¿La ley que me lleva a la Gracia?

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Éxodo 32:30-35

Y aconteció que al día siguiente dijo Moisés al pueblo: Vosotros habéis cometido un gran pecado, pero yo subiré ahora a Jehová; quizá le aplicaré acerca de vuestro pecado.
31 Entonces volvió Moisés a Jehová, y dijo: Te ruego, pues este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se hicieron dioses de oro,
32 que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito.
33 Y Jehová respondió a Moisés: Al que pecare contra mí, a éste raeré yo de mi libro.
34 Ve, pues, ahora, lleva a este pueblo a donde te he dicho; he aquí mi ángel irá delante de ti; pero en el día del castigo, yo castigaré en ellos su pecado.
35 Y Jehová hirió al pueblo, porque habían hecho el becerro que formó Aarón.

Aquí se ve una oración de parte de Moisés después de un castigo al pueblo que no se arrepintio.

El pueblo seguía en rebelión y según la ley tenían que ser muertos los que no se arrepintieron...

¿Porqué Aarón no murió en esta rebelión? Aarón se arrepintió de lo hecho, sin embargo esa mancha lo siguió al punto que murió sin ver tierra prometida.
La consecuencias del pecado fueron desastrosas para este pueblo, al punto que llevaron a Moisés a la desesperación de ver que ni aún con estos castigos se arrepentían.

Moisés como líder a veces se mostraba muy duro, no hay duda que él trataba de que un pueblo rebelde llevara la ley, pero la ley nos sigue demostrando que todos necesitamos gracia.

Pues la ley apunta al pecado, y el pecado al castigoy muerte. Pero la Gracia nos ayuda ver claramente como necesitamos de Dios para no caer en pecado... y si llegáramos a caer, Fiel es Él para levantarnos si le buscamos con un corazón sincero.

Gálatas 2:15-16

Nosotros somos judíos de nacimiento y no "pecadores paganos". Sin embargo, al reconocer que nadie es justificado por las obras que demanda la ley sino por la fe en Jesucristo, también nosotros hemos puesto nuestra fe en Cristo Jesús, para ser justificados por la fe en él y no por las obras de la ley; porque por éstas nadie será justificado.

Gálatas 2:19‭-‬21

Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.

Un Día con Dios Volumen 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora