My Sweet Daddy; mature

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La preparación de la cena estaba ya casi lista. Papá se notaba muy inquieto y nervioso. Sabía que venía alguien importante para él, pero no para llegar a este caso.

Termino de arreglar los servicios y quito el vino del refrigerador, siempre he pensado que el vino tiene mejor sabor cuando se quita de lo frío y la explosión de calor hace que este tome una temperatura adecuada.

El timbre se hace presente y escucho los susurros de mis padres mientras mi madre se acomoda su hermoso vestido de color rosa pastel. Ella se acerca a mi y comprueba que tengo todo lo necesario y cada cosa en mi lugar.

—¡Marbin! —se escucha una voz grave y no tengo la menor idea del porque mi cuerpo se siente atraído hacia esta.

Mi madre toma de mi mano y nos hace avanzar hasta la potente voz.

—Como siempre es un gusto verte —le dice mi padre y lo abraza en forma de saludo.

Se notaba a lenguas que se extrañaban.

—Bueno, ya conoces a mi hermosa esposa —mi madre avanza hacia el hombre y lo saluda.

—Tanto tiempo querida Alexandra, veo que los años en ti no pasan —mi madre se ríe y le acaricia el brazo para luego retirarse.

—Y ella es mi preciosa hija —me siento cohibida, ambos pares de ojos es tan puestos en mi. Camino lentamente de forma tímida y le tiendo mi mano en forma de saludo.

—Soy Clarisa —digo en un tono muy bajo. Él sonríe y veo como en su mirada hay una chispa de diversión.

Maldito.

Toma de mi mano para luego elevarla y besarla como todo un caballero de la época antigua.

—Es un gusto pequeña, soy Harry  y espero que nos llevemos excelente.

Asiento porque no sé que exactamente decir.

Avanzamos al comedor donde todo yase encuentra preparado.
Mi padre se encuentra de cabecera, al lado de él se encuentra el señor Harry y mi madre. Lo peor, es que estoy al lado del señor. Me siento nerviosa.

—El vino está increíble —lo escucho mencionar —¿Quién lo ha escogido?

—Clarisa es muy buena eligiendo sabores, todos los créditos van para ella —a mi padre se le llena el pecho de orgullo. Lo sé porque reconozco aquella mirada.

—Vaya, entonces decirle señorita que tiene un gran don. Tu padre siempre ha sido un fiasco, recuerdo cuando me invitó a comer, escogió el trago y creo que desde allí, soy yo el que escoge.

Me rio porque nunca en mi vida había escuchado que mi padre se equivocara en ello, de hecho, siempre me ha encantado sus sabores de helados.

La cena pasa tranquila pero lo único que deseo es ir a la cama.

—Y dime pequeña —llama mi atención mientras coloca su mano derecha en mi pierna haciéndome sobresaltar —¿Qué más te gusta hacer?

Están todos mirándome.
Trago saliva y sin importar, respondo.

—Me encanta escribir, mi madre ha dicho de que lo hago muy bien.

Harry sonríe y acaricia mi pierna.

—Podría ayudarte con ello, creo que tú padre se ha olvidado mencionar que mis libros eran sus favoritos y con gusto te ayudaré para escribir una gran historia y logres publicar tu primer libro.

La alegra se apodera de mi y le sonrio en forma de agradecimiento.

—Podrían comenzar mañana si no te molesta —mi madre le dice.

—Por supuesto —le dice y me mira con una sonrisa bastante linda —, encantado de ayudar.