SEXTWO [+18]

CAP 20

MIN YOON GI

De alguna manera tenía que mostrarle a Jimin que mis disculpas eran sinceras. Teniendo en cuenta que tanto Jin como Namjoon no estarían todo el fin de semana, y sería más complicado para nosotros vernos el hambiente sería tenso e incómodo para los dos.  Por otra parte realmente quería disculparme con él, porque pues al final de cuentas el único que estaba perdiendo aquí era yo. 

Estaba perdiendo a mi amigo, creo que al único al que era realmente cercano.

—¿Quieres salir conmigo? . — Pregunté dudoso.

Mis rodullas ya se habían cansado  de sortener mi peso, puse mi mano sobre la pierna de Jimin para ayudarme a levantarme, pero antes de que pudiera hacerlo, Jimin se levantó a toda prisa y yo me fui de osico contra la cama. Me quedé un momento ahí con mi cara en las sábanas pensando en lo ridículo que de seguro estaba viéndome.

— Tengo hambre. —Hablo Jimin y tras eso se escuchó el sonido de la puerta cerrarse. 

Me levanté y lo seguí Jimin parecía estar huyendo de mí, pero no lo conseguiría.

—Jimin. — lo llamé pero se hizo el tonto fingiendo que no me escuchaba.

Camine hasta él y lo tomé del brazo, Jimin bajo mi agarre comenzó a temblar, su respiración era más notoria a medida que pasaban los segundos. Sin embargo, el rubio jamás dejó de mirar del suelo. 
Teniéndolo así se cerca podía apreciar  su rostro en primer plano, sus párpados estaban inflamados, el puente de su nariz era casi inexistente, y solo así de cerca se podían ver las imperfecciones que no se verían a una distancia normal; las manchas de sol, las marcas del acné que tuvo, los pequeños casi invisibles bellos faciales, el patrón de lunares chiquitos que tenía en su rostro.
Tenía más imperfecciones de las que abría imaginado, su piel le brillaba por qué el chico estaba comenzando a sudar.

¿Porqué el chico que debería ser mi mejor amigo se me hacía demasiado lindo así?

Todo estaba en silenció, solo se escuchaban el sonido de nuestras respiraciones. Estábamos en la cocina del departamento; solos.

Esta era mi oportunidad.

— Lo digo se verdad Jimin, sé que soy un tonto, que tengo ideas que no son para nada buenas. Me desquité contigo cuando nada de culpa tienes.

Jimin cerró los labios en una línea recta y me miró con los ojos llenos de lágrimas.

— Lo siento — Su pequeña voz a duras penas emitió sonido. Se llevó las manos a la cara cubriéndola y sollozó más fuerte.

Yo era una bestia. Solo lástimaba a las personas que me rodeaban, haciéndolos sentir cumplables por algo que solo debía atormentarme a mí.

Abracé a Jimin dudoso de si lo que hacía estaba bien. Sabía que por el no abría problema, el del problema aquí era yo, porque era demasiado hipócrita abrazar al chico con el que tenía sueños húmedos como si nada.

Pero que más daba.

— ¿Quieres pasar el resto de la tarde fuera de casa?—  Le dije una vez lo tenía en mis brazos. La sensación era tan extraña. — Te llevaré a comer algo.

¡CON ESTE PEQUEÑO CAPÍTULO ABRIMOS LA MARATÓN DE ESTA SEMANA BEBÉS! 
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↑ Eso de ahí arriba era su sorpresa. ❤️