Cap 9. ¿Estás bien?

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Las dos siguientes horas fueron rápido, compartía más clases con Harry de las que  había pensado, la única en la que no estábamos juntos era Matemáticas. A la hora almuerzo me senté con Harry y sus amigos, me sentía incómoda, una intrusa, todo iba muy rápido pero a mí sobre importaba estar cerca de mi ruloso.

-¿Por qué te fuiste? No sabes cuánto dolió no encontrarte. -dije casi llorando, no sé por qué lloraba tanto, aún no creía que Harry fuera real y tenía miedo de que se pudiera desvanecer en el aire.

-Eso fue lo más doloroso que he hecho, pero debía cazar y asegurarme de que no te haría daño. -dijo secando una lágrima que caí por mi mejilla, no había notado que estaba llorando.- No uses maquillaje. -dijo al ver su dedo manchado.

-Tenía que ocultar mis manchas.

-Bella, ¿no dormiste? Te ves cansada. -dijo mientras sus ojos se volvían miel.

-No podía dormir... creía que todo había sido un sueño y eso... dolía. -las lágrimas caían por mis mejillas.

-No llores, por favor. Mírame. -dijo sosteniendo mi barbilla para que lo mirara a los ojos, sus ojos cambiaron al verde más brillante que había visto jamás- Aquí estoy, soy real. -Me perdí en sus hermosos ojos, la cabeza me empezó a dar vueltas y sentía me dormía...

-Bella... -decía una hermosa voz a lo lejos- Bella... despierta, mi Bella. -la voz estaba entrecortada.

-¿Eh? ¿H-Harry? -dije como pude- ¿Qué pasó? -poco a poco fui volviendo a la realidad.

-Bella, ¿estás bien? -dijo mientras mis ojos se acostumbraban a la luz. No estábamos en la cafetería, estaba acostada sobre una estrella camilla y toda la habitación era blanca. Estaba en la enfermería del instituto.

-E-eso creo. ¿Por qué estoy aquí? -mire a Harry a los ojos, estaban de un miel intenso muy parecido al oro fundido. Debí darle un gran susto, sus ojos cambiaban del miel al gris, mientras sollozaba.

-No. Estoy bien. -dije tratando de incorporarme pero no me lo impidió. Quería consolarte, no soportaba verlo sufrir- estoy bien. Tranquilízate, Harry. ¿Qué fue lo que pasó?

-Estábamos en la cafetería y perdiste el conocimiento, entonces te cargué hasta acá.

-Perdonen que los interrumpa, pero debo llenar el informe. -dijo una mujer vestida de blanco, debía ser la enfermera- ¿Qué pasó antes de caer inconsciente?

-Estábamos hablando. -dijo Harry.

-¿Comió algo extraño en el desayuno? -dijo dirigiéndose a mí.

-No, solo un vaso de leche.

-¿Nada más? -negué con la cabeza- Debe ser eso. Tienes que desayunar bien, no solo un vaso de leche, es normal que esto pase si le exiges demasiado y no te alimentas adecuadamente.

-¿Por qué no desayunaste? -dijo Harry.

-No tenía hambre. -mentí.

-Bella, tienes que comer.

-Les excusaré en las siguientes clases, estoy segura que el señor Styles se encargará de llevarla a casa. -dijo retirándose.

-Harry, no me vuelvas a hacer eso. -susurré.

-¿Qué cosa?

-Mirarme como lo hiciste en la cafetería.

-¿Quieres que no te mire a los ojos? ¿Por qué? -me sonrojé desviando la mirada. Sus ojos se volvieron esmeralda.

-No, me encantan tus ojos. -al decir eso me sonrojé más y sus ojos brillaban aún más- Pero estábamos muy cerca y creo que... olvidé respirar.

-Así que te desmayaste porque te miré. -dije riendo.

-¿Ya nos podemos ir? -dije cambiando de tema.

-Claro. -extendí mis brazos para que me cargara y eso hiso, me bajó de la camilla pero no me soltaba.

-Harry, puedo caminar sola. Ya bájame.

-No lo creo.

-Harry... -me bajó, pero me tambaleé y él me abrazó por la cintura- Estoy bien, estoy bien.

-Vamos. –ALTO ¿qué? ¿Harry me llevaría casa? ¿Qué le diría a mamá?

Salimos del instituto, fue cuando noté que él llevaba ambos mochila. Lo miró y él se reía.

-¿Qué? -dije curiosa.

-Vamos vestidos igual. -dijo sonriendo. Miré su ropa y después la mía, ambos íbamos gris con negro y converse. También me reí.

Me abrió la puerta del copiloto de su camioneta negra y luego rodeó el auto para entrar al lugar del conductor. "Lindo auto" -pensé.

-Gracias. -dijo él en voz alta. Yo lo miré extrañada- Te escuché.-dijo sonriendo.

-Pero, ¿cómo? -se encogió de hombros.

-Tengo una hipótesis, creo que cada vez que me acerco más a ti el escudo va cediendo y me deja entrar en tu mente. -imaginé una puerta de esas de acero de los bancos, él se rió- Buen intento, pero no funciona así.

Cuando llegamos a casa tuve que usar mis llaves, al entrar no había nadie en el salón. Nina debía estar en cocina y mamá en su oficina.

What Makes You Beautiful_Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora