Día 2
Estoy emocionada, no he dormido muy bien por desear que las horas pasarán de forma rápida. A cada momento cuando cerraba por cierto tiempo los ojos, los volvía a abrir y veía la hora. Pero no, el tiempo no avanzaba de la forma que yo quisiera.
Tengo unas bolsas feas debajo de mis ojos, he tenido que cubrirlas sólo un poco, lo suficiente para que parecieran normales y que no se notara mi mal dormir.
He avanzado en la redacción y guardé el número de Harry, pero no me atreví a hablarle, simplemente no podía.
Hoy decidí vestir con una falda de color lavanda y una polera blanca, algo demasiado básico y lindo, pero no tan exagerado.
El día estaba caluroso, no era por otro motivo mi decisión de ropa.—Hola pequeña —dice sin avisar mientras camina hasta mi cama y sentarse.
Estoy cepillado mi cabello, aún no pensaba que llegaría. Él nunca marcó una hora exacta a la que llegaría todos los días.
Lo veo a través del espejo como camina hasta mi y me pide mi cepillo. Se lo entrego algo sonrojada y me sonríe.
Comienza a cepillar mis puntas para luego comenzar a hacerlo de la mejor forma.
Siento sus dedos muy cerca de mi cuello, un escalofrío me toma por sorpresa.Harry me gira y lo veo directamente en sus preciosos ojos. Hay algo en ellos que me impiden quitar la vista.
Con su mano acaricia mi mejilla, se siente tan cálido, tan lindo, tan bien.
—Quiero intentar algo —asiento porque no sé que exactamente decir. Las palabras no salen de mi boca.
Lo veo como su rostro se acerca a mi y lo primero que pienso es que va a darme mi primer beso.
Sí, exacto, yo Clarisa a mis dieciséis años no he dado mi primer beso y sinceramente no es algo que me preocupara. Tenía más cosa en mi mente que estar pensando en eso.Su respiración está mezclada con la mis y suelto un suspiro por inhalar su delicioso perfume.
—Dime si esto te incomoda, pero ya no puedo contenerme, he estado toda la maldita noche debatiendome si debía de hacerlo o no y espero no haber tomado la decisión incorrecta.
Une sus labios con los míos, pero no tengo ni idea de que hacer. Al principio no muevo mis labios, pero luego intento hacer lo que él hace y al parecer estaba bien, ya que escucho un suave gruñido por su parte.
Con sus manos me acerca más a él dejando que suelte un gemido sin consentimiento.
—Me encantas —dice cuando nos separamos. Le sonrio fascinada. Y sin importar más, vuelve a unir nuestros labios.

ESTÁS LEYENDO
My Sweet Daddy; mature
FanfictionClarisa Jones nunca pensó que el mejor amigo de su padre se convertiría en su dulce papi. "-Ven y siéntate en mi regazo. Papi te hará sentir muy bien-."