lo siento. -dijo Nina avergonzada- tu madre dijo que les trajera unas bebidas- dejó la bandeja con los dos vasos sobre mi mesa de noche y se fue.
-Guardará el secreto. -dijo Harry abrazándome, ya tenía la camisa puesta. No sé qué habría pensado Nina si no la hubiera tenido puesta (:3) -pensé mordiéndome el labio. Me sonrojé.
-Qué bien. -dije ignorando que él sabía lo que pasaba por mi mente en ese momento.
-Vendré en la noche. -dijo recogiendo sus cosas. No sé porqué pero lo abracé y él me devolvió el abrazo.
-No te vayas. -dije casi llorando. Me siento vacía cuando estás lejos, pensé.
-Te amo, Bella. -dijo sonriendo.
-Te amo, Harry. -dije sonrojada, sus ojos brillaron más que las estrellas. Qué hermoso, pensé. Él sonrió.
Lo acompañé hasta la puerta principal, se despidió con un tierno beso en mi coronilla.
-Te veo luego. -susurró.
A eso de las 20:30, sentí que abrían mi ventana, sonreí y fui a recibirlo. (Estaba en mi rincón)
-Te extrañé. -dijo sonriendo.
-Y yo a ti.
Nos sentamos en mi cama y comenzamos a hablar.
A eso de las 21:50 me pesaban y él lo notó.
-Bella, debes dormir. -suspiré.
-Pero no te vayas. -dije abrazándolo.
-Hoy no, te lo prometo. -sonreí y caí en un profundo sueño.
ESTÁS LEYENDO
What Makes You Beautiful_Harry Styles
FanfictionBella Brown es una chica londinense de 17 años, pero siempre ha vivido en Phoenix, Arizona. Es muy depresiva, tímida e insegura. Su vida dará un giro inesperado cuando sus padres deciden volver a Inglaterra.