Me desperté a las 9:30, hoy iría de compras con mamá y a la noche saldría con un primo, Andrew. Él es el único que me entiende y "habla mi idioma". Tiene 19, pero parece y actúa de 17, es una cabeza más alto que yo y su cabello es liso y negro. Siempre hablábamos por video llamada o él viajaba a Phoenix. Estaba emocionadísima por verlo.
Rápidamente me vestí: unos vaqueros celeste y una blusa blanca de largas mangas con rayas rojas que decía "I love music". Y converse rojos. Dejé mi cabello suelto.
Bajé las escaleras, y fui a la cocina. Al entrar vi a una mujer cocinando y no era mamá.
-Buenos días, señorita Brown. Soy Nina, la nueva empleada- dijo al verme.
-H-hola, dime Bella, ¿sí?- dije mientras sonreía tímidamente.
-De acuerdo, aquí tiene su desayuno. .dijo mientras ponía un plato en la barra.
-Gracias, Nina.
Me sonrió.
No debía tener más de 30 años, su cabello era corto y negro, y era más baja que yo.
Era muy extraño tener una empleada de servicio, en Phoenix no tenía y papá no podía darse ese lujo. Ahora todo ha cambiado. Genial pensé sarcásticamente.
Terminé de desayunar y subía mi habitación para lavarme los dientes e ir por mi bolso. Ahora debía encontrar a mamá en este gigante lugar.
Finalmente la encontré, estaba en su nuevo estudio, trabajando con su último diseño. Ah sí, lo olvidé, mamá es una famosa diseñadora: Sarah Brown.
-Buenos días, mamá. ¿Ya nos vamos?- pregunté.
-Hola, Bella. Sí, claro. Solo déjame recoger esto y enseguida salimos.
Asentí y salí del estudio. La esperé en el living.
Tardó 10 minutos en terminar. Mientras tanto pensaba en cómo sería mi primer día en el nuevo instituto, esperaba pasar desapercibida y que nadie me notara.
Hoy era sábado, así que mañana tendría el día libre para organizarme bien. El lunes empezaría el instituto, es marzo: mitad del semestre, genial.
Mamá apareció en el living, fue cuando noté que llevaba puesto un blusón negro y leggings color cereza, y sus infaltables zapatos altos. Puede que suene poco femenina, pero los odio. Me hacen caer y doler los pies, (no tengo gran sentido para la moda, lo sé, pero lo irónico es que mi madre sea diseñadora) -Ya dije que prefiero ser invisible- (pensarás ANTISOCIAL. Sí, lo soy. ¿Y qué?)Salimos al garaje y me topé (no con uno, con DOS autos)- el minicooper de papá y un Mercedes negro.
-¿Y esto?- pregunté desconcertada.
-¡Es mi nuevo auto! ¿Te gusta?- ella es mucho más entusiasta que yo.
-Mamá, no llevamos ni 24 horas en Londres y ¿ya tienes auto?
-Sí, y no preguntes más. Pronto tendrás el tuyo, no podré llevarte todos los días al instituto -dijo mientras abría la puerta del conductor del Mercedes, me limité a sentarme en el asiento del copiloto sin decir nada.
-Ok, sabes que yo escojo mi ropa.
-Sí, lo que digas. Te daré clases de moda.
-¡No, claro que no! No voy a cambiar mi estilo, ya me trajiste a otro continente, No pidas más.
-Ok, empecemos. -dijo mientras salíamos del garaje.
Pasamos el resto del día de almacén en almacén, mamá estaba desesperada porque yo no escogía ropa que no fuera blanca, negra, gris, rojo a azul. Yo suelo vestirme según mi estado de ánimo y eso no lo cambiaría. Hasta intentó persuadirme para llevar una blusa violeta, pero me mantuve firme.
Al llegar a casa eran las 18:00 y Andrew vendría por mí a las 19:00.
Me puse una blusa manga corta de rayas horizontales azules y negras, vaqueros, chaqueta y converse negros.
Mientras esperaba a Andrew decidí ordenar mis libros. Papá (ah sí, se llama Peter Brown) había pensado en todo: mi habitación tenía una puerta escondida en el armario que daba a una especie de habitación secreta, sería mi rincón de lectura. Era aún más grande que el armario (y el armario es gigante) y mi habitación. Las paredes eran blancas y estaban llenas de repisas (vacías obviamente), había una gran sofá blanco en la mitad, y al fondo había un reproductor de música y repisas para CDs.
Lo acaba de descubrir, estaba eufórica y muchas lágrimas caían por mis mejillas. Estaba en el paraíso, en Mi rincón personal y lo mantendría secreto. Salí corriendo, buscando a papá por toda la casa.
Lo encontré ordenando unos papeles en su estudio, estaba de pie leyendo algo, corrí hacia él y lo abracé por la espalda.
-¿Bella? ¿Qué pasa? -preguntó sorprendido.
-Gracias, gracias, gracias. Eres el mejor. Te quiero.
-Ah... veo que encontraste tu rincón.
-Sí, gracias.
-Siempre me lo mencionabas, y ahora que la casa es más grande decidí darte lo que tanto anhelabas. Aun me sorprende que lo más que el auto.
-Sí, pero bueno. Quiero mantenerlo en secreto, ¿sí? Ni a mamá. Promételo... con el dedito -dije agitando el meñique derecho cómica y rápidamente.
-Así que para hacer eso no eres patosa... eh?-entrecerré los ojos con recelo- De acuerdo, es secreto.
-Dame tu dedo- entrelacé nuestros meñiques- SE-CRE-TO. Él sólo rió.
10 minutos después llegó Andrew.
Ambos estábamos felices y nos reíamos de cualquiera tontería que el otro dijera. Fuimos a una heladería y luego a su departamento. A eso de las 23:00, me llevó a casa. Qué bien que tenía mis llaves. Cuando entré no había nadie en el salón y el silencio reinaba, invité a Andrew a entrar pero dijo que debía irse, me despedí de él y se fue.
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Más tarde subo el otro cap. Voten y comenten, no quiero lectoras fantasma.
:-)
Mile1D_LHNLZ
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What Makes You Beautiful_Harry Styles
FanficBella Brown es una chica londinense de 17 años, pero siempre ha vivido en Phoenix, Arizona. Es muy depresiva, tímida e insegura. Su vida dará un giro inesperado cuando sus padres deciden volver a Inglaterra.