Mi estimado invitado

El Collar

Carrie se encontraba en su habitación, esperando a que pasaran las horas, para que llegue el día de su cumpleaños, después de 12 meses por fin podría volver a celebrar su cumpleaños, el número 16 más específicamente.

Estaba pensando en que rápido pasa el tiempo, se sentía como si hubiera sido ayer que tenía 10 años, ahora, esta a un día de sus 16, de los que se sentía muy emocionada de cumplir. De repente escucha su nombre.

_¡Carrie!¡Ven, te tengo una sorpresa! ¡Ven querida!_ era su querido abuelito, a quien se le notaba la emoción en su voz.

_¡Ya voy!_ se levanto de su cama a paso apresurado y se dirigió a la oficina de su abuelo.

Al abrir la puerta vió que su abuelo tenía una cajita en sus manos, una de esas cajitas que se usan para guardar los típicos anillos de compromiso, solo que esta era un tantito más grande, era de color negro con detalles dorados a los lados, a simple vista era muy bonita.

_ven querida, siéntate_ dijo su abuelo señalando, con un gesto discreto, una silla frente a su escritorio.

_¿que contiene esa caja, abuelo?_ su abuelo procedió a mostrarle el interior de esta.

Era un collar, muy hermoso, tenía una cadena dorada, y una piedra preciosa, más exactamente, una piedra luna, era el collar más bonito que Carrie había visto.

_¿te gusta?_ preguntó su abuelo, a lo que ella asintió con la cabeza_ ¡sabía que te gustaría!....¡Feliz cumpleaños, querida! Se que todavía no es, pero ya no podía esperar a dartelo.

_¡wow! Es precioso ¡gracias, abuelito!_ su abuelo procedió a darle la joya, la cual Carrie recibió gustosa.

_cuidala mucho, querida, ha estado en nuestra familia por generaciones, y ahora quiero que la tengas tú.

Su abuelo la abrazo felizmente, se sentía tan feliz de que a su nieta le hubiera gustado mucho la joya.

_¿enserio?.... Oh, recuerdo que una vez me hablaste de ella_ Carrie notó que, su abuelo estaba un poco raro, como si le estuviera ocultando algo, pero decidió no decir nada_se la iré a presumir a mamá....jejeje.

_nunca cambias_ soltó una risita_ bueno, espero la cuides mucho, puedes retirarte.

_gracias, abuelito, y por cierto, la cuidaré mucho, se mira como si tuviera algo especial_ bufo_ adiós abuelo_ le dió un beso en el cachete y se retiró.

Una semana después

Carrie se encontraba leyendo en su habitación, el libro que más le encantaba, Romeo y Julieta, es que le encantaba tanto, lo había leído mínimo, unas siete veces, le encantaba como Shakespeare narraba la historia de dos enamorados, en un amor prohibido, que al final, lastimosamente, termina matando a ambos, es que es tan bonito, y a la vez tan triste.

Estaba tan concentrada en su lectura, pero, se detuvo al ver que, de su collar, provenía una luz, tenue pero se notaba a simple vista.

Decidió dejar su lectura de lado y comenzar a inspeccionar su collar, hasta que una voz la espantó, la razón, era que estaba sola en su casa, su abuelo y su madre estaban de compras, y su padre, estaba de viaje.

_creo que lo que buscas es a mí_ dijo la voz.

_¡ahhhhhhhhhh! ¡¿Qué eres y qué quieres?!_ dijo horrorizada, ya que al levantar la vista se había encontrado con una silueta que parecía la de los antiguos soldados de la revolución, pero su color era un poco transparente, algo borroso_ ¡llamaré a la policía si no me dices quien eres AHORA!

_¡tranquila, tranquila!, yo tampoco sé que hago aquí_ suspiró_ sólo recuerdo, que estaba con mi batallón, íbamos directo a atacar a las tropas británicas.... Después de eso sólo recuerdo haber sido apuñalado, y luego desperté aquí.